Sábado 15 de Enero
Estudio de esta semana: Mat. 2:5-12; 2O:1O-16; Luc. 18:1-14; 15:11-32; Juan 8:1-11; Juan 1:29.
VERSICULO DE MEMORIA:
"Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él" (Juan 3:17). |
Domingo 16 de Enero
SEGURIDAD DEL PERDÓN DIVINO (Luc. 18:14; Juan 8:11).
¿Qué enseña Jesús acerca del perdón de los pecados en Lucas 18:14 y Juan 8:11?
El perdón de los pecados que otorga Dios es más que una declaración de amnistía o la cancelación de nuestra deuda con Dios. También es la declaración de Dios de que estamos en armonía con él, o que nos restaura como justos delante de él. Jesús llama a esto "justificación". Esta es también la idea clave del pacto de Dios con Israel. Contiene dos aspectos vitales, que están gráficamente descritos en la visión de Zacarías del sumo sacerdote Josué y el Ángel (ver Zac. 3:1-7). Aquí vemos que el perdón de Dios, o la justificación, consiste primero en
quitar las vestiduras inmundas de Josué (v. 3), y segundo, vestirlo con "ropas de gala" y una "mitra limpia" (vs. 4,5). Esto ilustra la verdad plena del perdón divino o justificación. Contiene dos transacciones divinas, que juntas muestran que Dios nos trata como si nunca hubiésemos pecado. ¡Esto es gracia maravillosa! ¡Misericordia asombrosa! La lógica humana no puede comprender esto, pero puede ser aceptado por fe. La justificación sigue siendo siempre el don y la gloria de Dios.
¿Cómo confirmó Jesús que él poseía autoridad divina para perdonar pecados? Mar. 2:5-12.
Jesús realizó este milagro asombroso de sanar al paralítico en Capernaum con el fin de enseñar el mensaje de que él vino con poder para perdonar pecados, especialmente para aquellos que habían perdido la esperanza y estaban sumidos en la desesperación. Requirió el poder del Creador restaurar la salud del cuerpo moribundo de esa persona. "Sin embargo [el paralítico], no era tanto la curación física como el alivio de su carga de pecado lo que deseaba. Si podía ver a Jesús, y recibir la seguridad del perdón y de la paz con el Cielo, estaría contento de vivir o de morir, según fuese la voluntad de Dios. El clamor del moribundo era: ¡Oh, si pudiese llegar a su
presencia!" (DTG 233).
De este incidente importante aprendemos que a los ojos de Jesús su misión mesiánica era primariamente restaurar a los hombres y las mujeres ante Dios mediante el perdón de los
pecados.
Analiza la importancia del perdón en la forma en que Juan el Bautista presentó a Jesús a la gente. Juan 1:29.
Medita en la promesa de perdón que hay en Salmos 103:2, 3. ¿Has tenido la experiencia de que Jesús te quitara tu culpa y te perdonara tus
pecados? ¿Qué diferencia hizo esto para ti?
¿Qué dos verdades acerca del perdón enseñó Jesús en la parábola registrada en Lucas 18:1 al 8?
1. (Quién recibe el perdón)_______________________________________________
2. (Cuándo se recibe el perdón).___________________________________________
Desde el mismo comienzo, Jesús enfatizó que la gracia salvadora de Dios es ofrecida
"hoy", no recién después de su muerte o en el juicio final (ver Luc. 4:21; 19:9). Cristo quería destacar este mensaje olvidado o mal aplicado en la parábola del publicano
perdonado. Para sorpresa de los fariseos y del pueblo, él se fue "a su casa
justificado" ante Dios.
¿Cómo enseñó Jesús que la justificación significa una reconciliación y restauración completa con Dios? Luc. 15:11-32.
En la parábola del "hijo pródigo" Jesús trató el problema de todos los que se han apartado de
Dios, para vivir en función de sí mismos. Muestra que la iniciativa de nuestra redención se origina en el amor del Padre, que atrae a sus hijos perdidos de regreso a casa. Sólo cuando el hijo se dio cuenta del amor de su padre, encontró esperanza y decidió regresar a su
hogar. Pablo confirmó que "su benignidad te guía al arrepentimiento" (Rom. 2:4). "Del mismo
modo, la seguridad del amor de Dios constriñe al pecador a volverse a Dios"
(PVGM 159).
"En su juventud inquieta el hijo pródigo juzgaba a su padre austero y
severo. ¡Cuán diferente su concepto de él ahora!" (PVGM 160). ¡Aquí encontramos la seguridad de que Dios está ansioso de recibir a cada pecador
arrepentido! Dios ama al pecador aun antes de que se arrepienta.
¿De qué manera enseñó Cristo que el perdón, verdaderamente apreciado, produce un amor agradecido? Luc. 7:40-48.
El perdón que Cristo le dio a María fue anterior al amor agradecido de
ella. Su acto fue el
fruto de la gracia perdonadora de Cristo. Él sintió pesar cuando el Simón perdonado pasó por alto la demostración de su gratitud con palabras y actos de
amor.
