MATERIAL AUXILIAR PARA EL MAESTRO
Texto Clave: Hebreos 7:25.
Objetivos para el maestro:
Bosquejo de la lección:
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Resumen: Hebreos nos ayuda a comprender el plan completo de Dios para la salvación a través de la obra de Jesús en el Santuario Celestial. Permite que Jesús sea la garantía de tu salvación ya que vive para interceder por ti. |
Comentario:
"La lección de esta semana se centra en el
ministerio salvador de Jesús en el cielo como se presenta en Hebreos. Tu tarea
como maestro es realzar cómo el actual ministerio de Jesús le da al cristiano
confianza y esperanza. El libro de Hebreos fue dirigido probablemente a un grupo
de cristianos judíos que estaban bajo grandes presiones, pruebas y desánimo
(12:3-13). Algunos de ellos tendían a abandonar sus reuniones (10:25) y aun a
regresar a sus vidas religiosas anteriores (13:13). Verdaderamente, ellos
habían perdido de vista a Jesús como "el autor y consumador de la fe"
(12:2). Como los que recibieron esta epístola, nosotros también necesitamos
recordar que el ministerio celestial de Jesús es en favor de nosotros y nos
asegura nuestra salvación mientras permanezcamos fieles a él.
I. La superioridad del ministerio de Jesús.
La Epístola a los Hebreos consiste esencialmente en
comparaciones y contrastes entre los símbolos de salvación del Antiguo
Testamento y la realidad del ministerio de Cristo en el cielo.
El contraste y la comparación principal de este libro se
centra alrededor de la superioridad de Jesús. "Cristo proveyó una
revelación mejor de Dios que la que hicieron los profetas (1:1-4). Él tiene un
nombre mejor que el de los ángeles (1:5-2:18) y es un mejor dirigente que
Moisés (3:1-4:16). Él actúa como un sacerdote mejor (5:1-6:20) de un mejor
sacerdocio (7:1-27) en un santuario mejor (8:1-6) y es el mediador de un pacto
mejor (8:7-13). Como nuestro Sumo Sacerdote, ofrece los méritos de su mejor
sacrificio por nosotros en la presencia de Dios (9:1-10:18)".--William
Johnsson, "Hebrews: An Overview" [Hebreos: Un panorama], en Frank B.
Holbrook, ed., Issues in the Book of Hebrews [Temas en el libro de
Hebreos] (Silver Spring, MD: Biblical Research Institute, 1989), p. 14..
II. El beneficio de la obra de Jesús en el cielo.
En Hebreos 7 encontramos una comparación entre dos
sacerdocios. El punto más importante de este pasaje es que el sacerdocio
levítico, siendo del orden de Aarón, era un sacerdocio temporario, estando
constituido por sacerdotes mortales que periódicamente necesitaban ser
reemplazados (v. 23). El sacerdocio de Jesús, sin embargo, es superior porque
es del orden de Melquisedec. Jesús es inmortal y nunca necesitará ser
reemplazado (v. 24). "Por lo cual puede también salvar perpetuamente a los
que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos"
(v. 25).
La salvación que Cristo ofrece a los pecadores por los
cuales él intercede, es una salvación completa. Tal salvación trae seguridad
al creyente. "Su ofrenda [de Cristo] es completa, y como nuestro intercesor
ejecuta la obra que se ha impuesto a sí mismo, sosteniendo ante Dios el
incensario que contiene sus propios méritos inmaculados y las oraciones, las
confesiones y los agradecimientos de su pueblo...
"La ofrenda es plenamente aceptable, y el perdón cubre
todas las transgresiones... Cristo puede salvar hasta lo sumo a todos los que se
acercan a él con fe".--"Comentarios de Elena G. de White" (7 CBA
942).
III. Cristo, el ancla de nuestra vida.
Saber que Jesús es nuestro Sumo Sacerdote, que está intercediendo por nosotros en el cielo, nos llena de esperanza. Esta esperanza está basada en la palabra de Dios y en la promesa de redimir a la humanidad (Heb. 6:13-18). Si alguna duda se deslizara en nuestras mentes con relación a la seguridad de nuestra salvación, Hebreos 6:18 al 20 nos dice que Dios ha hecho una promesa, y siendo que él es fiel, la cumplirá. Esta esperanza en un Dios fiel es como un ancla "que nos dará apoyo firme en la tempestad" (Himnario Adventista, No. 235). Nuestra ancla de esperanza está unida a Jesús, quien está en el santuario celestial intercediendo por nosotros.
IV. La realidad del sacerdocio de Cristo.
Luego de presentar la certeza de las promesas de Dios
(Heb. 6:13-20) y la superioridad del sacerdocio de Melquisedec (7:1-28), el
autor de Hebreos concluye en 8:1 y 2 que Jesús es el cumplimiento de estos
tipos y símbolos del Antiguo Testamento. Él quiere convencer a sus lectores de
que la fe en Jesús trae certeza y confianza, y que la salvación está
asegurada porque no hay nada mejor que pueda remplazar a Jesús.
"Cuando Cristo inclinó la cabeza y murió como una
ofrenda sin pecado, cuando por la mano invisible del Omnipotente fue rasgado en
dos el velo del templo, se abrió un camino nuevo y vivo. Ahora todos pueden
llegar hasta Dios por los méritos de Cristo. Los hombres pueden aproximarse a
Dios porque el velo fue rasgado. No necesitan depender de un sacerdote o de
sacrificios ceremoniales. A todos se les da la libertad de ir directamente a
Dios por medio de un Salvador personal".--"Comentarios de Elena G. de
White" (7 CBA 944).