Sábado 5 de agosto de tarde
VERSÍCULO DE MEMORIA:
"Asimismo como sucedió en los días de Lot; comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban; mas el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos. Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste" (Luc. 17: 28-30). |
En la era cristiana, el Evangelio de Cristo, con sus elevados principios de moral y su respeto por la vida humana, ha impregnado muchas culturas e influido sobre otras, aun más allá de los límites de las así llamadas "naciones cristianas". El mundo occidental, en particular, tiene una larga tradición como heredero de las enseñanzas y perspectivas cristianas.
Es ciertamente una dolorosa señal de los tiempos ver a la sociedad moderna repudiar esta herencia de la moral judeo-cristiana y regresar a las prácticas licenciosas de los antediluvianos y los sodomitas. Aun más alarmante es el hecho de que algunos dirigentes religiosos que pretenden ser cristianos, defienden y aprueban abiertamente las prácticas inmorales por las cuales Sodoma fue destruida y borrada del mapa de la sociedad humana.
Esta semana repasaremos algunos aspectos de la erosión en la conducta ética de nuestros días. Aquello que es puro, noble y recto está siendo corroído y manchado ante nuestros ojos. Lo malo es llamado bueno, y lo bueno malo. (Isa. 5: 20.) -Primero examinaremos uno de los modernos ataques lanzados contra la ley de Dios: la ética situacional y sus sutiles engaños.
La impureza moral se observa hoy especialmente en las relaciones antinaturales y el adulterio practicados abiertamente, y en el colapso del hogar a escala mundial. Luego tenemos los múltiples problemas surgidos de la formación de hogares divididos en el aspecto religioso, así como por. los conflictos entre padres e hijos. Todas estas cosas están ejerciendo su influencia para erosionar las normas cristianas de conducta moral.
En una época cuando las normas están descendiendo vertiginosamente, el cristiano debe practicar los principios de su religión y mantenerse incontaminado del mundo. Tomemos a pecho los consejos de la Biblia a fin de que, como Enoc, podamos vivir una vida de pureza moral a pesar de estar rodeados por una sociedad degenerada.
"Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro" (1 Juan 3: 2, 3).
Temas para cada día
1. La ética situacional. Jueces 21: 25.
2. Relaciones antinaturales. Rom. 1: 26, 27.
3. Deslealtad en la familia. Rom. 1: 31.
4. Matrimonios mixtos. Gén. 6: 1, 2.
5. La brecha generacional. 2 Tim. 3: 1, 2.
6. El deseo de Dios. 1 Tes. 4: 3-7.
¿Cómo caracteriza la Biblia la situación moral de Israel durante el periodo de los jueces? Jueces 21: 25.
Cuando no hay autoridad gubernativa en un país, la anarquía prevalece, porque cada ciudadano hace lo que le agrada. Lo mismo sucede en el terreno espiritual, Si se rechaza a Dios y su autoridad y se menosprecian sus leyes, el resultado es la anarquia espiritual. Los hombres actúan guiándose por sus preferencias, y puesto que están dominados por la naturaleza carnal, abundan los pecados de todas las formas. Dios y su ley han sido eliminados de la vida moderna. La conducta ética de muchas personas modernas está dictada por sus propios deseos.
"En esta 6 oca la sociedad está corrompida, como en los días de Noé... Ellos [los antediluvianos] expulsaron a Dios de sus pensamientos; despreciaron su ley; pisotearon en el polvo la norma divina del carácter" (Fundamentals of Christian Education, pág. 421).
¿Podemos conocer siempre por nosotros mismos cuál es el camino correcto? Prov. 16: 25.
Entre los ataques lanzados contra la ley de Dios, circula en la sociedad moderna la filosofía según la cual no hay normas absolutas, tales como los Diez Mandamientos, que deben ser obedecidas estrictamente. Se argumenta que uno debe actuar según se lo dicte el amor en toda situación, y que eso puede a veces requerir que se mienta, se cometa homicidio o adulterio, etc. Sin embargo, puesto que el hombre tiene una naturaleza pecaminosa, incluso el cristiano que ha experimentado el nuevo nacimiento necesita que Dios le indique cuál es la conducta sugerida por el amor en cualquier situación. La ley de Dios proporciona esta orientación esencial.
