MATERIAL AUXILIAR PARA EL MAESTRO
Texto Clave: Apocalipsis 16:15.
Objetivos para el maestro:
Bosquejo de la lección:
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II. Las siete bendiciones representan la bendición completa de Dios.
Resumen: Ya que Cristo está en el centro de todas las bendiciones, el punto básico de cada una de ellas es nuestra relación personal con él. Bienaventurados los que... |
Comentario:
Esta semana terminamos con la serie de lecciones sobre la
seguridad de la salvación, estudiando las promesas de Dios en el libro del
Apocalipsis. Estas siete bendiciones se las conoce como bienaventuranzas, porque
en griego comienzan con la palabra makários, la misma palabra que usó
Jesús en las bienaventuranzas registradas en Mateo 5 y Lucas 6. Cada una de las
bendiciones en el Apocalipsis nos da esperanza y valor para el fin del tiempo, y
nos invita a perseverar en nuestro caminar con Jesús. Estas bienaventuranzas
para el fin nos aseguran la determinación de Dios de salvar a su pueblo y hacer
que el gran conflicto termine completa y eternamente.
I. Una bendición para todos los que guardan sus palabras.
Tanto al comienzo (1:3) como al finalizar el Apocalipsis
(22:7), Jesús dice que quienes leen, escuchan y obedecen su palabra son
bendecidos. Es significativo que él dirija dos veces nuestra atención a esta
bendición. Leer las Escrituras ciertamente es importante para nutrir nuestra
relación con él. Leer el Apocalipsis es crucial porque revela mensajes
importantes para los que vivirán en las últimas etapas de la historia de la
tierra.
Pero leer o escuchar el Apocalipsis no es suficiente. Se
necesita también guardar lo que está escrito en él. Muchas veces en la Biblia,
Jesús y los profetas enfatizan la necesidad de obedecer la Palabra de Dios
(Luc. 11:28; 6:47, 48; Sal. 119:1-3; 1 Rey. 2:3, 4; Jer. 7:23). En los tiempos
finales, esto mismo será cierto. El hecho de que esta bendición aparezca dos
veces, le da al tema un sentido de urgencia y enfatiza la importancia de este
libro.
II. La bendición de lavar nuestras vestiduras.
La bendición de Apocalipsis 22:14 evoca otros textos
bíblicos que utilizan metáforas similares. Los 144,000 de 7:14 han lavado sus
ropas y las han blanqueado en la sangre del Cordero (compara con Isa. 1:16-18).
La sangre de Jesús es el medio de perdón otorgado a todos los que aceptan sus
provisiones. Su sangre nos limpia (1 Juan 1:7), nos compra (Hech. 20:28), nos
justifica (Rom. 5:9) y nos redime (Efe. 1:7).
Debido a que nuestra justicia es como trapos de inmundicia (Isa.
64:6), Jesús nos cubre con su manto de justicia (61:10). Esta bendición nos
promete que vestir su justicia nos da acceso al árbol de la vida y a las
mansiones preparadas para nosotros en la Nueva Jerusalén (Mat. 22:11-14; Juan
14:1-3).
III. La bendición de la Cena de Bodas del Cordero.
Se invita a todos los seres humanos a asistir a la Cena de Bodas del Cordero. Jesús ha esperado mucho tiempo para esta grandiosa ocasión (Mat. 26:29). Esta fiesta de bodas es la culminación de la historia de la salvación. En Apocalipsis 19:1 al 8, seres celestiales exclaman a gran voz una sucesión de alabanzas a Dios. Entonces los versículos 11 al 21 describen el regreso de Jesús. La bendita invitación a la fiesta de bodas ocurre justo antes de su regreso, en el versículo 9. Este es el último llamado solemne antes del fin. "Hemos de darles a los hombres el último llamado a la fiesta del evangelio, la última invitación a la Cena de Bodas del Cordero. Millares de lugares que todavía no han escuchado el llamamiento han de oírlo todavía. Muchos que todavía no han dado el mensaje deben proclamarlo" (6 T 412).
IV. La bendición para los que mueren en el Señor.
Al final del mensaje del tercer ángel se encuentra esta bienaventuranza: "Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor" (14:13). Esta es una bendición especial pronunciada por el cielo sobre quienes han dado sus vidas o han pasado al descanso durante la proclamación del mensaje del tercer ángel y las persecuciones de la bestia (13:12-17). Los que van a sus tumbas durante este período descansan por unos momentos hasta que Jesús regrese. Pero se recuerdan sus hechos.
V. La bendición para los que vigilan.
En medio de la descripción de las siete últimas plagas se encuentra la bienaventuranza de Apocalipsis 16:15, dada para el remanente fiel en el tiempo de angustia. Debido a que Jesús vuelve pronto, se invita a los fieles a perseverar un poco más. En este pasaje el cielo vuelve a asegurar al pueblo de Dios que no lo está abandonando. Él todavía lo está vigilando. ¿Cómo nos está ayudando Apocalipsis 3:18 a comprender el significado de comprar sus vestiduras?
VI. La bendición para aquellos que son resucitados.
La última bienaventuranza trata del cumplimiento de la promesa por largo tiempo esperado de que los muertos en Cristo un día saldrán de sus tumbas (Apoc. 20:6, 1 Tes. 4:13-18; 1 Cor. 15:50-57). Esta promesa ha dado esperanza a millones de personas. Es todavía el compromiso de un Dios maravilloso que nos asegura que todos los que creen en su Hijo un día reinarán con él por la eternidad.