La
masonería mundial
Una
descripción desde el ámbito católico
Historia
Conocida más universalmente por francmasonería, procede
por su etimología del francés franc (libre) y mason
(albañil); es decir, albañil libre, aludiendo con ello a
lo que la masonería considera como su remoto origen; la
comunidad de albañiles que dirigidos por Hiram de Tiro
construyó el templo de Salomón. Más que sociedad
secreta, como ha sido considerada, diremos que la masonería es
una sociedad cerrada que, por fundamentarse en unos principios
determinantes ha sufrido modificaciones y transformaciones paralelas a
los supuestos ideológicos, intelectuales, morales y religiosos
que le dieron vida. Aunque suele hablarse de un periodo mítico y
legendario de la masonería (mito de Hiram) y de otro periodo
llamado de masonería "antigua" u "operativa" (que no es sino la
continuación y transformación de las agrupaciones
gremiales del Medievo y del Renacimiento), la auténtica
masonería, considerada en el moderno significado de la palabra,
llamada "masonería moderna" o "masonería especulativa",
surgió a principios del siglo XVIII con carácter de
sociedad de "iniciados", primero al culto divino, que más tarde
deviene en iniciación a las virtudes y adquiere el matiz
filantrópico-racionalista con que se le distingue.
- La masonería propiamente dicha surgió
en 1717
por obra de los pastores presbiterianos ingleses James Anderson y J. T.
Desaguliers, continuadores del movimiento espiritual inspirado por
Comenio. Recibe una estructuración sistemática y definida
en 1723, cuando publica Anderson, The Constitutions of the free-masons.
Desde entonces, la masonería recogió las influencias de
las corrientes intelectuales del enciclopedismo del siglo XVIII y del
racionalismo y liberalismo del siglo XIX. Se difundió muy
rápidamente por Europa: en 1721, se constituyó la primera
logia en Francia; en 1717, en Rusia, establecida por Pedro I; en 1723,
en España; en 1734, en La Haya; en 1738, en Boston; etc.
- La establecida en Francia, de origen escocés,
estuardista, fue favorecida por el espíritu racionalista
francés: estableció como rito el "escocés antiguo
y aceptado", frente al de York de las logias inglesas; y, en 1738, al
fundarse la Gran Logia de Francia, la francesa quedó
desvinculada de la inglesa, encontrándose desde entonces en
abierta oposición. De esta división nacieron las tres
ramas principales de la masonería actual: Rito ingles, Rito
escocés, Rito simbólico francés. Frente al
carácter aristocrático y puritano de la masonería
inglesa, la francesa evolucionó hasta un difuso deísmo,
inspirado en el racionalismo naturalista que poco a poco le hace perder
el matiz religioso que tenía aquella; más adelante, en un
segundo proceso de transformación, cambia su concepción
de una base aristocrática de la sociedad por una estructura
más democrática, intelectual y politizada. Aunque se ha
querido ver siempre una activa participación política en
los designios de las logias, a las que se atribuyen la casi totalidad
de las revoluciones burguesas del siglo XIX, lo cierto es que, en
principio, la masonería no tomó parte trascendente en
ellas. Hoy día está en entredicho la relación que
pudo tener con la Revolución francesa, a pesar de la
coincidencia de lemas de las mismas en el epígrafe de "libertad,
igualdad y fraternidad". Pero mientras que en la masonería
anglosajona pervive el espíritu estático y religioso
inicial, la francesa se convierte, pasado el Terror y bajo el Imperio,
en paladín de las nuevas tendencias liberales. Masón y
liberal serán términos coincidentes en algunos
países europeos; durante el siglo XIX, la burguesía
mercantil, intelectual o militar, desplaza al aristocratismo y al
afán de perfectibilidad humana que la dominaban al nacer.
- En 1804, La Gran Logia General de Francia se
convierte con
Napoleón en el primer centro impulsor de la masonería en
Europa, siendo designado gran maestre José Bonaparte.
- El predominio de la masonería francesa en
Europa
origina una incisión interna en el universalismo de la misma. La
inicial ruptura de las logias francesas, por motivos religiosos, se
acentúa más aún a mediados del siglo XIX, cuando
la Gran Logia de Francia suprime la obligación del lema: "A la
Gloria del Gran Arquitecto del Universo", quedando separada por ello
del cuerpo masónico general y siendo repudiada por la Gran Logia
unida de Inglaterra. Desde entonces persiste la división. Por un
lado, la andeísta, de carácter ritual, muy conservador en
moral y en costumbres, que forma un bloque dirigido por Inglaterra; por
otro, una masonería carente de espíritu religioso,
más intelectual, con base humanística e implicada
fuertemente en los acontecimientos de su tiempo, particularmente en el
campo del compromiso político; no obstante, al quedar superado
el liberalismo político intelectual, que le dio base, por nuevas
tendencias (socialismo, totalitarismo, neocapitalismo, etc.), devino en
mero humanismo formalista.
- En Inglaterra y países nórdicos, la
masonería sigue vinculada a las realezas; en Francia, inclinada
siempre a fórmulas de gobierno basadas en la estricta libertad
individual, fue siempre respetada por todos los regímenes
políticos hasta 1940 en que el mariscal Petain la declaró
fuera de la ley; aunque, posteriormente, en tiempo del general De
Gaulle, quedó sin validez dicha ley.
