PLANIFICACION-TRABAJO
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REALIZADO
POR DANIEL VILLAMIZAR
Los
nuevos aportes a la planificación: Estrategias Innovadoras
Para los países en
desarrollo, la primera sensación que surge ante el caudal de transformaciones
tecnológicas es de profundo desaliento. Parecería que la brecha tecnológica se
amplia irremisiblemente. Pero, quizás este no sea necesariamente el caso.
El modelo presentado ofrece una manera de abordar el análisis del conjunto
de las tecnologías de un período, de sus formas de evolución e interrelación y
de su interacción con lo económico, lo organizativo y lo socio-institucional.
Si se acepta ese marco de análisis, la discontinuidad en la evolución de las
tecnologías también lleva a discontinuidades en las condiciones del desarrollo.
Los períodos de transición son fases de "destrucción creadora", no
solo en el aparato económico sino también en las instituciones y las políticas
que han venido guiando el desarrollo a escala nacional y mundial; un período de
re-evaluación e innovación, de experimentos y creatividad social, en un nuevo
espacio técnico-económico cuyos contornos y lineamientos son analizables y
aprovechables para intentar un viraje y salto.
Para cada país esto plantea dos terrenos de acción:
participar creativamente en la conformación de un nuevo conjunto de arreglos e
instituciones a nivel internacional y proceder al rediseño de su propia
estrategia de desarrollo y de las instituciones para llevarla a cabo.
REPENSAR EL RUMBO DEL DESARROLLO
Ningún sector productivo es inmune a la influencia de las nuevas
tecnologías. Ello significa que, hacia el futuro, el grueso del plantel
existente, será obsoleto técnica y organizativamente. Y obsoletas también son
las nociones y esquemas que llevaron a su establecimiento. En consecuencia, se
hace necesario reexaminar de punta a punta el aparato productivo de cada organización
a la luz de las nuevas condiciones.
El hacer este planteamiento llama a especificar como hacerlo. La única
respuesta a esa exigencia es indicar que los nuevos caminos tendrán necesariamente
que surgir de un proceso masivo de creatividad y lo importante es señalar que
existe un nuevo ámbito para inventarlos.
El nuevo paradigma favorece la flexibilidad, la adaptación a condiciones
particulares, la integración de actividades y el aprovechamiento de la
diversidad. Esto sugiere que sacar el mejor provecho del nuevo paradigma
depende de saber valorizar la especificidad de cada organización. En estas
condiciones hay que cuidarse de las recetas. Una estrategia exitosa para una
empresa no es trasladable a otra. La diferencias en condiciones facilitadoras y
restricciones exigen el análisis caso por caso. Por ello, las ideas que aquí
presentaremos son más bien formas de aproximarse al problema.
Sean cuales sean las restricciones y posibilidades de cada organización, la
universalidad de aplicación de las nuevas tecnologías llama a reevaluar con
nuevos criterios el rol y las perspectivas de todos los sectores de la
economía, desde la agricultura y la minería, hasta los servicios, identificando
posibles formas de interacción. Dada las ventajas que ofrece la integración de
actividades en redes y sistemas, parecería inadecuado mantenerse dentro del
esquema de separación entre sector primario, industrial y de servicios. La elevación
de la eficiencia y las ventajas comparativas dependerán más que nunca de las
interacciones entre actividades en complejos productivos y entre estos y los
mercados internos o externos.
La meta de la integración siempre estuvo presente en el pasado, pero, dadas
las restricciones de la producción en masa, esta era poco menos que
inalcanzable. El nuevo modelo brinda los medios técnicos para llevarla a cabo.
Saber aprovechar selectivamente las ventajas que de allí se derivan,
especialmente en posibles cadenas de transformación a partir de recursos
naturales, es uno de los nuevos retos del presente.
b) Un nuevo enfoque del mercado interno
Uno de los dolores de cabeza de las empresas de los países en desarrollo
bajo el modelo de producción en masa ha sido la insuficiencia del mercado
interno para sustentar las escalas optimas de
producción. Esta situación dejaba dos caminos, lograr competitividad para
exportar o erigir barreras arancelarias para compensar altos niveles de
capacidad ociosa. El modelo de producción flexible con plantas multi-producto a escalas menores permite superar, al menos
parcialmente, ese viejo obstáculo.
En este sentido, es importante aclarar que las nuevas formas organizativas
-con un mínimo de equipo nuevo- permiten,, por si solas, elevar
significativamente la eficiencia. Es mas, la experiencia adquirida después de
la reorganización es la mejor fuente de criterios para seleccionar los equipos
adecuados y realmente necesarios. Esto ha sido demostrado una y otra vez en
plantas japonesas y concuerda con los resultados de un estudio realizado en
Inglaterra. Esta vía reorganizativa
puede servir para revalorizar y modernizar ciertos sectores del parque
existente, con modestos montos de inversión.
