Autismo.
Boletín nº 14
AUTISMO - ADOLESCENCIA Y EDAD ADULTA -
MANEJO DE COMPORTAMIENTOS PROBLEMATICOS.
POR LA DRA. ANN HUNT.
Informe de una reunión celebrada en el Castle Priority
College, del 2 al 4 de Septiembre de 1988, organizada por John
Mortlock, Director de la Asociación de Autistas de Mid -
Counties.
En 1988, el Castle Priory College, escuela de formación de
la Asociación de Espásticos, organizó dos
cursillos de fin de semana dedicados a los problemas de los autistas.
La primera de esas dos reuniones giró en torno a los
niños y su resumen se publicó en el boletín
nº 12 " Niños autistas - Cómo enseñar las
técnicas básicas para la vida ". Ya en el primer
cursillo se advirtió que existía un interés
considerable a cerca de lo que ocurriría cuando esos
niños se hicieran adultos - ¿ Se desvanecería
milagrosamente el problema ? - ¿ Qué tipo de asistencia
comunitaria necesitan los autistas adultos ? Para responder a todo
ello, John Mortlock organizó la segunda reunión, que
hemos reflejado en el presente boletín.
El Dr. Jack Bavin es el psiquiatra consultor de Stroud Court,
institución de Gloucestershire en la que residen adultos con
conductas autistas, que puede oscilar desde un trastorno profundo de
la comunicación y otros problemas hasta la normalidad, pasando
por dificultades de tipo intermedio. Resulta a menudo muy
difícil comunicar con los autistas y la mayoría de las
veces hay que estar adivinando en qué consiste la
situación, ya que los autistas no pueden comunicar a los
demás de qué se trata. La inteligencia de los autistas
varía de forma similar a la de los no-autistas, pero como
resulta sumamente arduo hacerle los tests psicológicos
habituales a los autistas, es posible que muchos posean un C.I.
superior al que arrojan los resultados de las pruebas. El autismo
produce diferentes anomalías del comportamiento y por ello,
los problemas de conducta de los autistas muestran diferencias
individuales y distintas obsesiones o actitudes que reflejan toda una
gama de experiencias o necesidades vitales. También cabe la
posibilidad de que se sume al autismo una enfermedad mental.
El autismo es:
a) un problema de las relaciones
b) un problema de la comunicación
c) un problema de la rigidez de comportamiento
a) Relaciones.- Se ha comprobado en varios experimentos que
incluso un recién nacido establecerá contacto visual
con los "ojos" de una más cara. A menudo, la primera
sensación de autismo que percibe una madre es cuando
está alimentando a su hijo y el bebé no la mira a la
cara como hacen otros niños. El bebé también
perece incómodo ante los cariños de la madre. En una
conducta natural de afecto, un bebé llora para pedir alimento,
que la madre le aporta, por lo que ésta se con vierte en la
representación del " consuelo " para el bebé. Pero un
niño autista es indiferente a las manifestaciones de consuelo
y puede ocurrir que parezca que rechaza a la madre; ésta es la
experiencia más perturbadora para los padres de un niño
autista. Si un niño no muestra interés por las
interacciones ni relaciones, ni busca la compañía,
copia conductas o busca la aprobación, puede ser muy
difícil impartirle una enseñanza. Por mucho que lo
intenten los padres, puede ser exasperante no obtener respuesta
alguna, por lo que resulta sumamente comprensible si los padres dejan
de intentar ayudarle.
Los autistas adultos hacen, sin embargo, intentos muy
débiles de entablar relaciones. Se da corrientemente la
situación de que aparecen jóvenes asistentes sociales,
con 19 años, que trabajan muy duro durante un año y
luego, cuando el autista adulto comienza a desarrollar una
relación, el asistente desaparece. Puede dar la
impresión de un castigo por haberlo intentado, y surgir
problemas de conducta durante un tiempo, con lo que puede resultar
más difícil formar una relación con el
próximo asistente.