- En el siglo XX se han efectuado varios intentos de
unificación. El de 1910 fracasó al negarse Inglaterra a
reconocer a la Gran Logia de Francia, que insistía en no aceptar
el espíritu ritual y simbolismo religioso que tenía
aquella. El 15 de Mayo 1954 se llevó a cabo, sin éxito,
otro nuevo intento, no obstante, cinco grandes logias europeas llegaron
a un acuerdo de unificación en Luxemburgo, dejando recluida a
Inglaterra. Finalmente y tras algunas defecciones (las de Austria,
Suiza, etc.), varios países europeos, como Francia, Alemania,
Bélgica, Holanda y Luxemburgo, según los acuerdos de sus
respectivos grandes maestres aceptados en las reuniones de Estrasburgo
y Bruselas de 1961 han llegado a una fusión total sustentada en
la libertad de conciencia y tolerancia mutua, acuerdos a los que
posteriormente se ha adherido Italia.
- En la actualidad las logias masónicas
más
florecientes están en los E.U.A., que poseen cuatro de los cinco
millones de masones regulares que se calcula hay en el mundo; le siguen
los de Inglaterra con medio millón. Fieles a sus antecedentes
liberales, las sociedades masónicas son inconformistas de todo
régimen político autoritario y están inscritas
como una corriente más del pensamiento contemporáneo. Se
declaran propugnadoras de una vaga espiritualidad deísta y de un
humanismo trascendente. En 1960, el gran maestre de la Chaine d'Union
declaraba que "los jalones permanentes de nuestra obra y
justificación de nuestra existencia" estaban marcados por: el
sentimiento de la fraternidad, el sentido cívico a escala
universal y la protección del hombre y de los valores que
representa y que le caracterizan esencialmente, a saber: aquiescencia a
la razón, a los valores morales permanentes y a la libertad.
Masonería en España.
no hay masonería sin
política
El tipo de masonería estudiado hasta ahora no fue exactamente el
que arraigó en los países latinos, concretamente en
Italia y España, en los que la masonería se ha
considerado siempre como sociedad secreta con fines más secretos
aún, claramente anticatólica y muy vinculada a la
actividad política; además, por ser la masonería
sociedad internacional se han señalado a los masones como
traidores a la patria.
En España, la masonería moderna o especulativa, que es la
masonería en el sentido actual de la palabra, fue establecida en
1727 al fundarse la Matritense, primera logia de Madrid, por Lord
Wharton, si bien funcionaba otra desde 1726 en Gibraltar. Años
después, en 1739, Lord Raimond constituía la Gran Logia
Provincial de España, con sede en Andalucía. Son logias
de fundación y obediencia inglesas y, durante el siglo XVIII,
mantuvieron, en gran parte, el espíritu inicial que las creara,
formando parte de las mismas una minoría ilustrada
española, de carácter selectivo aristocrático e
intelectual. La figura más destacada de este periodo es el conde
de Aranda, que desvincula la masonería española del
Oriente ingles, aceptando en cambio el rito escocés de las
logias francesas. En 1780, se crea el primer Gran Oriente
español, que alcanza gran florecimiento con Montijo, sucesor de
Aranda. En este primer periodo, la masonería española
tiene ya alcance y significación política debido a la
actividad de Aranda y, principalmente, de Montijo, en quien se ha
querido ver uno de los responsables del motín de Aranjuez.
- Al iniciarse el siglo XIX, la influencia
masónica en
España es doble: hay logias de inspiración francesa
favorecidas por la presencia en España de José Bonaparte,
y las hay de inspiración inglesa. De aquellas formas parte los
ilustrados llamados afrancesados; de estas los patriotas, entre los
cuales se forman los cuadros de los liberales que intervienen en las
Cortes de Cádiz. Las logias españolas quedaron reducidas
a la clandestinidad al retornar Fernando VII, si bien en 1816 se
establece un nuevo Gran Oriente en Granada, continuación del de
Montijo; estas logias, que eran el vehículo de
transmisión de la ideología política liberal,
devienen en reductos de conspiraciones contra la monarquía
absoluta. La masonería española adquiere entonces unas
características peculiares: carácter conspirador y
reducto del militarismo romántico liberal, pues a ella
pertenecen todos aquellos (Lacy, Riego, Torrijos, etc.) que
protagonizaron en España, demanera sistemática y
continuada, el sinfín de pronunciamientos propios del siglo XIX
hispánico.
Los hombres que acceden al poder durante el llamado trienio
constitucional (1820-23) procedían del Gran Oriente
español; un grupo discrepante sale de las logias y, aceptando de
estas sólo el ritual y los símbolos, constituyen una
sociedad típica española, los Comuneros, donde se
sustituye la doctrina masónica por un especial ideal
revolucionario, burgués y liberal, aplicado a España. Es
este el momento de más fuerte influjo político de la
masonería española, particularmente en1822. En este mismo
año se funden masones y parte de los comuneros (el ala izquierda
de los comuneros pasa al carbonarismo), bajo la dirección de
Pérez de Tudela, terminando así por desvirtuarse lo que
quedara en las logias de primitivo espíritu masónico.