"Dios no le ha dado al hombre la libertad de apartarse. de sus mandamientos. . . Al decidir sobre cualquier camino a seguir, no hemos de preguntarnos si es previsible que de él resultará algún daño, sino más bien si está de acuerdo con la voluntad de Dios" (Patriarcas y Profetas, pág, 687).
¿Qué revela este sutil odio contra la ley de Dios que se manifiesta en el "tiempo del fin"? 1 Juan 3: 4, 8.
Lucifer transgredió la voluntad de Dios. No consideró que la ley fuese una necesidad para los seres creados. Elena de White escribe: "Reiteró su aserto de que los ángeles no necesitaban sujeción, sino que debla dejárseles seguir su propia voluntad, que los dirigiría siempre bien" (El Conflicto de los Siglos, págs. 553, 554).
Para meditar: Como cristiano adventista, ¿cómo puedo demostrar el valor positivo de vivir en armonía con la voluntad de Dios?
LECTURA AUXILIAR: El Deseado de Todas las Gentes, cap. 79, últimas
cuatro páginas.
¿Qué perversión de la conducta se hace común
cuando la gente se aparta de Dios? Rom. 1: 26, 27.
¿A causa de cuáles relaciones antinaturales fueron
destruidas las ciudades de Sodoma y Gomorra? Jud. 7. Compárese con
Gén. 19: 1-11.
Una de las señales de la cercanía de su venida, dijo Jesús, sería una condición moral semejante a la que imperaba en las sociedades de los antidiluvianos y de Sodoma. No sólo se están practicando con osadía las mismas desviaciones sexuales en nuestros días, sino que hay clérigos que defienden tales prácticas, organizan iglesias para quienes tienen ese estilo de vida y ordenan a algunos de ellos s al ministerio. Esta pecaminosa desfachatez indica una vez más la bancarrota moral de nuestros tiempos y la cercanía del fin del tiempo.
"Los pecados que destruyeron a los antediluvianos y las ciudades de la llanura existen hoy, no sólo en los países paganos, no sólo entre los cristianos nominales, sino en algunos que profesan esperar la venida del Hijo del hombre. Si Dios os presentara estos pecados tal como aparecen ante su vista, os llenaríais de vergüenza y terror" (Testimonies, tomo 5, pág. 218).
¿Puede la gracia divina en esta época de contaminación
moral, salvar y transformar al inmoral que se arrepiente? 1 Cor. 6: 9-11.
"Aunque [Abrahán] detestaba los pecados de aquella ciudad corrompida, deseaba que los pecadores pudieran salvarse. Su profundo interés por Sodoma demuestra la ansiedad que debemos experimentar por los impíos. Debemos sentir odio hacia el pecado, y compasión y amor hacia el pecador. Por todas partes, en derredor nuestro, hay almas que van hacia una ruina tan desesperada y terrible como la que sobrecogió a Sodoma" (Patriarcas y Profetas, pág, 135).
"Existe un extraño abandono de los buenos principios, el nivel de la moralidad se rebaja, y la tierra se está convirtiendo rápidamente en una gran Sodoma" (Obreros Evangélicos, pág. 132).
Para meditar: ¿Qué concepto me ayudará a mí y a mi familia a conservar la Dureza moral como cristianos? Véase 1 Cor 6:18-20.
LECTURA AUXILIAR: Testimonies, tomo 4. págs. 110-112.
Martes 8 de agosto Lección 7 Parte 3 La erosión de la conducta moral
Al describir el desarrollo del pecado en el mundo, ¿qué
transgresión particular menciona el apóstol Pablo? Rom. 1:31.
Uno de los momentos más importantes en la vida de una persona es el matrimonio. Dios dispuso que el matrimonio fuera un lazo permanente entre dos personas responsables que se amaran. Una de las tragedias más grandes de los tiempos modernos es el debilitamiento de la lealtad, la fidelidad y el afecto entre los esposos, y la consiguiente disolución del hogar.
Entre los antediluvianos "no se respetaba el vínculo matrimonial ni los derechos de propiedad. Cualquiera que codiciaba las mujeres o los bienes de su prójimo, los tomaba por la fuerza, y los hombres se regocijaban en sus hechos de violencia (Patriarcas y Profetas, Pág. 80).