En las relaciones, la rigidez o la falta de flexibilidad
también supone un problema. En el desarrollo normal aprendemos
una regla y luego la modificamos - aprendemos a decir la verdad, pero
luego aprendemos también a no decirle a la tía
María lo gorda que está -. Los autistas adultos que son
conscientes de la existencia de relaciones entre adultos pueden
desear tener una amiga o amigo - pero parecen necesitar un
código de reglas sobre tales relaciones - y luego, una vez
aprendida la regla, la rigidez los invade y no pueden aplicar las
reglas con flexibilidad, no se permite modificación alguna.
La gente corriente aprende la mayoría de las cosas mediante
el sistema de gratificaciones de las relaciones sociales, pero esas
gratificaciones no están al alcance de los autistas y hay que
encontrar otras gratificaciones que estimulen su aprendizaje. Los
elogios son a menudo un refuerzo muy débil y algunas
recompensas pueden ser muy insólitas, como en el caso de un
niño al que se consiguió enseñar a controlar los
esfínteres dejándole que soplara en un reloj de flor
cada vez que lo lograba. A menudo jugar con agua o la música
son refuerzos poderosos para las personas de conducta autista. Entre
otras barreras que obstaculizan el aprendizaje figura cualquier
comportamiento estereotipado preexistente en el niño, como
estirar o enrollar una cuerda y la actitud de reserva autista que se
produce ante cualquier intento de actividad de grupo.
Por ello, cualquiera que cuide o enseñe a un autista no
podrá basarse en las consecuencias fundamentales normales de
que esa persona escuchará cualquier cosa, hará
cualquier cosa, disfrutará con cualquier cosa o res
ponderá a los elogios de la misma manera que lo hace la gente
en general.
b) Comunicación.- Los seres humanos transmiten y reciben
mensajes verbales y no verbales y absorbemos los mensajes no verbales
casi de forma inconsciente. Alguien que sea profundamente autista
carece a menudo de lenguaje o tiene muy pocas palabras, pero
además no presta atención al comportamiento no verbal.
Un autista puede desarrollar el lenguaje,es decir,las palabras, pero
no usar las palabras para comunicarse. A veces aprenderán la
palabra completa "plátano" pero luego no la volverán a
utilizar nunca más. Incluso los afectos de un autismo moderado
pueden usar la gramática de forma incorrecta " yo querer mi
cena " y ser incapaces de aprender por imitación las reglas
gramaticales correctas, igual que los niños corrientes y
molientes aprenden el uso correcto. Otro problema común es la
ecolalia ( repetir como un eco palabras o incluso frases enteras,
bien inmediatamente o al cabo de un cierto tiempo). Los que
están obsesionados con un tema, por ejemplo los coches Ford,
pueden forzar la conversación para que gire en torno a ese
tema. La conversación puede carecer también de
espontaneidad y consistir sólo en respuestas a las preguntas.
c) Rigidez.- Puede haber rigidez en los intereses (cuando la
persona sólo está interesada en una actividad el
día entero)o rigidez de conducta o lenguaje,o comportamiento
errático, rutinas rígidas que hay que seguir o conducta
negativa cuando la persona se niega a hacer lo que se le pide o sigue
haciendo lo que uno no quiere que haga. Puede haber miedos
exagerados, como el miedo a los perros que ladran fuerte, son
imprevisibles e insisten en jugar contigo saltando encima tuya,
coexistiendo con la falta de miedo a cosas que sí
deberían suscitarlo, como son los camiones o ríos
impetuosos. Puede haber usos anormales de los sentidos, evitar mirar
a las personas u objetos, taparse los oídos para impedir que
lleguen los sonidos, olisquear la comida, a la gente o la ropa.
Pueden darse intereses obsesivos que hay que estar discutiendo
siempre o actividades obsesivas como doblar la ropa o rehacer la cama
o apegos extraños a ciertos objetos, como el jabón. En
los autistas capacitados se da un sentido del humor de niño
travieso, con risas en los momentos socialmente más
inadecuados.
