La Justicia rechazó un recurso de amparo al nodo de Olivera - Otro cachetazo al trueque - Por cuarta semana consecutiva habrá un operativo para impedir la práctica del trueque en Olivera.

También fueron notificados otros predios de esa localidad para que cesen con el canje en espacios que no están habilitados.

La Municipalidad sigue firme en su postura de impedir la actividad del trueque en Olivera. A la suspensión efectuada al nodo "Las Palomas", esta semana se le sumaron notificaciones a otros predios de esa localidad -carentes de habilitación- para que dejen de realizar el intercambio de bienes, productos o servicios como venía haciendo hasta este momento.
Para este fin de semana se espera un nuevo operativo conjunto entre el Municipio y la Policía, tendiente a evitar la instalación de puestos a la vera de la ruta 5 o en predios privados, que no cuentan con permiso de ningún tipo para desarrollar el mecanismo de canje que atrae a verdaderas multitudes cada sábado.
Por otra parte, la Justicia de Mercedes rechazó el recurso de amparo que intentaron interponer las coordinadoras del club de trueque de Olivera para seguir desarrollando el negocio de permutas en terrenos pertenecientes a la estación de trenes.
Al respecto, según interpretó la abogada que patrocina a las coordinadoras, la decisión tomada por la Justicia genera sospechas, sobre todo cuando el mismo día en que se presentó en el Palacio de Tribunales, sugestivamente apareció el intendente de Mercedes, Julio Cesar Gioscio, quien en las últimas semanas prohibió la realización del trueque en la localidad de Goldney.
Independientemente de esto, es un hecho que tanto el Departamento Ejecutivo local como en la vecina ciudad están decididos a ponerle fin al nodo "Las Palomas", ya sea en Olivera como en Goldney, pueblo hacia donde se trasladaron los truequistas cuando se enteraron de la suspensión aplicada al trueque de Olivera.
"Legalmente, la Municipalidad, el 12 y el 13 de julio tomó como medida cerrar el pueblo pero la resolución firmada por Prince es del día 15 de julio. Es decir que no tenían argumentos para la clausura", explicó la letrada, quien confesó que no le encuentra explicación alguna al "avasallamiento de los derechos individuales de las personas".

ALGUNA VEZ FUE SOLIDARIO Si bien es cierto que gracias al trueque muchas familias pudieron acceder a productos que de otra manera resultaban imposible de poderlo conseguir, en los últimos tiempos la devaluación del crédito hizo que los precios treparan a valores que no se ajustan con la realidad. En consecuencia, provocó que se desvirtuara el verdadero fin solidario que perseguía este fenómeno.
Con el tiempo, el impresionante auge ocurrido puntualmente en Olivera, derivó también en un enfrentamiento con los vecinos del pueblo que, en su mayoría, comenzaron a darle la espalda al trueque. Entre otras razones, señalaban que la masiva llegada de truequistas de otras ciudades alteró la habitual tranquilidad de la localidad, aumentaron los robos, los daños a monumentos y hasta sospecharon que dentro del nodo se comercializaban drogas y se ejercía la prostitución.
Más allá de esto, es una verdad que la gente de Olivera no apoya al trueque y desde que se implementaron los operativos sólo un puñado de vecinos estuvo del lado de las coordinadoras.
Para muchos, la explicación del particular fenómeno desatado en Olivera se debe a la escasa presencia policial que hay en la localidad. Este factor habría favorecido la aparición de situaciones anormales que algunos se resignan a perder.
Por lo pronto, el Municipio no tiene en la mira retroceder con la medida adoptada, por más que en varios aspectos su legalidad fuera puesta en duda. Hasta ahora la pulseada parece ganarla, para beneplácito de muchos vecinos de Olivera que desde hace un tiempo reclamaban "mano dura" contra los truequistas, que todos los fines de semana invadían el pueblo y modificaban el tradicional ritmo campestre que desde siempre caracterizó a Olivera.

La mayoría en contra El 76 por ciento de los votos que recibió la encuesta por internet que propuso EL CIVISMO en su edición digital, se manifestó en contra de la realización del trueque en Olivera. Apenas el 24 por ciento estuvo a favor del desarrollo de esta práctica propia de la crisis.
Para Marcela de Odda "las personas que vivimos en esta localidad estamos cansadas de los robos, de encontrarnos con cosas que fueron robadas a personas de distintas localidades que son vendidas en este trueque", opinó.

El Civismo, sabado 3 de agosto 2002


El nodo más grande de la zona funcionó al borde de la ruta 5

Desplazan el trueque de Olivera al costado del camino

Con el respaldo de un impresionante operativo policial, las Municipios de Luján y Mercedes evitaron que se trocara en las localidades de Olivera y Goldney. De todos modos, miles de prosumidores se instalaron en la colectora de ruta 5 para desarrollar el mercado de intercambio como de costumbre.

