Sin
embargo, su hermano menor, el príncipe Joaquín, quien se
casó en 1995 con Alexandra Manley, una experta en banca de inversión,
ha sido considerado a menudo como más distinguido y regio que su
hermano.
"En
su juventud, Federico pareció inseguro y reservado y algunos sugieren
que Joaquín era más adecuado para subir al trono",
dijo Bjorn.
Pero
el estilo sencillo de Federico ha tenido buena acogida entre los daneses,
quienes son partidarios de la igualdad y se han impresionado por sus logros
físicos y académicos.
Como
prueba de ello, en encuestas como las de la firma Gallup el príncipe
ha sido elegido en varias ocasiones como el "Danés del año".
A
diferencia de las instituciones de élite elegidas por otras familias
reales, Federico se educó en un colegio público y se unió
al ejército en 1986, comenzando desde abajo.
Ha
realizado exhaustivas prácticas en las tres ramas de las fuerzas
armadas, tiene tatuajes como su abuelo Federico IX y completó un
duro entrenamiento en los cuerpos de buceadores de élite.
En
2000, Federico se fue en una expedición de tres meses al Artico,
en el norte de Groenlandia, zona que pertenece a Dinamarca.
También
ha estudiado Ciencias Políticas en la Universidad de Harvard y
en la danesa de Aarhus, ha trabajado en una misión de las Naciones
Unidas en Nueva York y ha ejercido como primer secretario en la embajada
de Dinamarca en París.
Aficionado
a los caballos y a la navegación, conoció a su futura esposa
en los Juegos Olímpicos de Sydney en 2000, mientras acompañaba
al equipo olímpico de su país.
CNN
en español, 14 de mayo, 2004 |