- En 1824, la masonería está prohibida y
de
nuevo en clandestinidad, sin embargo, entre las revoluciones de 1854
y1868, las logias españolas actúan con efervescencia en
los medios políticos, educacionales, intelectuales y militares,
adquiriendo un fuerte matiz anticatólico. Hasta 1868 no sale la
masonería a la calle, reconocida públicamente, asistiendo
los miembros de las logias con sus insignias y símbolos a los
entierros del infante Enrique y de Prim (1870). A raíz de la
revolución de 1868, la masonería española conoce
un periodo, aunque corto, de auge e influencia en la vida nacional. Los
responsables más directos de la revolución
pertenecían a las logias, civiles o militares; por ello, en la
Constitución de 1869 se cree percibir claras huellas del
espíritu masónico español que le dio vida. Este
papel decisivo jugado por la masonería en España perdura
durante el efímero reinado de Amadeo I, quien había
detentado elevados grados en las logias italianas. Con la
Restauración, en 1874, aparecen nuevas leyes que la prohiben y
desde entonces se ha querido siempre ver en ella un activo
artífice de los múltiples y contradictorios bandazos y
vaivenes de la política hispánica. De modo especial se le
atribuye una participación muy directa en la implantación
de las dos repúblicas españolas, estimándose que
jugaron un significativo papel en el desarrollo y desenlace de los
acontecimientos que originarán la Guerra Civil de 1936. En 1888,
los tres Grandes Orientes españoles, además del Supremo
Consejo de Colón en la Habana, se unificaron en uno solo,
formando logia aparte el Gran Oriente militar español.
- Definición y
finalidad.
- el eterno disfraz
de las
buenas intenciones
Acerca de la masonería existen multitud de conceptos y
apreciaciones, bien por la complejidad del movimiento, bien porque las
mismas definiciones que la masonería da de sí misma
suelen ser poco precisas, sin manifestar a veces sus verdaderos y
últimos fines, o sin indicar sus objetivos o logros en la
realidad.
- Según los ritos ingles y escocés, la
masonería es "un hermoso sistema de moral revestido de
alegoría e ilustrado por símbolos". El artículo
1º de los Estatutos del Gran Oriente de Bélgica es algo
más concreto: "una institución cosmopolita y en proceso
incesante, que tiene por objeto la investigación de la verdad y
el perfeccionamiento de la humanidad. Se funda sobre la libertad y la
tolerancia, no formula dogma alguno, ni descansa en él. Uno de
sus adeptos precisa más sus objetivos y la define así:
"La francmasonería es una asociación universal,
filantrópica, filosófica y progresiva, que procura
inculcar en sus adeptos el amor a la verdad, el estudio de la moral
universal, de las ciencias y de las artes, los sentimientos de
abnegación y filantropía y la tolerancia religiosa: que
tiende a extinguir los odios de raza, los antagonismos de nacionalidad,
de opiniones, de creencias y de intereses, uniendo a todos los hombres
por los lazos de la solidaridad y confundiéndolos en mutuo
afecto de tierna correspondencia".
- Uno de los artículos fundamentales de la
constitución de 1723 se expresa así: "todo masón
está obligado en virtud de su título, a obedecer la ley
moral; y si comprende bien el arte, no será jamás un
estúpido ateo, ni un irreligioso libertino. Así como en
los tiempos pasados los masones estaban obligados, en cada país,
a profesar la religión de su patria o nación, cualquiera
que esta fuese, en el presente nos ha parecido más a
propósito el no obligar mas que aquella en la que todos los
hombres están de acuerdo, dejando cada uno su opinión
particular: a saber, ser hombres buenos y verdaderos, hombres de honor
y probidad, cualquiera que sea la denominación o creencias
conque puedan distinguirse. De donde se sigue que la masonería
es el centro de unión y el medio de conciliar una verdadera
amistad entre personas que (sin ellas) permanecerían en una
perpetua distancia.
- De este texto y de las definiciones dichas, parece
que la
finalidad de la masonería es el ser una reunión de
hombres que creen en Dios (Ser Supremo), que respetan la moral natural
y quieren conocerse y trabajar juntos a pesar de la diversidad de
opiniones religiosas, o de su pertenencia a confesiones o partidos
opuestos. Pero bajo este difuso deísmo y filantropía se
puede intuir una realidad más profunda. León XIII en su
encíclica "Humanum Genus" puso de manifiesto como las doctrinas
religiosas, filosóficas y morales en que se inspira la
masonería como tal cualquiera que sea las opiniones particulares
de sus miembros, llevan a la negación de la existencia de Dios;
a la negación de la misma moral; y abre camino al
ateísmo, al panteísmo, al iluminismo, al espiritismo,
etc. En definitiva, los verdaderos y más profundos fines de la
Masonería son
la creación de una religión mundial y un gobierno
mundial.
Masonería regular e irregular.
- una multitud de
sectas
Al extenderse la masonería por Europa, esa finalidad
filantrópica y humanitaria que en sus principios se
proponía la masonería no se mantuvo. Al lado de la
masonería propiamente dicha, ordinaria, oficial, ortodoxa,
surgieron numerosas sectas, unas particularmente herméticas,
cabalísticas, eclécticas y seudomísticas
(martinistas franceses, pietistas alemanes) u otras netamente
políticas (iluminados bávaros); e incluso la
masonería regular conforme pasaban los años se iba
dividiendo en numerosas ramas y ritos.