A veces, los autistas parecen aprender sin practicar primero,
pueden hacer cosas sin que parezca que han estado mirando y sin una
fase previa de ensayo y error. Pero quizá estén mirando
de reojo y practicando mentalmente antes de hacer un primer intento
perfecto. E incluso los autistas más profundos tienen a veces
una excelente memoria en los momentos más insospechados.
John Mortlock habló luego sobre la adolescencia de los
autistas y sí re presentaba la entrada en la edad adulta. El
autismo es un diagnóstico que se ha hecho fundamentalmente en
niños.
¿ Era posible entonces ser un autista adulto ? Desde el punto
de vista histórico, empezaba como un trastorno de la infancia,
pero a medida que el niño crecía había que ir
creando servicios para adultos. Desde el punto de vista
diagnóstico, si la conducta no se había presentado
antes de los 36 meses de edad, no era un autismo. ¿ Era posible
diagnósticar el autismo en un adulto de 33 años que
había pasado en un hospital para trastornos mentales la mayor
parte de su vida ? En 1980, la Asociación Nacional de
Niños Autistas cambió su nombre a Asociación
Nacional de Autistas para otorgar reconocimiento a ese problema y
estaba buscando en la actualidad instalaciones para adultos autistas.
Nadie con más de 30 años va a tener el
diagnóstico de autista en su historial, y es poco probable que
se encuentre en nadie que tenga más de 25, pero el problema
estaba ahí aunque en su momento no hubiera sido reconocido.
Para los niños normales la adolescencia representaba una
época en que se producía un cambio en la conciencia
social, un desarrollo del concepto de autoidentidad, una
intensificación de la autonomía, un incremento de la
comprensión intelectual y un despertar de la sexualidad del
individuo. Sin embargo en un estudio americano de autistas
post-adolescentes se halló que sólo un 10% llevaban una
vida normal o casi normal en el seno de una familia y menos del 5%
desempeñaban un trabajo que les permitía ganarse la
vida. Así que para los autistas la adolescencia
introducía también una transformación en las
pautas de conducta que la sociedad esperaba de ellos y un gesto que
era tolerado en un niño, era mal interpretado como una
agresión en alguien de 1,80 mts.. El pensamiento en un
adolescente normal, cambia para comprender conceptos abstractos, pero
incluso los autistas de inteligencia normal seguían siendo
incapaces de percibir la verdad general en que se basaba la regla
aprendida.
Para tratar de averiguar qué es el autismo "puro",
Elizabeth Newsom estudió al grupo de autistas más
capacitados, aquellos que tenían una inteligencia normal, que
en algunos casos habían ido a la universidad y
desempeñado un empleo. Entre los 20 y 30 años, el
problema más grave de los componentes de este grupo era la
depresión clínica. La mayoría de ellos
quería una pareja del sexo opuesto, ya que eran conscientes de
que eso es lo que hacía la gente "normal", pero no
sabían cómo arreglárselas, estaban siempre fuera
de los grupos. Un joven le explicó a su madre la tristeza que
sentía porque, cuando las chicas miraban a otros hombres, sus
ojos decían " ven aquí ",pero cuando lo miraban a
él, sus ojos decían "aléjate". Aunque maduros
desde el punto de vista físico, la mayoría no era
consciente de su sexualidad.
Por consiguiente durante la adolescencia, los aspectos positivos
para los autistas consistían en una disminución de la
hiperactividad, de forma que podían concentrarse mejor y
aprender más; una reducción de los comportamientos
autistas que les permitían tener intereses más amplios;
y un aumento de su autocontrol. Sin embargo, seguían siendo
incapaces de proyectar su personalidad, seguían siendo
dependientes de los demás, no podían buscar su propia
seguridad y la sociedad ya no aceptaba su conducta, desde el punto y
hora en que eran adultos.