Considera Lucas 7:36 al 38 otra vez. ¿Con quién te puedes identificar por sus reacciones ante la presencia de Jesús: con María, o con Simón? ¿De qué modo tu respuesta puede ayudarte en tu relación con Cristo?
Martes 18 de Enero
EL PERDÓN DE DIOS Y EL NUESTRO (Mat. 18:21-25).
¿A qué pregunta de Pedro respondió Jesús con la parábola del siervo sin misericordia? Mat. 18:21.
Jesús les enseñó a sus discípulos a orar: "Perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben" (Luc. 11:4) o como perdonamos a otros (Mat. 6:12). Estas palabras pueden ser mal interpretadas, como si dijeran que el perdón de Dios depende del nuestro. Sin embargo, "no somos perdonados
porque perdonamos, sino como perdonamos" (PVGM 196, 197). Jesús aclaró muy bien esto en Mateo 6:14 y 15. En otras palabras, si no somos perdonadores, nos separamos del mismo canal mediante el cual recibimos la misericordia de Dios. El amor, que recibimos lleno de misericordia de Dios, debe fluir a través de nosotros a otros con un espíritu de compasión. Jesús enseñó esta lección en la parábola del siervo que no tuvo misericordia, diciéndonos que nunca debemos cansarnos de perdonar a quienes nos piden perdón.
¿De qué manera el rey de la parábola pidió cuentas al siervo no perdonador? ¿Qué pregunta específica expresó la expectativa del rey? Mat. 18:32-34.
"Nada puede justificar un espíritu no perdonador. El que no es misericordioso hacia otros muestra que él mismo no es participante de la gracia perdonadora de Dios... Es verdad que él puede haber recibido perdón una vez; pero su espíritu falto de misericordia muestra que ahora rechaza el amor perdonador de Dios. Se ha separado de Dios, y está en la misma condición en que se hallaba antes de ser perdonado. Ha negado su arrepentimiento, y sus pecados están sobre él como si no se hubiera
arrepentido" (PVGM 196).
Algunas veces ponemos límite a nuestro perdón hacia otros: tres veces, o aun siete. Pero Jesú nos aconseja: "Si tu hermano pecare contra ti, repréndele; y si se arrepintiere, perdónale. Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale" (Luc. 17:3, 4). La misericordia perdonadora de Dios debe ser la medida de nuestro perdón a otros. El perdón divino es y seguirá siendo la prerrogativa de Dios y su posesión soberana, aun después que lo hemos recibido. Experimentar el gozo de la gracia de Dios nos impulsa a revelarla a otros.
"Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más' (Juan 8:11). ¿Qué te dice esto acerca de la responsabilidad de una persona
perdonada?
¿Qué clase de personas fueron invitadas a un casamiento? ¿Qué nos dice esto acerca del rey? Mat. 22:10; Luc. 14:21.
"En esta parábola [la de Mateo 22] como en la de la gran cena [Lucas 14], se ilustran la invitación del
evangelio, su rechazamiento por el pueblo judío y el llamamiento de misericordia dirigido a los gentiles"
(PVGM 249). Jesús predijo que el rey enviaría
tres invitaciones para llamar a los huéspedes al banquete real (Mat. 22:2, 4, 8-10). El primer llamado salió de Cristo y de sus
discípulos. El segundo llamado fue hecho por los apóstoles llenos del Espíritu después de la crucifixión y resurrección de
Cristo. La reacción de los judíos fue "una gran persecución" contra la iglesia apostólica en
Jerusalén,(Hech. 8:1). El castigo predicho se cumplió en el año 70 d.C., cuando la ciudad fue destruida y la nación esparcida
(ver Mat. 22:7). El tercer llamado de Dios salió al proclamarse el evangelio a los gentiles. El rey
dijo: "Las bodas a la verdad están preparadas; mas los que fueron convidados no eran
dignos. Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos
halléis" (Mat. 22:8 9).
¿Qué regalo había provisto el rey para cada invitado a la fiesta? ¿Qué significaba este regalo regio? Mat. 22:11, 12; compara con Apocalipsis 3:18 e Isaías 61:10.
"Los siervos del rey dieron la bienvenida a las personas cuando entraban al
palacio, y le pedían a cada invitado que se pusiera el vestido de bodas hecho para la
ocasión. El rey invitó a la gente, y esperaba que se pusieran las vestiduras que el había
provisto. Al vestir la ropa de bodas provista por el rey, ninguno revela pobreza o
miseria. Cada invitado puede ocultar su estatus social o económico detrás de la ropa que recibió del
rey".-S. J. Kistemaker,
The Parables of Jesus [Las parábolas de Jesús] (Grand Rapids, MI: Baker Book House, 1980), p. 104.
¿Qué clase de personas están representadas por el invitado que rehusó ponerse la vestimenta de bodas que se había provisto? ¿Por qué ese invitado "enmudeció"? Mat. 22:12,13.
Todo depende de la correcta interpretación del "vestido de
bodas". Si entendemos esto por medio de Apocalipsis 3:4, 5 y 18, donde Cristo provee las ropas blancas
necesarias, entonces significa que él nos ofrece su
propia justicia por gracia. Esto implica que un rechazo de la justicia de Cristo es una declaración de justicia
propia, con el resultado de que no se siente la necesidad de su muerte en sacrificio y de su sangre
expiatoria.