El paso definitivo de esta ruptura lo dio el Gran Oriente de Francia en
1877 al borrar de sus estatutos la obligación, hasta entonces
exigida, de la creencia en el Ser Supremo al que dan el nombre de Gran
Arquitecto del Universo. De resultas de esta actitud se siguió
la condena de la Gran Logia de Inglaterra contra el Gran Oriente
francés. La posición adoptada por la masonería
francesa era consecuente con la actitud anticlerical, laicista y
racionalista que sus miembros propugnaban. El paso francés fue
secundado por muchos Orientes y Logias, tanto europeos como
hispanoamericanos, que no admitieron "como primera condición
para ser miembros de la masonería la creencia en el Ser Supremo,
condición ante la que no cabe ningún compromiso".
De la masonería, pues, no se puede hablar en un sentido
unívoco, ya que no existe una única masonería;
existen muchas manosearías independientes unas de otras
(masonería inglesa, norteamericana, alemana, austríaca,
escandinava, holandesa, el Gran Oriente de Francia La Gran Logia
Nacional francesa, las masonerías italianas, las
latinoamericanas, etc.) y dentro de estas mismas se da una variedad
extraordinariamente de ritos (Rito escocés antiguo y aceptado,
Rito de York, Rito escocés rectificado, Rito mixto universal,
etc.). A la hora de analizar la masonería se tendrá que
distinguir, más en cuanto a la finalidad que persiguen que en
cuanto a los principios fundamentales de su doctrina, una
masonería regular u ortodoxa, frente a una masonería
irregular y heterodoxa. La primera sigue más fiel a los
principios sobre los que fue fundada: creencia en un Ser Supremo,
respeto de la Biblia y no injerencia en cuestiones políticas y
confesiones, y ha preferido dedicar su actividad al campo humanitario;
Y la segunda es la propugnada por el Gran Oriente francés, atea,
sectaria y declaradamente anticatólica.
Doctrina.
- contra las
religiones del
mundo
Desde el punto de vista religioso: la masonería proclama como
principio básico e incontrovertible la independencia absoluta de
la razón humana frente a cualquier autoridad o enseñanza.
El naturalismo y el racionalismo son su punto de partida. Consecuencia
de esta radical decisión es la negación de la mayor parte
de deberes con Dios y el indiferentismo. Todas las enseñanzas de
la Iglesia no serían más que mitos de los que el hombre
moderno y culto debe librarse. En la recepción de los grados
supremos es de rigor la apostasía, bien de manera expresa, bien
mediante la realización de acciones sacrílegas que la
suponen. Como la Iglesia Católica afirma ser la encargada de
transmitir la enseñanza de Cristo, la masonería cae
fácilmente en el deseo de combatirla; no es de extrañar
que una de las metas más codiciadas de las sectas masonas
haya sido la de "suprimir la sagrada potestad del Romano
Pontífice y destruir por entero el Pontificado, instituido por
derecho divino"
Las verdades religiosas cognoscibles con la luz natural de la
razón y que son como los fundamentos de la fe - existencia de
Dios, espiritualidad e inmortalidad del alma, distinción entre
el bien y el mal, recompensa y castigos eternos, etc. - se convierte
pronto para los masones en producto de la superstición y del
fanatismo. Aunque suelen hablar, ejemplo: de un Ser Supremo con el
nombre de Gran Arquitecto del Universo, este resulta bien distinto del
Dios de la revelación cristiana, trascendente al mundo,
providente, personal. Para la masonería, Dios viene a ser una
palabra del vocabulario de los pueblos infantiles, que se repudia
cuando se alcanza la madurez de la civilización. Tal madurez
supone la emancipación de la humanidad de cualquier tipo de
"esclavitud", civil, religiosa y moral.
Así sea tolerancia inicial con las diversas nociones de Dios va
cambiando según se progresa en la escala jerárquica de la
masonería. En el Rito Escocés Antiguo y Venerado, uno de
los más difundidos, en el momento de recibir el grado 13, el
Gran Maestro recuerda al candidato: "cuando fuiste iniciado en nuestra
orden manifestasteis la idea de Dios según vuestro criterio y en
armonía con vuestras creencias religiosas. Aunque aprobado
nosotros vuestra manera de pensar sobre este importante asunto,
deseamos que os sirváis amplificar aquellas primeras opiniones
acerca de la existencia de Dios, y decirnos si habéis
establecido alguna modificación a cuanto entonces expresasteis,
como consecuencia de los estudios masónicos o de los dictados de
vuestra conciencia. Los francmasones no pueden fomentar la existencia
de Dios en el concepto sometido al efecto por las religiones positivas,
porque en este caso tendrían que mostrarse partidarios de una u
otra creencia religiosa, y bien sabéis que esto se
opondría al principio de máxima libertad consignado en
sus estatutos".