La independencia quizá sea sólo una ficción
inventada por las personas amables que les rodeaban y aunque algunos
se las arreglaban por sí mismos, era contando con el respaldo
de sus padres. No eran lo suficientemente independientes para
buscarse sus propios apoyos y de las 93 personas estudiadas por
Elizabeth Newsom, sólo 4 eran capaces de identificar a un
amigo. Para la mayoría de los autistas, de la adolescencia no
sale nada que se parezca, ni de lejos, a una relación de
adultos, pero es que además, los que se ocupan de ellos los
mantienen en el papel de un niño. Sí, el personal los
abrazaba como se abraza a un niño, les daba palmaditas, les
alborotaba el pelo, ¿ Pero es así como se tratan unos a
otros los adultos en el resto del mundo ? ¿ Cómo se puede
adiestrar a cerca de los vínculos de una pareja en una
situación de dependencia ?
¿ Serán los autistas unos seres aislados socialmente
para toda la vida con una serie de cuidadores amistosos ?.
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La Sra. Dinah Moss, secretaria de la Asociación de Autistas
de Mid Counties, habló de la familia autista. Los niños
autistas nacían en familias con pautas normales de vida
familiar, con padres de personalidades muy diferentes. Si se trata
del primer hijo, unos padres sin experiencia, quizá no
reconozcan la falta de contacto visual y tardarán mucho en
conseguir que se tomen en serio sus preocupaciones y se formule un
diagnóstico. Muchas veces es un alivio saber lo que pasa, tras
haberse sentido incompetente en relación con la forma en que
estabas tratando a tu hijo, tras haber afrontado las críticas
de amigos y profesionales, en el sentido de que eras incapaz de
controlar a un niño mimado. Pero cuanto antes se llegue a un
diagnóstico, antes podrán los padres hacer frente a la
vida de ahí en adelante y desechar unas esperanzas poco
acordes con la realidad. Hoy en día hay mucho más
personal sanitario interesado por el problema y se puede obtener un
asesoramiento más amplio sobre guarderías infantiles y
subvenciones. Pero todavía puede ser un problema encontrar un
puesto escolar adecuado, las escuelas nunca parecen ser las
más idóneas. Incluso en las escuelas para niños
con dificultades especiales de aprendizaje, el niño puede ser
tan retraído que no recibirá la atención
suficiente o tan turbulento que hay que sacarlo de allí.
Si el niño cuenta con un cuidado especial, los otros padres
pueden estar celosos y los maestros resentidos, no vaya a ser que se
piensen que no son capaces de abordar la situación.
Quizá el niño no atienda demasiado al cuidador y
éste, entonces, se convertirá en un cuidador general de
la clase.
La mayoría de los padres quisieran que sus hijos estuvieran
en un aula especial para niños autistas dentro de la escuela.
Se oponen a la idea de un internado por varias razones. No desean dar
la impresión de que están rechazando al niño;
podría parecer que están dándose por vencidos,
cuando ellos mismos ya se están considerando incapaces;
están absolutamente convencidos de que el lugar del
niño está en su casa, ya que son las únicas
personas que pueden comprenderlo; sienten que un traslado puede
perturbarlo.
Los que visiten el hogar de un niño autista se
quedarán sorprendidos de las rejas altas, los cerrojos y
candados de puertas y armarios, la falta de adornos, las persianas en
vez de cortinas, la falta de libros y revistas visibles, el
empapelado de las paredes roto, los suelos sin alfombras, pero
esteras tapando las tuberías, el jabón y el papel del
retrete guardado fuera del alcance. Todo ello requiere disciplina por
parte de los demás miembros de la familia y los demás
niños aprenden a no dejar rodando sus juguetes. Las madres
pueden estar con los nervios a flor de piel, pues necesitan saber
constantemente dónde está su niño. Los mandos de
la lavadora están sujetos con cinta aislante, los
interruptores de la pared colgando y las ventanas rotas. Es una ayuda
contar con vecinos comprensivos que quizá se lleven a sus
otros hijos de excursión. También ayuda disponer de
dinero para un coche y mejor aún para dos y sustituir
constantemente la ropa destrozada.