A esto se agrega la flexibilidad que brindan las tecnologías basadas en
electrónica para adaptar las configuraciones de planta y el diseño de productos
a las condiciones climáticas, culturales o de cualquier otro tipo, especificas de cada país o región. Ello podría contribuir a
romper el viejo esquema imitativo de patrones de consumo, aún cuando el grueso
de los equipos de producción sean importados. No deja
de ser paradójico que la adopción del nuevo modelo productivo, de origen tan
externo como el anterior, pudiera resultar en la valorización de la creatividad
local y en el rescate de patrones perdidos de identidad cultural.
Otro rasgo aprovechable del nuevo paradigma es su capacidad para contribuir
al logro de la tan deseada descentralización. La modernización y ampliación de
las redes de telecomunicaciones en cada país crea condiciones para la
dispersión geográfica de los servicios públicos, las funciones de gobierno y
los servicios privados (en particular la banca). Esto equipara las externalidades sobre todo el territorio y, unido a las deseconomías de agregación que se están manifestando en la
mayoría de las grandes ciudades, puede sentar las bases para un desarrollo
menos desequilibrado geográficamente.
c) Saltar a las nuevas tecnologías
Las posibilidades discutidas hasta ahora indican algunos de los grados de
libertad que brindan las nuevas tecnologías asumiendo la condición de
importadores usuarios. Es evidente, sin embargo que su aprovechamiento a fondo
exige un cierto dominio local de las tecnologías de diseño de equipos, software
y sistemas. Ya hemos visto el papel clave que asume el dinamismo tecnológico en
el nuevo paradigma y el rol intermediario de las empresas de software e
ingeniería de sistemas en llevar a la practica el
potencial de adaptabilidad. Ello significa que para sacar verdadero provecho
del nuevo modelo, hay que saltar a las tecnologías nuevas.
Según las ideas prevalecientes, esto parecería impensable. En base a la
teoría del ciclo del producto, se ha generalizado la noción de que los países
en desarrollo solo tienen acceso a la producción competitiva en la fase de
madurez de los productos y las tecnologías. Y esto se comprobó, en los años
sesenta y setenta, con el éxito relativo del "redespliegue
industrial" y de algunas estrategias de industrialización exportadora. No
obstante, a la luz del modelo de evolución tecnológica aquí discutido, eso
puede interpretarse en un contexto dinámico. Una primera interpretación es que,
cuando se agota la trayectoria innovativa de un
producto o proceso, la competitividad depende del costo relativo de los insumos
y la mano de obra para producirlo. Esto trae como corolario que las opciones de
desarrollo serian mayores cuando la tecnologías están
maduras. Pero esto lleva implícita la idea de la transferencia tecnológica como
única opción viable. Y esto puede ser más o menos cierto en las fases tardías
de difusión de un paradigma.
Con las tecnologías nuevas la situación es distinta. Podría decirse que
mientras más incipiente es una tecnología mayores son
las posibilidades de entrada autónoma, dado un cierto nivel de dotación de
recursos humanos calificados. En las fases tempranas de evolución de una
tecnología nueva, se produce un proceso de aprendizaje, en el cual la
experiencia previa es en parte útil y en parte un obstáculo, mientras que los
conocimientos adquiridos en el mundo académico pueden ser indispensables. Es
mas, las barreras de entrada en términos de costos son mucho más bajas al
comienzo. Esto es lo que explica la proliferación de empresas pequeñas que
caracterizo el desarrollo inicial de la industria de mini- y micro-computadores
y de los llamados "plug-compatibles" en los
años setenta. A medida que evoluciona la tecnología y crecen los mercados, la
adquisición de "know-how" va erigiendo barreras de entrada cada vez
más altas, algunas de las empresas iniciales desaparecen y otras suben de rango
y se mantienen en la carrera.
Hemos sugerido que en el área de microelectrónica esas posibilidades
aparecen en oleadas sucesivas, por las nuevas características del proceso de
diseño. Hoy la proliferación de experimentos en pequeña escala se esta dando en
el área de aplicaciones y de software. Para asombro de muchos, en esta fase
América Latina esta participando. En algunos casos, como en telecomunicaciones
y computación en Brasil, el impulso ha sido una estrategia gubernamental. En
otros países, de manera espontanea han surgido
empresas con productos de diseño propio, con calidad y precios internacionales,
sin haber contado con ningún apoyo estatal. Esto no es ningún milagro. Las
condiciones para entrar a acumular capacidad tecnológica en el diseño de
equipos software y sistemas son hoy favorables, si se saben seleccionar los
puntos de entrada.