Moral masónica
el relativismo moral
en estado puro
La masonería "predica la moral universal, una e inmutable,
más extendida, más universal que la de las religiones
positivas, todas ellas exclusivistas, puesto que clasifican a los
individuos en paganos, idólatras, cismáticos..." Como en
consecuencia inmediata de esta vaga moral naturalista, se sigue
fácilmente la negación de toda norma moral objetiva (ley
eterna, ley divina, etc.), es el relativismo moral, que puede llegar,
en la teoría y en la práctica, a sostener el principio de
que el fin justifica los medios.
- Aunque quizá partiendo de la masonería
irregular, esta se ha mostrado especialmente activa, según
denuncia de León XIII, en la promulgación de leyes
anticristianas, prescribiendo las órdenes religiosas,
confiscando los bienes de la Iglesia, promoviendo activamente el
divorcio, suprimiendo la enseñanza religiosa de las escuelas,
quitando los emblemas cristianos de hospitales, aulas, tribunales de
justicia, etc., También cabe enumerar entre sus objetivos el
alejamiento de los sacerdotes de la cabecera de los moribundos, la
inhumación con un solo rito civil, etc. El resumen de
actividades de la Logi-Unión de los Pueblos, en 1891, proclamaba
que "todas las grandes leyes que desde hace veinte años han sido
aprobadas (en Francia), y las que se aprobarán en lo sucesivo,
han sido elaboradas en nuestros Talleres y han sido objeto de nuestros
trabajos"
- Desde el punto de vista filosófico: la
masonería acepta y patrocina todas las teorías que no
pretendan para sí la exclusividad de la verdad. Es un sistema
ecléctico en el que, rechazando toda apertura a lo sobrenatural,
caben tanto el ateísmo como el panteísmo, el iluminismo o
el espiritismo, las doctrinas maniqueas como el politeísmo. De
un modo más o menos oficial, los escritores masones han
presentado la filosofía del siglo XVIII, y el deísmo como
su propia enseñanza, si bien no decisiva. En la masonería
caven todos los sistemas filosóficos con tal que no tengan un
contenido católico. Su religión es la de la Humanidad; su
Evangelio, la Ciencia; su Dios, la Razón; filosóficamente
podría calificarse como un escepticismo y relativismo de tipo
práctico, y poco especulativo.
Declaraciones de la Santa Sede. Sustentando la masonería estas
doctrinas (naturalismo, racionalismo, indiferentismo, gnosticismo,
deísmo, etc.) no es de extrañar que la Santa Sede la haya
condenado repetidamente. La primera intervención, antes de la
división de la masonería, es de Clemente XII el 24 de
abril 1738 con la Constitución In eminenti: "Teniendo la
misión de salvar las almas. Nos ordenamos a todos los fieles, en
nombre de la santa obediencia, que no se agreguen a estas sociedades de
masones. También les prohibimos propagarlas o favorecerlas.
Todos los cristianos deben abstenerse de esas reuniones y congresos
bajo pena de excomunión inmediata, reservada exclusivamente a
Nuestra Persona". Benedicto XIV interviene de nuevo para acallar las
voces que sostenían que la Constitución In eminenti
había dejado de obligar (Constitución Providas, 18 de
mayo 1751).
Posteriores condenas son las de Pío VII, con la
Constitución Ecclesiam a Jesu Christo, de 12 sept 1821;
León XII, con la Bula Quo graviora, de 13 marzo 1825; Pío
VIII, con la Encíclica Traditi, de 21 de mayo 1829; Gregorio
XVI, con la Encíclica Mirari vos de 15 agosto 1832; Pío
IX, con la Encíclica Qui pluribus de 9 noviembre 1846 y Quanta
cura de 8 diciembre 1864; y el mismo Pío IX en la Bula
Apostolicae Sedis de 12 octubre 1869 resume así las sanciones
contra la masonería: "declaramos sometidos a la
excomunión latae sententiae reservada al Soberano
Pontífice a todos los que dan su nombre a las sectas de los
masones o carbonarios, o bien a las asociaciones del mismo genero que
conspiran, ya públicamente, ya en secreto, contra la Iglesia o
las legítimas potestades; y a quienes favorecen esas sociedades,
de la manera que sea; y también a quienes no denuncien a sus
jefes y directores, hasta que los denuncien". Documento importante es
la Encíclica Humanum genus, 20 abril 1884, de León XIII,
donde se exponen los fundamentos últimos de la secta y los
peligros que entraña para la fe. Es también importante la
alocución consistorial de 20 de noviembre 1911 de Pío X
(AAS 30 nov. 1911); la Sagrada Congregación del Santo Oficio
(actualmente Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe) el
27 de junio 1838, declaraba que en la condena general están
comprendidas también la masonería escocesa, irlandesa y
norteamericana. Pío XII, el 24 junio 1958, señaló
como "raíces de la apostasía moderna el ateísmo
científico, el materialismo dialéctico, el racionalismo,
el laicismo, y la masonería, madre común de todas ellas".
La disciplina vigente está recogida en los cánones 684,
2335 y 2336 del CIC. En el primero se prohibe a los fieles dar el
nombre de asociaciones secretas, condenadas, sediciosas, sospechosas o
que procuran sustraerse a la legítima vigilancia de la Iglesia.
En el segundo, se indica que los que dan el nombre a la secta
masónica incurren ipso facto en excomunión. En el tercero
recoge las penas impuestas a los clérigos que dan su nombre a la
secta masónica.