Los Municipios de Luján y Mercedes doblaron su apuesta para frenar a los truequistas que los fines de semana llegan de a miles a Olivera y que el sábado anterior hicieron lo propio, pero en la localidad de Goldney.
Todavía más espectacular que el despliegue policial de la semana pasada, en la noche del viernes y la madrugada del sábado último las dos localidades fueron controladas por una docena de móviles policiales. Habían llegado especialmente desde diferentes comisarías de la zona y de algunas seccionales ubicadas en un radio de 90 kilómetros.
El "megaoperativo antitrueque" implementado por la Dirección de Inspección General también contó con el apoyo de Infantería de General Rodríguez. Y en caso de que toda esa fuerza hubiera sido insuficiente para controlar algún posible desborde de la gente, en Mercedes estaban dispuestos a enviar a otros 70 efectivos.
Esta vez la orden no sólo era impedir que los prosumidores ingresaran a Olivera sino también hacer cumplir una nota del intendente de Mercedes, Julio César Gioscio, mediante la cual impartió la orden de que no se repita la actividad del Nodo "Las Palomas" en el ámbito de su partido. Según comentó un agente municipal, no había intenciones de reprimir y si los truequistas avanzaban hacia el pueblo la intención era evitar cualquier confrontación.
Por todo eso, el operativo se hizo notar más que nunca. Antes de la medianoche dos patrulleros, llegados especialmente desde Chivilcoy, se ubicaron en un punto estratégico: el acceso a Olivera y la ruta 5. De esta forma, todo aquel que pretendía ingresar al pueblo podía hacerlo siempre y cuando acreditara que nada tenía que ver con el trueque.
De lo contrario, debía quedarse al costado del camino -como muchos- sin poder comprender la disposición que había impartido el Departamento Ejecutivo de esta ciudad, tendiente a suspender de modo "preventivo" la actividad del trueque que se viene desarrollando en Olivera desde hace más de dos años.

TENSA CALMA EN LA MADRUGADA
El viernes por la noche había ganado fuerza un rumor que indicaba la posibilidad de incidentes entre los truequistas, los agentes municipales y las fuerzas policiales. Una de las versiones que manejaban en la Intendencia era que a las 2 de la madrugada podían desatarse hechos de violencia. Sin embargo, las horas pasaron y nada de eso ocurrió.
Si la imagen nocturna que presentaba Olivera intimidaba por la cantidad de móviles apostados en puntos claves del pueblo (estación, esquina de Juan XXIII y San Martín, o debajo del arco que marca la entrada al pueblo) no menos llamativa era la situación en Goldney.
EL CIVISMO recorrió durante la madrugada el pequeño pueblo mercedino de no más de 500 habitantes y la única diferencia que pudo apreciar, con relación a otras noches, era la presencia de una camioneta con personal de Infantería detenida en la puerta del club. Por lo demás, todo igual: ni un alma en las calles y una desolación casi similar a la de Olivera durante las madrugadas.
A una semana de haberse realizado el trueque en Goldney aún retumbaban los ecos por el traslado del gigantesco nodo y la presunta vinculación que algunos quisieron atribuirle con un hecho de sangre acontecido con algunas horas de diferencia.
Más allá de todos los comentarios que rodearon el paso del trueque por Goldney tras su desalojo de la estación de Olivera, la madrugada transcurrió con absoluta calma. No obstante, con el correr de las horas la gente siguió llegando a la vecina localidad de 1.500 habitantes como si nada hubiera ocurrido.
En autos, camionetas, camiones o colectivos, a los truequistas -con sus bártulos a cuesta- no les quedó otra opción que esperar el amanecer para saber si esta vez iban a poder llevar a cabo el intercambio de objetos y servicios, como ya manda la costumbre.
Unos despotricaron contra el intendente Miguel Prince por haber ordenado la suspensión del trueque, otros amenazaron con llevar el nodo esa misma mañana a la plaza Colón y algunos levantaron firmas en un cuaderno para demostrar su adhesión al Nodo "Las Palomas". A todo esto, unos cuántos no aguantaron la salida del sol y, en la oscuridad de la noche o debajo de la luz de sodio, empezaron a trocar todo lo que tenían a mano.

AMANECE EN LA RUTA
Al final, el sistema del trueque otra vez se llevó a cabo. Fue en la colectora de la ruta 5 que Nuevas Rutas aún no terminó de construir. Para la coordinadora Loli Guerrero participaron unas 8.000 personas, en su mayoría llegadas desde diferentes puntos del conurbano.
La suspensión del trueque de Olivera se hizo a instancias del Departamento Ejecutivo, luego de que revocara el permiso que en su momento le había dado al nodo para que ocupase el predio de la estación de trenes. A su vez, se conoció que la ordenanza que invocaron los funcionarios para argumentar su decisión carecería de validez por no estar publicada en el Boletín Oficial.
Por su lado, el Juzgado de Faltas aplicó una multa de 100 pesos a las coordinadoras Loli Guerrero y Susana Chifulela al comprobarse que semanas atrás instalaron el trueque en un predio privado que carecía de habilitación, ubicado en la esquina de Monseñor Serafini y San Martín, justo enfrente de la estación.
Asimismo, el juez de Faltas Dr. Roberto Gorostegui indicó que no hay denuncias de vecinos de Olivera o de prosumidores que participan de este nodo contra el trueque. Esto marca una diferencia con lo que asegura el Ejecutivo, desde donde se afirma haber corroborado distintas irregularidades detectadas en este nodo.
Para este sábado, la Municipalidad estaría dispuesta a subir su apuesta para que los truequistas no pisen Olivera. En tal sentido, habría tomado contacto con Gendarmería para que controle las adyacencias de la ruta 5. Por su parte, las coordinadoras optaron por elevar una denuncia por "abuso de autoridad" ante la Justicia.
Es un hecho que el trueque no puede realizarse al borde de una carretera, tal como indica la Ley de Tránsito que, entre otras cosas, prohíbe las operaciones de permuta o de compra y venta en la vía pública. Pero no menos cierto es que este sábado Olivera volverá a llenarse de prosumidores decididos a hacer su agosto, pero en pleno mes de julio.

El Civismo, Miercoles 24 de Julio de 2002


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