MATERIAL AUXILIAR PARA EL MAESTRO

Texto Clave: Apocalipsis 16:15.

Objetivos para el maestro:

  1. Mostrar cómo las siete bienaventuranzas en el Apocalipsis revelan una progresión desde el tiempo de Juan hasta el tiempo del fin.
  2. Enseñar cómo ellas nos aseguran que Cristo nunca nos abandonará.
  3. Mostrar cómo representan las bendiciones completas de Dios para todos sus hijos fieles.

Bosquejo de la lección:
I. Las siete bienaventuranzas constituyen una progresión desde el tiempo de Juan hasta el tiempo del fin.

  1. Juan anima a las iglesias a las que él dirige el Apocalipsis a leer lo que ha sido escrito (Apoc. 1:3; 22:7).
  2. Debido a que las iglesias a las cuales escribe también representan a la iglesia cristiana en distintas etapas a través de la historia, el mensaje de Juan también es para nosotros.
  3. Juan invita a los vivos a lavar sus vestiduras en la sangre de Cristo (22:14; 7:14).
  4. Estamos invitados a la Cena del Cordero (19:8, 9). Si tenemos un deseo sincero de asistir a este acontecimiento estaremos de acuerdo en vestir la ropa apropiada: el manto de la justicia de Cristo (su perfecto y amante carácter). Ver más arriba, bajo C.
  5. Dios da dos bendiciones especiales para el tiempo del fin (14:13; 16:15).
  1. La mayor bendición de todas está reservada para el futuro (20:4-6; 1:6).
II. Las siete bendiciones nos enseñan que Cristo nunca nos abandonará.
  1. Analiza con tu clase cómo Cristo está representado en cada una de estas bendiciones.
  2. Porque él está presente con cada uno de nosotros, tenemos la seguridad de que nunca nos abandonará.

II. Las siete bendiciones representan la bendición completa de Dios.

  1. Las bendiciones comienzan cuando leemos y estudiamos la Palabra de Dios, no sólo como cristianos nuevos, sino cada día en nuestro caminar con Cristo.
  2. Las bendiciones continúan a lo largo de nuestra vida, hasta el fin del tiempo, y durante la eternidad.
  3. Las bendiciones nos proporcionan la evidencia de la completa salvación en Cristo: el perdón de los pecados y una transformación de carácter en esta vida, para estar preparados para la vida en el cielo.

Resumen:

Ya que Cristo está en el centro de todas las bendiciones, el punto básico de cada una de ellas es nuestra relación personal con él. Bienaventurados los que...

Comentario:

    Esta semana terminamos con la serie de lecciones sobre la seguridad de la salvación, estudiando las promesas de Dios en el libro del Apocalipsis. Estas siete bendiciones se las conoce como bienaventuranzas, porque en griego comienzan con la palabra makários, la misma palabra que usó Jesús en las bienaventuranzas registradas en Mateo 5 y Lucas 6. Cada una de las bendiciones en el Apocalipsis nos da esperanza y valor para el fin del tiempo, y nos invita a perseverar en nuestro caminar con Jesús. Estas bienaventuranzas para el fin nos aseguran la determinación de Dios de salvar a su pueblo y hacer que el gran conflicto termine completa y eternamente.

I. Una bendición para todos los que guardan sus palabras.

    Tanto al comienzo (1:3) como al finalizar el Apocalipsis (22:7), Jesús dice que quienes leen, escuchan y obedecen su palabra son bendecidos. Es significativo que él dirija dos veces nuestra atención a esta bendición. Leer las Escrituras ciertamente es importante para nutrir nuestra relación con él. Leer el Apocalipsis es crucial porque revela mensajes importantes para los que vivirán en las últimas etapas de la historia de la tierra.
    Pero leer o escuchar el Apocalipsis no es suficiente. Se necesita también guardar lo que está escrito en él. Muchas veces en la Biblia, Jesús y los profetas enfatizan la necesidad de obedecer la Palabra de Dios (Luc. 11:28; 6:47, 48; Sal. 119:1-3; 1 Rey. 2:3, 4; Jer. 7:23). En los tiempos finales, esto mismo será cierto. El hecho de que esta bendición aparezca dos veces, le da al tema un sentido de urgencia y enfatiza la importancia de este libro.

II. La bendición de lavar nuestras vestiduras.

    La bendición de Apocalipsis 22:14 evoca otros textos bíblicos que utilizan metáforas similares. Los 144,000 de 7:14 han lavado sus ropas y las han blanqueado en la sangre del Cordero (compara con Isa. 1:16-18). La sangre de Jesús es el medio de perdón otorgado a todos los que aceptan sus provisiones. Su sangre nos limpia (1 Juan 1:7), nos compra (Hech. 20:28), nos justifica (Rom. 5:9) y nos redime (Efe. 1:7).
    Debido a que nuestra justicia es como trapos de inmundicia (Isa. 64:6), Jesús nos cubre con su manto de justicia (61:10). Esta bendición nos promete que vestir su justicia nos da acceso al árbol de la vida y a las mansiones preparadas para nosotros en la Nueva Jerusalén (Mat. 22:11-14; Juan 14:1-3). 

III. La bendición de la Cena de Bodas del Cordero.

    Se invita a todos los seres humanos a asistir a la Cena de Bodas del Cordero. Jesús ha esperado mucho tiempo para esta grandiosa ocasión (Mat. 26:29). Esta fiesta de bodas es la culminación de la historia de la salvación. En Apocalipsis 19:1 al 8, seres celestiales exclaman a gran voz una sucesión de alabanzas a Dios. Entonces los versículos 11 al 21 describen el regreso de Jesús. La bendita invitación a la fiesta de bodas ocurre justo antes de su regreso, en el versículo 9. Este es el último llamado solemne antes del fin. "Hemos de darles a los hombres el último llamado a la fiesta del evangelio, la última invitación a la Cena de Bodas del Cordero. Millares de lugares que todavía no han escuchado el llamamiento han de oírlo todavía. Muchos que todavía no han dado el mensaje deben proclamarlo" (6 T 412).

IV. La bendición para los que mueren en el Señor.

    Al final del mensaje del tercer ángel se encuentra esta bienaventuranza: "Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor" (14:13). Esta es una bendición especial pronunciada por el cielo sobre quienes han dado sus vidas o han pasado al descanso durante la proclamación del mensaje del tercer ángel y las persecuciones de la bestia (13:12-17). Los que van a sus tumbas durante este período descansan por unos momentos hasta que Jesús regrese. Pero se recuerdan sus hechos.

V. La bendición para los que vigilan.

    En medio de la descripción de las siete últimas plagas se encuentra la bienaventuranza de Apocalipsis 16:15, dada para el remanente fiel en el tiempo de angustia. Debido a que Jesús vuelve pronto, se invita a los fieles a perseverar un poco más. En este pasaje el cielo vuelve a asegurar al pueblo de Dios que no lo está abandonando. Él todavía lo está vigilando. ¿Cómo nos está ayudando Apocalipsis 3:18 a comprender el significado de comprar sus vestiduras?

VI. La bendición para aquellos que son resucitados.

    La última bienaventuranza trata del cumplimiento de la promesa por largo tiempo esperado de que los muertos en Cristo un día saldrán de sus tumbas (Apoc. 20:6, 1 Tes. 4:13-18; 1 Cor. 15:50-57). Esta promesa ha dado esperanza a millones de personas. Es todavía el compromiso de un Dios maravilloso que nos asegura que todos los que creen en su Hijo un día reinarán con él por la eternidad.