- Origen.
- secta (re?)nacida
en el
siglo XVIII
Los masones definen que ellos no son una secta, sino un pensamiento
filosófico. Sin embargo, la mayoría de los autores que
escriben sobre sectas, los incluyen como una más. La
masonería tiene afinidad con los movimientos esotéricos,
es pseudo-espiritual y pseudo-religiosa. Varias de las sectas que hemos
tratado han estado relacionadas de una forma u otra con la
masonería. La Teosofía, el Espiritismo de Allam Kardec,
los Rosacruces.
Es muy discutido el origen de la masonería. Algunos autores lo
sitúan en los comienzos de la antigüedad oriental; otros
admiten que su fundador fue Hiram Abif, arquitecto del templo de
Salomón, que había sido masón; otros más
dicen que se deriva de corporaciones de operarios creados por Numa, en
el 715 A.C. Cierto autor masón afirmó que Jesús
usó muchas enseñanzas masónicas en su doctrina, y
que el origen de la masonería se pierde en la noche de los
tiempos.
- Como vemos:
- En cuanto a los orígenes de la
masonería se
han dicho diferentes cosas. Se ha afirmado que proceden de Egipto, del
templo de Salomón y de ministerios antiguos. Sin embargo su
nombre proviene de la palabra inglesa "free-mason" que designa al
obrero que pule la piedra. Se trata de albañiles libres que se
organizan en forma especial para asegurar formar un grupo de
trabajadores calificados. Eso sucede en la edad media. Este grupo
incluye los que no pertenecen a él. Para lograr esto guardan
secretos técnicos y profesionales sobre palabras, signos y
manejo de instrumentos. Para que esto sea efectivo y el secreto se
guarde hacen un juramento. En su origen la masonería tuvo
incluso patronos; uno de ellos fue San Juan Bautista.
Luego los masones evolucionan y cambian de espíritu. En 1717 se
unieron cuatro logias y formaron la gran logia de Londres. Esta
siguió en 1723 las Constituciones de J. Anderson, que era una
reglamentación jurídica. Ahora sus trabajos y
arquitectura toman un sentido simbólico; ya no se trata de
construir catedrales de piedra como lo hicieron anteriormente, sino de
edificar la catedral humana, el hombre ideal, esto se hace para dar
gloria al gran Arquitecto del Universo que es Dios. En el siglo XVIII
la masonería se extiende por Europa y América.
Después de 1815 una parte de la masonería toma otro
sentido político y religioso especialmente en Francia, Italia y
otros países latinoamericanos; algunos se unieron a los que eran
adversarios del orden religioso y monárquico; en Italia
quisieron conseguir el fin del papado y de la Iglesia; en Francia
defendieron las leyes anticlericales de la tercera república; en
España defendieron la república que terminó en
1936. A esta línea de masonería se le llamaba
"irregular". Era más intelectual, humanista y racionalista. La
logia del "Gran Oriente de Francia" prohibió ya en 1877 hablar
del "gran Arquitecto del Universo", es decir, de Dios. La de Inglaterra
no siguió este camino y defendió incluso principios como
"la fe en la gran voluntad revelada". La masonería ha sido
prohibida en varios países por razones políticas y
religiosas.
En varios países de América Latina, la masonería
estuvo ligada a su independencia e historia. No estuvo tan ligada a la
Gran Logia de Inglaterra que era conservadora, ritual religiosa. La
francesa fue diferente. "El ejemplo francés, anticlerical,
laicista, racionalista y no pocas veces declaradamente ateo, fue
imitado por muchos Orientes y Logias de América Latina, hasta
nuestros días".
Por eso, en muchos casos, nos hemos encontrado con masones deistas,
anticlericales, racionalistas y defensores de la libertad absoluta de
conciencia. No hubo demasiados deseos de entendimiento con la Iglesia
Católica. Cuando se dieron contactos fue más bien a un
nivel personal. Claro que después del Concilio Vaticano II se
dio un ambiente diferente e intentos de cambios. Pero como veremos
posteriormente los logros no son tantos.
No obstante lo dicho: La propaganda masónica declara que la
masonería es una institución esencialmente caritativa,
filantrópica, filosófica y progresista; que tiene como
meta la indagación de la verdad, el estudio de la moral, el
combate de la superstición y la práctica de la caridad;
que en ella quiere trabajar solamente para el mejoramiento material y
social de la humanidad; afirman reconocer y defender la existencia de
Dios, la prevalencia del espíritu sobre la materia y que, por
eso, ningún ateo o materialista puede ser masón, que la
masonería no se opone a la religión, mucho menos a la
Iglesia Católica, más bien recomienda que cada uno
practique su religión; que no hay ninguna incompatibilidad entre
la masonería y la Iglesia; que la masonería proclama la
tolerancia y el respeto a las convicciones religiosas y
políticas de los otros, la autonomía de la persona
humana, el amor a la familia, la fidelidad a la patria y la obediencia
a la ley; que ella considera a todos los hombres hermanos, libres e
iguales, cualquiera que sea su raza, nacionalidad o religión;
que sus leyes, constituciones y reglamentos prohíben
expresamente hablar o discutir sobre política o religión;
que hubo incluso obispos, curas y frailes ilustres miembros de la
masonería sin que hubiera percibido la más mínima
dificultad contra su fe y sus convicciones católicas; que sus
leyes y rituales exigen constantemente que el verdadero masón
sea virtuoso, ejemplar, de buenas costumbres, muerto para el vicio, sin
errores ni perjuicios, observante de la ley, patriota, cumplidor del
deber, apóstol del bien, generoso, devoto, confiante,
pacífico, hermano de todos, protector de las viudas, abogado de
los oprimidos..."