Las vacaciones son una época difícil para los
demás miembros de la familia y, quizá necesiten salir
de casa en vacaciones prolongadas cuando el niño autista haya
vuelto a la escuela. La hora del baño ( vigilada ) puede ser
un buen momento, pero a menudo el padre vuelve del trabajo y se
encuentra una escena de alta tensión. Siempre viene bien
alguien que eche una mano, pero puede haber desacuerdos a cerca de
cómo dirigir la cosa. Los hermanos de los autistas pueden
tener problemas precoces de aprendizaje, ya que los padres disponen
de poco tiempo para ayudarlos. La expedición más
sencilla tiene que ser planificada como una maniobra militar, y
también la ruta elegida y el horario programado pues no se
tolerará pasar demasiado tiempo en el coche. Por ello, la
familia se divide a la hora de las salidas y uno de los padres se
queda con el niño autista y el otro se lleva al resto de los
niños. El niño autista rige la vida familiar, las
familias aprenden a seguir unas reglas para evitar explosiones y
pueden perder la espontaneidad y flexibilidad de la vida normal.
Los padres están cansados por la falta de sueño, es
difícil encontrar can guros y resulta más cómodo
quedarse en casa. Los problemas pueden afectar a la carrera
profesional del padre y puede incluso abandonar su trabajo para
ayudar en la casa. Pocas madres intentan trabajar fuera. La falta de
respuesta del niño se convierte en una losa emocional y los pa
dres han de controlar sus sentimientos negativos para evitar un
estrés excesivo de la familia. No queda tiempo, por supuesto,
para pensar en programas de conducta ,pero pueden aferrarse a la
última terapia, ya sea la de tener al niño todo el
día abrazado o la de controlar la dieta que toma.Los padres
pueden desarrollar mecanismos de defensa y mostrarse poco realistas a
cerca de las limitaciones y capacidad de comprensión del
niño. Pueden ponerse a buscar causas, a buscar un culpable,
ellos mismos, la escuela, las circunstancias familiares. Pueden no
aceptar la asistencia externa, si ésta existe, por pensar que
nadie puede cuidar a su hijo. Si el matrimonio se rompe, se refuerzan
todos esos sentimientos negativos y les cuesta aún más
trabajo liberarse de ellos. Pero los padres que aceptan la asistencia
a sus hijos, muy pronto perciben que hay otras personas capacitadas
para cuidar de esos niños tan bien como ellos y pronto
aprenden a apreciar el resto de las ayudas.
John Mortlock dio una segunda charla sobre "¿ qué es
un comportamiento perturbador ?". Una conducta problemática es
algo que es definido por los demás, es un desafío para
el personal o para los padres. Es poco probable que sea debida a una
lucha por el poder entre el personal y los internos, ya que los
autistas no están capacitados para percibir la realidad que
les rodea.Podría deberse a una falta de técnica de
comunicación o a la decepción o frustración
porque no se reconoce una necesidad. Resulta comprensible que el
personal se sienta inseguro o en peligro personal- ¿ Tienen que
preveer que van a ser mordidos como parte de su trabajo ? Las
batallas militares del pasado en las que los soldados avanzaban a un
paso cadencioso al son del tambor, formando una estrecha fila roja,
han sido sustituidas por soldados aprendiendo a dar rodeos y
esquivar. El personal ha de cambiar sus técnicas al
enfrentarse con la conducta problemática de los autistas.
Tiene que aprender a soslayar el escollo, a alejase y volver de
nuevo. Una dirección inflexible: " Uds. tienen que, nosotros
siempre hemos ...", programas inflexibles a una conducta fluctuante y
rutinas inflexibles que provocan sus propios problemas. Por desgracia
el significado de lo que es conducta problemática está
cambiando, se están abriendo servicios para los que
tenían esos "problemas". La cosa empezó como una manera
de describir el comportamiento real, a fin de poder ayudar pero ahora
se ha convertido en otra etiqueta más como el
sarampión.
Jonh Clementes, asesor de Psicología, habló de
cómo manejar ese comportamiento problemático. ¿
Debería considerarse una enfermedad extraña o como un
acto guerrillero o como una conducta aprendida para influir en el
mundo que les rodea más eficazmente por parte de aquellos que
tienen dificultades para controlar su entorno ?. El desafío
reside tanto en la respuesta práctica - ¿ qué
hacemos ? - como en la carga emocional de la tarea.
