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El portón del zaragozano templo de San Cayetano se abrió ayer por primera vez en
esta Semana Santa para dar salida a la Procesión del Pregón, antesala de siete
días cargados de exaltaciones, desfiles procesionales y actos litúrgicos en la
capital aragonesa.
Las heráldicas marcaron el arranque de la procesión en
torno a las siete menos cuarto
de la tarde, una vez concluida la tradicional
Paraliturgia.
Con la marcha de los Reyes de Aragón de fondo, interpretada
por
el Piquete de Honor, dio comienzo un desfile que concluiría varias
horas más tarde
en la misma plaza del Justicia.
La principal novedad
de este año –recuperado el arranque en San Cayetano– fue el escenario elegido
para la Proclamación del Pregón. Tras muchos años celebrando el acto en la
plaza del Pilar, la Junta Coordinadora se ha decantado en esta ocasión por la
plaza de La Seo, y en concreto por el balcón del Palacio Arzobispal. Desde allí,
el arzobispo de Zaragoza, Elías Yanes, reivindicó el especial significado de
la Semana Santa, «en la que pese al dolor de la muerte,
debe imperar la alegría
de la resurrección».
Tras la lectura del pregón, el desfile procesional
–que cada año va ganando envergadura e importancia– continuó por las calles
del centro de Zaragoza, que pese a las rachas de viento,
se encontraban
bastante pobladas.
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