Sin embargo, también se exige al masón no profesar
ideologías cristianas en sus principios, ser progresista,
guardar los secretos, jurar bajo diversas penas incluida la muerte. En
la masonería se dan misterios, secretos, esoterismo. Por eso los
consideran secta. Lo afirmado consta en su documento oficial.
Doctrina
No se puede hablar de principios universales que sean válidos
para todos los masones, ya que hay diferencia entre ellos. Sin embargo
podemos decir que destaca el siguiente pensamiento.
La existencia de Dios.
- Muchos masones lo aceptan como el "Gran Arquitecto
del
Universo". Se trata de un Dios constructor del mundo, ordenador de la
materia. Falta la idea de un Dios personal con el que el hombre se
puede comunicar. Lo más importante en la existencia de una
"fuerza superior". Se cae en un deísm
- La libertad.
- Teóricamente los masones defienden el derecho
a
pensar libremente, a creer lo que cada uno desee.
Pero ya hemos visto que a algunos masones les imponen normas y
juramentos que les quitan la libertad. Cuando a uno le dirigen el
pensamiento y le exigen no decir nada de los secretos que encuentre no
le conceden una absoluta libertad de conciencia. Los masones no pueden
fomentar la idea de Dios de una religión, porque irían
contra su principio de máxima libertad.
- Importancia de la
razón.
- Los masones le conceden toda la fuerza a la
razón y
a la conciencia, dicen que la razón es autónoma. Para los
católicos la razón tiene importancia; pero la verdad se
encuentra entre la adecuada relación entre la razón y la
fe, entre razón y comprensión de la revelación
divina. Así evita uno ser un "racionalista". Los masones basan
su verdad en la razón y la ciencia.
- Tolerancia e
indiferencia.
- La mayoría de los masones dicen que ellos son
tolerantes con todos, que no imponen dogmas y que solo admiten lo que
se discute racionalmente. Sin embargo el hecho de considerar todas las
religiones iguales y no optar por ninguna es un indiferentismo
religioso. Para el cristiano la revelación de Dios es
garantía de verdad; en la Biblia explicitada por la Iglesia
asistida por el Espíritu Santo está toda la verdad sobre
Dios, el hombre y el mundo. No obstante esta tolerancia, no se permite
discutir los principios masónicos, cambiarlos o ponerlos en
duda.
- La enseñanza
laicista.
- Los masones al tratar de mantenerse
públicamente
indiferentes ante la religión concreta han defendido los estados
y la enseñanza laica o sin religión. Por eso han
defendido tanto la separación entre Iglesia y Estado.
También han luchado por escuelas públicas sin las clases
de religión. Muchas veces su actitud privada ha sido deferente,
ya que han enviado sus hijos a colegios católicos. Ciertamente
Dios y la religión no estorban al hombre, sino que le ayudan.
Los masones, al defender teóricamente la libertad de conciencia
para no caer en el fanatismo, violencia e injusticia, terminan en la
neutralidad. El mismo Estado tiene que ser indiferente y neutro
respecto de las religiones concretas. Pero ya hemos señalado que
no son neutros respecto de sus principios, doctrinas, rituales y
normas. En el fondo se cae en un agnosticismo.
Moral y religión
natural.
La moral no debe estar ligada a ninguna creencia religiosa ni basarse
en pretendidas revelaciones divinas. Si queremos creer en las numerosas
declaraciones oficiales, la finalidad de la masonería
sería "el estudio y la práctica de la moral". Pero, hemos
visto, una moral sin Dios, sin Cristo, sin Evangelio, incluso sin
concepciones metafísicas. La religión oficial y
pública debe mantenerse en los límites de la
religión natural indicados por las verdades básicas
pacíficamente aceptadas y comunes a todas las religiones.
- Además de esta religión común a
todos,
se deja a cada uno sus creencias individuales. Pero también
existen críticas a la religión católica y sus
prácticas. La masonería aparece como una sociedad secreta
de fines filantrópicos y humanitarios. Su filosofía es
religiosa, muy parecida al deísmo. (Deísmo =Palabra en
extremo compleja. Se trata de un sistema que, si bien admite a un Dios
personal, rechaza algunos de sus atributos positivos o, cuando menos,
su acción reveladora. Es exactamente ese aspecto negativo que ya
señaló Bossuet, calificándolo de "ateísmo
disfrazado".Hacia la mitad del siglo XVI aparecen unos adversarios del
cristianismo ostentando por vez primera el nombre de "deístas".
Sin embargo, en Inglaterra es donde, en la segunda mitad del mismo
siglo, se consolida dicha doctrina. Voltaire, Rousseau y los
enciclopedistas fueron los que contribuyeron a su desarrollo en
Francia. Gran parte de los errores propugnados por este sistema
están solemnemente condenados por el ConcilioVaticano).
