Maestría en Gerencia De las Finanzas y de los Negocios”
Materia: PLANIFICACIÓN
Trabajo 3:
“La Tecnología” Como
Nueva realidad empresarial
Para la planificación estratégico
(Ensayo)
Autor: Lic. Francisco A. Vivas D.
Prof.: Leonor dillon
Desde el momento en que el hombre como ente social se concibió como capaz de dominar el mundo y que abandonó sus creencias religiosas como puntas de tranca de su evolución social y económica, la sociedad en general ha evolucionado hacia nuevos horizontes mucho más complejos y exigentes.
El abandono de sus creencias religiosas permitió que el hombre asumiera una posición mucho más orientada al materialismo, pasando a ser, en muchos casos, el hecho material de mayor importancia que el hecho espiritual. Es pues a partir de este momento histórico cuando el capitalismo comienza a tomar auge y, fundamentado en el crecimiento de los principios de libertad y democracia, halló sustento frente a los intereses de los hombres, centrándose en torno a él la elevación de las capacidades productivas de las unidades productivas a través de la generación de tecnología.
Es pues un período histórico de más de quinientos años, en los cuales el hombre ha visto: los descubrimientos geográficos, la concepción de la evolución de la vida, el nacimiento de la industria a través de la creación de la máquina de vapor, el telar industrial, la locomotora, el vehículo con motor de combustión de gasolina, la electricidad, el telégrafo, el teléfono, el avión, la energía nuclear, la computación y la informática, el mapa genético humano, la Internet, para tan sólo nombrar los aspectos tecnológicos más resaltantes.
Es obvio que en torno a estos aspectos tecnológicos, anteriormente señalados, se iba conformando y enriqueciendo un cúmulo de conocimientos que, de manera estratégica se fueron sumando, junto con los beneficios que de los mismos adelantos tecnológicos se derivaban, a las unidades de producción, siendo todos ellos dirigidos a la comercialización en pro de la obtención de un beneficio económico, como así mismo, el ser humano ha visto que el sentido de la Calidad de Vida (máxima expresión del vivir a nivel de las ciencias sociales) está medido en función de poder llegar a satisfacer la mayor cantidad de necesidades posibles.
En este sentido, uno de los conceptos de mayor relevancia para el mundo contemporáneo lo constituye ese elemento teórico que agrupa esas dos tendencias de satisfacción natural que conforma el mercado, que no es más que el contexto en donde confluyen compradores y vendedores, ambos ansiosos de realizar una transacción que les genere la mayor satisfacción.
Es aquí donde hoy por hoy, los propietarios y gerentes de las empresas han reconocido como importante y básico reconocer que, para poder ser exitosos, es necesario considerar el medio en que se desenvuelven las empresas, en sus aspectos internos y externos, como los elementos fundamentales para la toma de decisiones acertadas, de manera que, al establecer la acción más conveniente y más efectiva, obtener el mayor de los beneficios económicos.
Ante esta situación ha sido necesario considerar el valerse de todas las herramientas disponibles para tal fin, no sólo aquellas que están sostenidas en el parque tecnológico, sino también aquel conocimiento que, aún no perteneciente al mismo ámbito empresarial, sirva de base para la concepción de un plan que permita el logro de los objetivos, considerando siempre la necesidad de reevaluar y de revisar las condiciones del medio en donde se desenvuelve la empresa.
Los gerentes del NUEVO SIGLO han debido considerar que el mundo es cambiante y que cada hora, sobre las decisiones individuales y su efectividad, pueden influir las decisiones que se tomen en otras organizaciones, independientemente de que sean públicas o privadas, nacionales o internacionales. Es por ello que, la concepción de un proceso de planificación estático y normativo pierde sentido al momento en que no se considera su reevaluación permanente.
Un ejecutivo o gerente, debe considerar para lograr la materialización del éxito empresarial (entiéndase la efectiva y creciente colocación y venta de sus bienes y/o servicios, en condiciones de creciente obtención de beneficios económicos), los recursos humanos, físicos y financieros de que dispone, los agentes internos y externos que influyen sobre estos recursos, las condiciones de sus clientes objetivos tanto en su disponibilidad económica para la adquisición de los bienes como por las limitaciones de orden social, cultural y jurídico que impere en el contexto geográfico donde ellos habitan, los medios en función de los cuales pretende comercializar el producto, las condiciones como la competencia considera todos los anteriores, entre otros aspectos; y debe ser vigilante de los cambios que estos elementos sufren a través del tiempo, afectados tanto por ellos mismos como por agentes externos.