Con el comportamiento se logran resultados personales. Lo que
sucede inmediatamen- te después de un comportamiento puede
aumentar o reducir la probabilidad de que ese comportamiento se
repita. Una conducta problemática puede ser fruto de
necesidades sociales o de comunicación,- mírame, juega
conmigo, déjame en paz, ayúdame; de necesidades
materiales, - dámelo; o de necesidades sensoriales de
estimulación, - eso parece / huele / sabe bien - o tener una
función de alivio. La mayoría de los resultados son
cosas razonables que otras personas logran a través de una
comunicación normal. Puede haber " gatillos " que siempre
ponen en marcha la misma conducta y entre los gatillos de alto riesgo
están las peticiones directas, el negarse a una
petición, los cambios súbitos, el no prestar
atención, un excesivo acercamiento social, la
interrupción, el fracaso en una tarea, o ser de
carácter más personal, como objetos o personas
concretas. Hay también " circunstancias predisponentes " en
las que aumenta la probabilidad de que se aprenda una conducta
problemática.
Algunos ambientes reúnen más condiciones para
influir en los motivos que impulsan a una persona a dar rienda suelta
a un comportamiento problemático. Esas " circunstancias
predisponentes" son la disarmonía ambiental, o entornos con
demandas excesivas, así como ambientes que están
desorganizados o son imprevisibles. Los efectos disarmónicos
son más fáciles de reconocer en familias, pero no son
tan evidentes en otros marcos. A los autistas, las situaciones con un
nivel alto de demandas les resultan difíciles de manejar - o
bien se retraen o bien intentan contraatacar -. Si el ambiente
está desorganizado, a los autistas les cuesta trabajo mantener
el contacto con la realidad. Además, los autistas padecen
discapacidades sociales, una falta de comprensión social, una
carencia de habilidades sociales, una ausencia de competencias de
comunicación y están desprovistos de la capacidad de
autoentretenerse. Puede existir también una falta de impulso o
de autocontrol y situaciones emocionales de carácter personal
pueden agravar el problema, como por ejemplo, la volatilidad
emocional, la ansiedad o la depresión. El primer paso para un
profesional consiste en asumir el problema del comportamiento
conflictivo como parte de su tarea.Decir, hablando de un autista: "
He venido aquí a enseñar..." o " He venido aquí
a cuidar..." sólo significa en realidad:" No estamos haciendo
frente a este problema ...". Tiene que haber unas pautas establecidas
para el personal, de forma que el " tratamiento " no se les escape de
las manos y no debe esperarse que el personal restrinja el
comportamiento de una persona si no es recomendable que lo haga. El
objetivo de modificar una conducta consiste en colaborar con el in
dividuo de forma que disminuyan los comportamientos
problemáticos y aumenten los comportamientos alternativos, de
tipo positivo. La primera medida estriba en definir cuidadosamente
los comportamientos problemá ticos y evaluar la
situación tras un período de observación. Para
intensificar los comportamientos alternativos, hay que conocer los
puntos fuertes de la persona, las capacidades que posee para lograr
el mismo fin. Hay que conocer el ambiente, el lugar, la gente y el
momento en que se produce el comportamiento; qué es lo que
dispara el comportamiento; la respuesta, qué es lo que motiva
a la persona, qué es lo que la hace continuar o parar.
También hay que conocer las conductas que hay que disminuir,
las nuevas competencias que hay que aprender y las aptitudes
presentes que deben potenciarse. Entonces hay que intentar aumentar
las posibilidades de actividades alternativas y reducir los tiempos "
muertos ". Así mejora la estructura y previsibilidad del
día, se desarrolla la respuesta del personal y se intentan
desactivar los sentimientos de hostilidad de los miembros del
personal. Respecto del currículo de éstos, hay que
hacer hincapié en lo positivo y no centrarse en las
competencias de que carezcan, sino en incrementar las aptitudes
sociales pertinentes de que disponen y en fomentar el conocimiento de
otras nuevas que puedan serle útiles. Es menester abordar
también los problemas de la situación emocional de cada
persona, impartirles cursos de relajación o prescribir
medicación antidepresiva. Los " gatillos " son esas
situaciones que constituyen una señal para el autista de que,
a fin de rehuir o evitar la situación indeseada, han de
mostrar el comportamiento problemático. Si a la gente se le
enseñan los dientes, la mayoría se retrae. Hay que
eliminar los gatillos a corto plazo y sustituirlos por otras
interacciones, menos cargadas de tensión, como hablar
largamente con la persona a cerca de la situación, antes de
que ésta se dé. Se introducen entonces otros gatillos
que desencadenen un comportamiento alternativo y positivo.