- En 1717 fue fundada la Gran Logia de Londres, por el
reverendo anglicano James Anderson y por el hugonote refugiado Jean
Theophile Desaguliers. Sus principios fundamentales, al inicio fueron:
tolerancia religiosa; fe en el progreso de la humanidad; fe en Dios;
cierto racionalismo que excluye las formas exteriores de la
religión organizada como iglesia; aversión contra el
sacerdocio oficial, contra la fe en los milagros y otros".
- Relación con
la
Doctrina católica.
- Entre la Iglesia Católica y la
masonería se
mantuvieron conversaciones oficiales en los años 1974-1980, por
encargo de la Conferencia Episcopal Alemana. Se trató de
constatar si la masonería ha experimentado cambios, tales que
consientan a los católicos a pertenecer a ella. Se han estudiado
los tres primeros estadios o grados de pertenencia a la secta.
Después de atento examen, la Iglesia Católica ha
constatado que existen contrastes fundamentales insuperables. En su
esencia la masonería no ha cambiado, la pertenencia a la
masonería pone en duda fundamentos de la existencia de Cristo;
debido a que no ha sufrido cambios en la actualidad se llegó a
la conclusión obvia: No es compatible la pertenencia a la
Iglesia Católica y al mismo tiempo a la masonería.
- Las razones son:
a.
El relativismo y el subjetivismo son convicciones fundamentales en las
actitudes masónicas.
b. El concepto masónico de verdad niega rotundamente la
posibilidad de un conocimiento objetivo de la verdad.
c. El concepto masónico de religión es relativo: todas
las religiones serían para expresar la verdad sobre Dios.
d. El concepto masónico del gran arquitecto del Universo es
deísta, un Dios que no sería un ser personal, sino
más bien neutral, un "algo".
e. El concepto masónico de Dios no admite la posibilidad de una
verdadera revelación o automanifestación de Dios.
f. El concepto masónico de tolerancia no se relaciona solamente
con las personas sino también con las ideas, aunque sean
contradictorias.
g. Los rituales masónicos dan la impresión de ser, pero
no son sacramentos.
h. El concepto masónico sobre el hombre perfecto: lo que vale no
es la gracia sino la virtud, y está en un sentido de
autorredención, que no deja lugar para la doctrina cristiana
sobre justificación.
i. La espiritualidad masónica pide de sus adeptos una total y
exclusiva pertenencia, dedicación y entrega, que ya no deja
lugar para las exigencias espirituales de la Iglesia.
- Organización.
- Está organizado en ritos que se dividen en
grados.
Unos grupos tienen más grados que otros. Así el de York
tiene 10 y el escocés 33.
De esta forma presenta José Cabral los aspectos principales:
Los juramentos: Para
cada grado de la masonería hay un juramento específico
con las promesas evangélicas. La realidad es que el masón
jura no revelar cosas que todavía no conoce.
El ritual de
iniciación: Para el primer grado (aprendiz) se le pone
una venda en los ojos, y con vestimentas especiales se le conduce a la
puerta del templo, donde él afirma que es un profano que se
está allegando a la luz de la masonería. Y así, en
forma semejante, se suceden los rituales para cada grado.
- Los símbolos:
Se usan mucho los instrumentos del albañil y del arquitecto,
así como los que usaban los sacerdotes del Antiguo Testamento.
El delta -triángulo que tiene en el centro un ojo que representa
todos los atributos de la divinidad- se encuentra encima del trono del
venerable Maestro, entre el sol y la luna, que representan las fuerzas
del sumo Creador. La escuadra representa la mortalidad; el nivel, la
igualdad y la plomada, la rectitud
- El culto: El
segundo código
masónico dice que el verdadero culto a Dios consiste en las
buenas obras. En el ritual empleado para el candidato a Maestro
Masón (grado 3), el venerable abre y cierra el trabajo en nombre
de Dios y de un patrono, digamos, "San Juan de Escocia". El absurdo es
evidente.
Las oraciones: Hacen
oraciones; con todo, no las hacen en el nombre de Jesús, como lo
enseña la Biblia, ni tampoco lo mencionan a Él.
Ceremonias fúnebres:
En los funerales hay una ceremonia en la logia, sin la presencia del
cuerpo del fallecido; otra en una iglesia o en una residencia; y otra
en el cementerio. En todas ellas se enfatiza la salvación por
las obras y se afirma que el fallecido está pasando de la logia
terrestre a la logia celestial. Lógicamente, esta manera de
hablar se fundamenta en que la masonería cree que su adepto
está salvo: una salvación sin Cristo y sin su sangre
expiatoria.
-
- En cuanto al funcionamiento concreto nos encontramos
con
una logia que es una agrupación de masones, presidida por un
maestro. Una obediencia o Gran Logia que es una federación de
logias presidida por un Gran Maestro. Igualmente se llaman logias
"a los templos o locales donde se reúnen o trabajan;
también se llaman escuelas, talleres, templos o santuarios". El
delantal es el símbolo del trabajo y de la jerarquía
tradicional de aprendices, compañeros y maestros.
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