Mary,
que desde su matrimonio tiene tratamiento de alteza real, llego con siete
minutos de retraso a la Catedral de Copenhague, acompañada por su padre,
el profesor de Matematica John Donaldson, en una limusina de 1970.
La novia
lucia un vestido blanco nacarado del modisto danes radicado en Milan Uffe
Frank.
Entallado, llevaba unas originales mangas a las que su creador ha dado el
nombre de "cala" y una falda con originales pliegues.
Se adornaba con una tiara, regalo de la reina Margarita, y pendientes de platino,
diamantes y perlas de los mares del Sur.
Aparentemente
tranquila, Mary llego al altar, donde su prometido llevaba 20 minutos esperandola.
Federico, acompañado por su hermano y padrino Joaquin, estaba emocionado.
Despues
de saludar a la reina Margarita con una reverencia, la novia dio dos besos
en la mejilla a su futuro marido.
Mary tuvo que convertirse a la fe evangelica luterana y renunciar a su doble
nacionalidad australiana y britanica.
Muy cerca
de ellos estaban sus familias y representantes de las monarquias de todo el
mundo.
Por parte de la novia, asistieron su padre, que enviudo de la madre de Mary
hace años; su actual mujer, la escritora Susan Moody; sus dos hermanas,
Jane y Patricia, y su hermano.
Frente a ellos se encontraba la familia del novio: sus padres, la reina Margarita
y su marido, Enrique de Monpezat, y su cuñada Alexandra Manley.
El principe Joaquin, que actuo de padrino, estaba al lado del novio.