25/11/03

 

Todos contra las "trampas incentivadas" en Altadis
Hasta el PP se mostró contra la regulación de empleo, pero Sánchez Ramos matizó que si hay acuerdo con los sindicatos, la empresa tendría vía libre



ENRIQUE ALCINA.

CADIZ. Otro lunes al sol y sin tabaco. Victimismo y escepticismo en la Facultad de Filosofía. La asociación cultural Ubi Sunt presentaba el número catorce de su revista y convocaba a políticos y sindicalistas para hablar de una nueva crónica de una muerte anunciada. Entre todos la mataron ...

"Qué me van a decir a mí, que tengo a mis cuatro hijos fuera, explotados, trabajando doce horas ...", comentaba por lo bajini una señora del público que se las sabía todas.

La presidenta del comité de empresa de Altadis, Carmen Pérez, compartió debate con Aurelio Sánchez Ramos (PP), Rafael Román (PSOE) y Gervasio Hernández Palomeque (IU). Todos coincidieron en rechazar el expediente de regulación de empleo anunciado por la empresa privatizada. No encuentran justificación a que aboquen a "trampas incentivadas" -expresión acuñada por Román- a más de 180 familias gaditanas, pues Altadis cada año obtiene más beneficios. "Y nadie obstaculiza sus intenciones", agregó Palomeque. El diputado popular Sánchez Ramos remarcó que "si hay acuerdo de la empresa con los sindicatos no tendríamos más remedio que aprobar la regulación", y tanto él como Carmen Pérez, y parte del público, mostraron su sospecha de que el acuerdo empresa-sindicatos está al caer. El comité gaditano tiene mayoría de Autonomía Obrera, que carece de fuerza en Madrid.

Román incidió en la vocación de multinacional de Altadis, Pérez y Palomeque acusaron a los gobiernos de PP y PSOE de abandonar la empresa pública, privatizar y no planificar bien e futuro. Surgieron episodios como la ZUR, Astilleros, la reconversión frustrada ... hasta que el público se mosqueó y pasó a la acción. Reprochó a los políticos tantos años de vaivenes y puso en entredicho la defensa de los trabajadores a causa de los sindicatos mayoritarios. Llovieron críticas a ambos lados, los contertulios abordaron el futuro de la Bahía, poniendo especial énfasis en los déficits de infraestructuras y la desaparición del tejido industrial. La polémica sobre la mano de obra, que le granjeó a Sánchez Ramos alguna crítica del público, y la solidaridad general con la plantilla de Altadis, calentaron e debate hasta desembocar en fuertes descalificaciones al PP y más de un reproche a los sindicalistas que "negocian por debajo de la mesa y dejan tirados a los trabajadores". Alguien preguntó dónde están las subvenciones para formación de trabajadores. La señora mencionada arriba recordó el pasado oscuro de quien denunciaba lo que él hizo sin recato décadas atrás. "Aquí nos conocemos todos". El negocio del paro, al descubierto. Como en "Lunes al sol", ni una sola trampa incentivada más, Román dixit. Si cae uno, caen todos.