¿Qué impacto produce en tu actitud y en tu conducta el ponerte "el vestido de bodas"?
¿Por qué fue tan difícil para los labradores que trabajaron el día entero aceptar la generosidad del dueño del campo hacia los que trabajaron poco? ¿De qué manera el compararse con otros contribuyó a esa actitud? Mat. 20:10-16.
"Los judíos casi habían perdido de vista la verdad de la abundante gracia de
Dios. Los rabinos enseñaban que el favor divino había que ganarlo. Esperaban ganar la recompensa de los justos por sus propias
obras. Así su culto era impulsado por un espíritu codicioso y mercenario. Aun los mismos discípulos de Cristo no estaban del todo libres de este
espíritu, y el Salvador buscaba toda oportunidad para mostrarles su error" (PVGM 322).
La verdad fundamental del evangelio de Cristo es que la salvación se ofrece a todas las personas por la sola gracia de
Dios. Esto todavía ofende nuestra sensibilidad moral. De alguna manera sentimos que tenemos que hacer nosotros mismos algo digno de recibir la vida
eterna, o por lo menos, mostrar una bondad moral como punto de partida para ser aceptos por
Dios. ¿Qué diría Jesús con relación a este sentimiento humano natural? Él bien podría
decir: "Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido
ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos" (Luc. 17:10). Nuestras buenas obras y nuestra obediencia a la ley no merecen la vida
eterna. Nuestras mejores obras y carácter moral no son la base o el título para nuestra
salvación.
La recompensa que Dios ofrece es una recompensa de gracia, no de
méritos. "Es sólo por la gracia inmerecida de Cristo como un hombre puede hallar entrada en la ciudad de
Dios" (PVGM 325).
¿Por qué los trabajadores que fueron contratados al final, y que trabajaron sólo una hora, recibieron el mismo salario que los que habían trabajado el día entero? ¿Qué te dice esto acerca de la generosidad y gracia del empleador? Mat. 20:12-15.
La definición protestante tradicional de gracia es: el favor
"inmerecido" de Dios. Este concepto es opuesto a la idea de que podemos merecer una recompensa en proporción a nuestro trabajo ante
Dios. Se deriva del contraste entre la gracia y las obras del que habla Pablo en Romanos 11:6: "Y si por
gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia". El concepto bíblico de
"recompensa" no debería ser igualado al de "mérito".
¿De qué manera tu aceptación de la justificación solo por gracia afecta tu relación con otros?
Viernes 21 de Enero
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: Lee Mateo 6:1 al 6, 17 y 18; 16:24 al 27; Hechos 4:1 y 2; Lucas 2:30. Lee, en
El Deseado de todas las gentes, el capítulo 62, "La fiesta en casa de
Simón"; en
Palabras de vida del gran Maestro, los capítulos 13, "Un signo de
grandeza", y el 28, "Bases para la recompensa final".
"Nosotros mismos debemos todo a la abundante gracia de
Dios. La gracia en el pacto ordenó nuestra adopción. La gracia en el Salvador efectuó nuestra
redención, nuestra regeneración y nuestra exaltación a ser coherederos con
Cristo. Sea revelada esta gracia a
otros" (PVGM 195).
"La idea de hacer algo para merecer la gracia del perdón es una falacia del principio al fin.
'Señor, en mi mano no traigo valor alguno; simplemente a tu cruz me aferro"' (FO 23).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. ¿De qué maneras puedes, como feligrés, cultivar el espíritu de misericordia en tu iglesia local?
2. ¿Por qué se ofende la persona natural por la oferta divina de gracia para todos?
3. ¿Cuál es el significado de la declaración de Jesús de que "los primeros serán postreros, y los postreros, primeros" (Mat. 20:16)?
4. ¿Por qué no puede una persona aparecer ante Dios sin las vestimentas protectoras ofrecidas por
Jesucristo?
5. ¿Por qué dijo Jesús a la mujer restaurada: "Tu fe te ha salvado", y no: "Tu amor te ha salvado"? (Luc. 7:50).
6. ¿De qué manera "la fe" salva? ¿Contribuye de alguna manera "la fe" a la recepción y a hacer propia la salvación?
7. ¿Cómo deberíamos entender las promesas de Dios de una "recompensa" por nuestro servicio fiel?
RESUMEN: Para comprender la seguridad de nuestra salvación, es mejor identificar la salvación con la persona de Cristo. Esa es la forma en que lo presenta el Nuevo Testamento. Nuestra fe, por lo tanto, debe aferrarse a él, en lugar de confiar en teorías acerca de él. Él es la verdad, el camino y la vida. Cristo es nuestra seguridad, totalmente suficiente, de la salvación. Su palabra de justificación es la absoluta certeza de nuestra salvación.
2. Comparte una experiencia de tu vida en la que esta lección te ayudo. 3. ¿Como aplicarás esta lección para mejorar tu vida durante la semana que viene? 4. ¿Cómo puedes usar esta lección en tu trabajo misionero? la semana próxima, comparte en tu clase lo que hoy hayas hecho. |