Es por esto que se ha incorporado al conocimiento de la gerencia de los nuevos tiempos, aspectos del conocimiento humano propios de la estrategia militar, los cuales en su adaptación a la nueva realidad comercial y de los negocios en el mundo globalizado, ha resultado efectiva como medio para la determinación de la toma de decisiones.
Las nuevas realidades empresariales, obligan a los gerentes a considerar que, con la aparición y existencia de La Internet, el mercado es el mundo, puesto que el bien o servicio que él produce o vende, puede ser ofrecido, inclusive al señor de la casa vecina, por un competidor de otra ciudad, país o continente, a un mejor precio y garantizándole que en menos de 24 horas lo recibirá en las puertas mismas de su casa; así como también el empresario o gerente debe considerar que su producto puede ser ofertado a toda la población mundial a través de La Internet por medio del diseño estratégico de un Web Site.
Todas estas variables de comercialización obligan entonces al gerente a comportarse, en función de ser exitoso, en un estratega, el cual dirigirá una batalla cuya victoria centra el éxito de la gestión empresarial, siendo su campo de batalla el mundo, sus enemigos las empresas competidoras, las condiciones topográficas, meteorológicas y climáticas las leyes y valores sociales y culturales y el elemento de la victoria un cliente satisfecho.
En torno a este contexto es que las empresas exitosas se han centrado a trabajar, teniendo en consideración para el desarrollo de sus estrategias la concepción del mundo desde la óptica de un todo correlacionado y partiendo desde la integración de los esfuerzos individuales que confluyen en la empresa.
La principal característica de esta tendencia integradora se sustenta, principalmente, en la consideración de los aspectos internos de la organización, los cuales se han encaminado en función de fijarse una visión y misión organizacional, que no son más que los hitos que demarcarán el tope del crecimiento empresarial.
El mismo esfuerzo se ha orientado a la definición de las condiciones generales de funcionamiento de la organización, reconociendo los aspectos positivos y negativos de la organización dentro de ella (fortalezas y debilidades) y del medio en donde se desenvuelve (oportunidades y amenazas). A partir de esta diagnosis, la organización ha definido la manera en cómo, valiéndose de esos aspectos positivos internos y externos (fortalezas y oportunidades) puede llegar a alcanzar y dominar de forma efectiva el cumplimiento de su misión y visión como empresa; lo cual la obliga a enfrentar, además de los problemas internos (debilidades) los problemas externos (amenazas).
Este marco de acción estratégico ha obligado a considerar los criterios evolutivos que se vienen desarrollando en el contexto mundial, los cuales influyen de forma directa sobre las decisiones de compra y sobre los estilos y formas de comercialización de todos los productos.
Para planificar la gestión empresarial, los gerentes deben incorporar en sus procesos de planeación elementos técnicos de gestión de información, porque, como ya se señaló anteriormente, el principal activo que garantiza, en este mundo dinámico y cambiante, el éxito de un plan es la información. Así mismo, la evolución que han tenido las tecnologías de la información conllevan a que las mismas sean utilizadas, además de como instrumento de captación de elementos básicos para la toma de decisiones, como medio de comercialización de los bienes y/o servicios que produzca la organización.
Es pues, en este sentido de los medios de cómo hacerse competitivas las empresas, que las tendencias administrativas han confluido en la utilización de la Planificación Estratégica como un elemento dinámico que permite elevar la eficiencia de los gerentes en torno a la toma de decisiones, las cuales van orientadas a cumplir objetivos que giran en torno a la competitividad de ellas mismas.
Las exigencias del mundo empresarial de hoy en día van siendo cada vez más exigentes, obligando a las empresas y a los empresarios a capacitarse a fin de aprovechar las bondades de este proceso evolutivo y a enfrentar las exigencias que de estos cambios se derivan.
Lic. Francisco A. Vivas D.