También hay que trabajar con la respuesta a la conducta, los
factores de motivación, a fin de incrementar las recompensas
positivas a las conductas positivas y disminuir las respuestas
negativas, pero las recompensas positivas tienen que tener un alto
poder gratificante. Por desgracia, hay que esperar un aumento de las
conductas negativas antes de que empiecen a reducirse, pues el
autista intenta por todos los medios desafiar - y hay que prevenir a
los demás para que sepan a qué atenerse y no tirar la
toalla demasiado pronto. Es preciso desincentivar activamente la
conducta negativa lo que puede hacerse de muchas formas, desde la
respuesta social de una mirada furiosa hasta procedimientos
más complejos como " segundos fuera ". Pero sobre todo, para
poder ayudar, hay que fijarse unos objetivos realistas, establecer
las prioridades y comenzar la tarea con una disposición
positiva. Es menester controlar el progreso - ¿ Se está
observando el comportamiento con menor, con mayor frecuencia o no hay
cambio alguno ? Por último, debe evaluarse la situación
pasado cierto tiempo para ver lo que se ha logrado.
Entre los factores que impiden una reducción del
comportamiento conflictivo están la falta de continuidad entre
todos los que trabajan en el problema, la falta de compromiso si se
considera una solución impuesta por alguien como un
psicólogo de fuera y la falta de apoyo al personal por parte
de la dirección. Cuando uno trabaja con conductas conflictivas
y le parece a uno que no está llegando a ninguna parte, la
experiencia puede ser muy desmotivadora y el personal perderá
la confianza si no cuenta con apoyo exterior.
El último orador fue Bob Lowndes que se ocupa de una
residencia para autistas adultos dirigida por la Asociación
Autista de Devon y Cornwall y habló de las funciones del
personal. Los seres humanos requieren una cierta cantidad de
estrés en sus vidas para mantenerse motivados, pero demasiado
estrés les provoca enfermedades como la artritis reumatoide o
trastornos cardíacos. Para los miembros del personal, la falta
de una dirección clara es a menudo la fuente principal de
estrés. Si no se sienten capaces de comunicarse con los
internos y si uno, aunque sea, de los pacientes tiene un lenguaje
no-verbal como el makatón, el personal tiene el deber de
aprender ese lenguaje. Es posible construir relaciones, incluso con
internos no-comunicantes, pero los programas a veces causan problemas
a la hora de aplicarlos y los programas de ocupación del
tiempo libre son mucho más difíciles que los programas
de capacitación en técnicas de autoasistencia.
¿Debe insistir el personal en que un paciente intente algo, al
menos una vez sea cual fuere su resistencia?. La disparidad de
criterios entre los miembros del personal pueden provocar conflictos
en cualquier situación que requiera evaluar y elegir. El
personal tiene que saber qué funciones son las del centro y
cuáles las de los internos. ¿Deben preocuparse por
problemas secundarios de conducta? ¿Deben jugar a ser Dios si un
interno se niega, por ejemplo, a ser bañado?
¿Cuánto tiempo deben dejar tranquilo a un paciente que se
niegue a comer? ¿Qué está tratando de lograr el
interno con un comportamiento manipulador y conflictivo? ¿Ha
intensificado el personal este comportamiento por la falta de un
trato coherente? El objetivo de una dirección práctica
debe consistir en facilitar un ambiente emocionalmente seguro para
los residentes, de forma que se pueda desarrollar una labor
constructiva a largo plazo.
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