Disgustos de principes | ||||||||||||
Denuncia
de la embajada holandesa
A Máxima le robaron una cámara digital y difundieron las fotos Tenía imágenes de la boda de su amiga y de la intimidad con su hija y el príncipe Ni la princesa Máxima se salvó de la inseguridad en el país. Durante su última visita a Buenos Aires, a la esposa del heredero del trono holandés le robaron la cámara digital con la que retrató los momentos más felices de la boda de su amiga y de su viaje junto al príncipe Guillermo Alejandro y la pequeña hija de ambos, Catharina Amalia. La desventura de la princesa -tras un robo del que no se conocen mayores detalles y que aún no fue denunciado en la policía- no acabó sólo con la pérdida de sus recuerdos. Ayer la embajada de Holanda denunció que, por lo menos, dos medios argentinos publicaron las fotos robadas y que el gobierno holandés accionará legalmente contra ellos. El vocero de la representación diplomática en la Argentina, Floris van Hövell, aseguró a LA NACION que el gobierno holandés radicará hoy una demanda en la justicia argentina y otra en la holandesa contra dos medios locales. Explicó que luego del robo existió una agencia de fotografía, que no pudo identificar, que ofreció a distintos medios imágenes en las que se ve a Máxima bailando en la fiesta de casamiento de su amiga Samantha Deane. En otra aparece con su beba a bordo del avión de Air France. Una tercera retrata al príncipe mirando a la pequeña como un "papá baboso", muy paternal. Y otras más en las que Máxima y Guillermo posan ante los flashes que dispara la niñera, haciendo para su hija toda clase de gestos que se alejan de la rigidez del protocolo de la casa real. |
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"La
cámara de la princesa Máxima fue robada -garantizó a LA
NACION Van Hövell-. Y aunque durante su estada la princesa no realizó
la denuncia ante la policía argentina, los representantes diplomáticos
la presentarán mañana [por hoy] y también dos demandas
contra medios argentinos que las publicaron o difundieron". Hace cuatro
días, las imágenes llegaron al mercado holandés, pero los
mismos medios de ese país, que suelen ser muy cuidadosos con la publicación
de asuntos vinculados a la casa de Orange, se negaron a colocarlas en sus ediciones
y denunciaron su existencia al gobierno holandés.
"Estas imágenes, obtenidas ilícitamente, estarían ofreciéndose a la venta. La cámara contiene gran cantidad de imágenes pertenecientes al ámbito privado de la princesa y el príncipe de Orange, la familia real y de otras personas", alerta el comunicado que difundió ayer la embajada. La noticia del destino final que tuvo la cámara robada le llegó a la princesa Máxima apenas anteayer, alertada por algunos familiares que viven en la Argentina. Personas muy vinculadas a la familia Zorreguieta habrían identificado que las fotos que se publicaron en distintas revistas del corazón eran las que ellos mismos les habían sacado a la princesa con la cámara, antes del robo. La pareja real quedó muy dolida por la difusión de dichas imágenes. Y, según el vocero de la embajada, algunos medios holandeses se refirieron al hecho como parte de "la presencia invasiva de los medios argentinos" durante la visita real. El gobierno holandés insistió en que está prohibida la tenencia, compra, publicación o difusión de esas imágenes, bajo cualquier forma. "Tales actos son ilegales y configuran un delito de violación grave de la intimidad y derechos de las personas que aparecen en las mismas", destaca el comunicado. Y enfatiza
que accionará legalmente contra todo medio que las difunda, así
sea para referirse al episodio del robo: "En tal caso se solicitará
al Ministerio Público la iniciación de las acciones que correspondan".
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