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En
el país de los tulipanes, uno de los lugares del mundo más avanzados social
y económicamente, las noticias de la realeza siguen fascinando, y toda Holanda
no hablaba ayer de otra cosa. Máxima, que ya aprendió perfectamente el holandés,
sabe cumplir con el protocolo a rajatabla y sonríe constantemente para las cámaras.
A los holandeses les cae muy simpática y la adoran.
Para la Casa Real holandesa, el nacimiento de la hija de la argentina es una
noticia muy esperada, que contrasta con la racha de escándalos de los últimos
meses. En octubre de 2002 falleció el príncipe Claus, esposo de la reina Beatriz.
Poco tiempo después, la princesa Margarita acusó públicamente a la reina de
abusar de su poder y utilizarlo en contra de ella y de su marido. Más tarde,
quien pasó a los titulares fue el hermano de Guillermo Alejandro. El príncipe
Johan Friso tuvo que renunciar a heredar la corona para poder casarse con su
novia Mabel Wisse Smit, amiga durante algún tiempo de un conocido mafioso ya
fallecido.
Holanda amanecio vestida de fiesta por el nacimiento, con banderas en las calles
decoradas con gallardetes naranja, el color oficial de la dinastía de los Orange. |
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