Lo que si hay que comprender es que el esfuerzo tiene que ser sostenido y
concentrado. Una vez en la carrera hay que sostener una dinámica tecnológica al
ritmo de la frontera internacional. Esto, en países donde no hay un mercado de
capital de riesgo ni una red adecuada de servicios industriales, requiere una
fuerte política de promoción y apoyo que alimente la investigación y la
innovación y provea externalidades.
Aunque crear el marco apropiado exija grandes dosis de inventiva, este nuevo
tipo de oportunidades para la generación y acumulación interna de tecnología
constituye, en nuestra opinión, el fenómeno más importante en la transición
actual. Aprovecharlas es posible, con miras al futuro, en el área de
biotecnología, la cual todavía se encuentra en período de definición. Pero, es
absolutamente indispensable actuar en el corto plazo, en lo que concierne a la adquisición
de capacidad tecnológica en el terreno de las aplicaciones de la
microelectrónica.
La transición abre entonces una puerta para impulsar desde ahora un proceso
endógeno de desarrollo de capacidad tecnológica. Este constituiría el puntal
central para el logro de una mayor autonomía en el uso del nuevo potencial en
función de metas nacionales. La selección de los puntos de concentración y las
formas de promoción tendrían que analizarse, en base a lo viable, según las
condiciones y recursos de cada país. Sin embargo, el no desperdiciar esta
oportunidad aparece como objetivo indeclinable de cualquier proyecto nacional.
d) Nuevas estrategias, nuevos instrumentos
La combinación especifica de generación propia de tecnología, adaptación,
importación o atracción de inversiones que se considere optima en cada país, e
incluso la opción de proteger algunos sectores contra el cambio, resultara
seguramente en una gran variedad de modelos de desarrollo. Sin embargo, el
diseño e implementación de cualquiera de ellas en las condiciones actuales
exige abordar directamente la cuestión tecnológica. La prospectiva global, la
prospectiva por ramas y productos se convierten en útiles indispensables de la
planificación. La evaluación tecnológica cobra un papel central en la banca de
fomento al desarrollo. Los requerimientos de calificaciones afectan la
programación del sistema educativo y así sucesivamente.
Esto cuestiona la separación tradicional de
política tecnológica y política económica. Los dos aspectos se hacen inseparables
y ello implica transformaciones institucionales profundas e innovaciones
audaces en el área de instrumentos de política.
En los países en desarrollo, la experiencia de largas décadas de frustración
ha agudizado la habilidad para identificar obstáculos y limitaciones. Lo más
natural, en las actuales circunstancias es sumar los nuevos obstáculos a los
viejos. En vista de ello, hemos considerado conveniente concentrarnos en
señalar algunas de las nuevas oportunidades, con la esperanza de alimentar un
proceso de renovación del pensamiento sobre el desarrollo.
No pretendemos que no haya obstáculos, solo sugerimos que probablemente son
distintos de los anteriores. Tampoco pretendemos que sea fácil la múltiple
tarea de asimilar el impacto de una transformación tecnológica global,
reorientar el desarrollo dotándose de una estrategia coherente e inventar
nuevas instituciones e instrumentos. Mucho menos cuando enfrentar las
manifestaciones más graves de la crisis actual es el objetivo de máxima
urgencia.
No obstante, consideramos que prepararse para el futuro es una tarea
impostergable. Las perspectivas de desarrollo, después de desencadenado el
nuevo auge, dependerán, no solo del estadio alcanzado en la onda anterior, sino
también de haber sabido colocarse a tiempo en condiciones de aprovechar la
nueva.
INFOGRAFIA:
Innovación en Gerencia Estratégica de Empresas (por Victor Dezerega Cáceres) http://www.degerencia.com/articulos.php?artid=144
Estrategia Kaizen http://www.gestiopolis.com/recursos/documentos/fulldocs/ger1/estkailefco.htm
Nociones Básicas de Planificación Empresarial http://www.coninpyme.org/pdf/PlanificacionEstrategica-Nocionesbasicas.pdf
La gestión de la innovación http://www.getec.etsit.upm.es/docencia/ginnovacion/gestion/gestion.htm
Estrategias de intervención http://www.inicam.org.pe/promde/estrategias.htm
Gestión de la Innovación http://www.tecnociencia.es/especiales/sistemas_gestion/calidad/5.htm