¿Cuál es el Ideal divino para el matrimonio? Mat. 19:
3-6.
¿Cuáles relaciones están prohibidas, y perjudican
tanto a la experiencia cristiana como al hogar? 1 Cor. 6: 15, 17.
"Las escenas de mal, recientes y dolorosas, constituyen una de las
mayores evidencias que tenemos de que el fin está cerca. Satanás,
como león rugiente, anda buscando a quien devorar; y si los hombres
y mujeres, bajo la luz refulgente que ahora brilla en este tiempo peligroso,
fueran hallados fornicarios , temo que Dios los separe de la obra para
siempre.
"Limpiad el campo de esta corrupción moral, si ella aqueja
a los hombres más encumbrados en las más altas posiciones.
Dios no jugará con ellos. La fornicación está en nuestras
filas. Lo sé, porque me fue mostrado que está fortaleciendo
y extendiendo su contaminación . . Limpiad el campamento, porque
hay algo maldito en él" (Testimonios para los Ministros, págs.
433-435).
¿Cómo considera Dios el divorcio? Mal. 2: 15, 16. ¿Sobre
qué base puede romperse el lazo matrimonial y la parte Inocente
volver a casarse? Mat. 19: 7-9.
"Mis hermanas. . . la más leve insinuación. . . que os invitara a complaceros en el pecado de permitir la menor libertad injustificada con vuestras personas, debiera ser considerada como el peor insulto a vuestra dignidad de mujeres. El beso sobre vuestra mejilla en un momento y un lugar inapropiados, debiera impulsaros a rechazar disgustadas al emisario de Satanás" (Testimonies, tomo 2, pág. 458).
Para meditar: ¿Cuál es la influencia de mi vestimenta
y de mi conducta sobre los demás? ¿Tienden a promover la
pureza?
LECTURA AUXILIAR: El Hogar Adventista, pág. 67; Testimonies,
tomo 2, págs. 458, 459; Conducción del Niño, págs.
131, 132, 391.
¿Qué desastrosa decisión hicieron los descendientes de Set cuando se relacionaron con los descendientes de Caín? Gén. 6:1, 2.
Una de las causas básicas de la rápida erosión de las normas morales en la época antediluviana fue el matrimonio mixto entre los seguidores de Dios y los mundanos descendientes de Caín. La influencia de los cónyuges incrédulos ejerce un efecto desmoralizador sobre la experiencia espiritual de los creyentes.
"Atraídos por la hermosura de las hijas de los descendientes de Caín, los hijos de Set desagradaron al Señor aliándose con ellas en matrimonio. Muchos de los que adoraban a Dios fueron inducidos a pecar mediante los halagos que ahora estaban constantemente ante ellos, y perdieron su carácter peculiar y santo. Al mezclarse con los depravados, llegaron a ser semejantes a ellos en espíritu y en obras" (Patriarcas y Profetas, pág. 68).
¿Por qué Dios prohibió a su pueblo de la antigüedad
que se casara con los que no eran de su fe? Deut. 7: 1-4.
¿Los trágicos matrimonios de qué personaje se
registran en la Biblia como una advertencia acerca de este punto? 1 Rey.
11: 1-4. Compárese con Neh. 13:25-27.
"Nunca debe el pueblo de Dios aventurarse en terreno prohibido. El
casamiento entre creyentes e incrédulos ha sido prohibido por Dios;
pero con demasiada frecuencia el corazón inconverso sigue sus propios
deseos y se contraen casamientos que Dios no sanciona" (El Hogar Adventista,
pág. 54).
¿Por qué no puede esperarse una felicidad completa
si los esposos forman un hogar dividido en las creencias religiosas? 2
Cor. 6: 14-16.
"El corazón anhela amor humano, pero este amor no es bastante fuerte, ni precioso para reemplazar el amor de Jesús. . . Dese la mujer a Cristo antes que darse a otro amigo terrenal, y no forme ninguna relación que contraríe esto... A menos que quiera tener un hogar del que nunca se levanten las sombras, no se una con un enemigo de Dios" (Mensajes para los Jóvenes, pág. 483).
Para meditar: ¿Por qué no es seguro, ni desde el
punto de vista espiritual ni teniendo en cuenta la felicidad mutua, que
un adventista se case con un cristiano de otra denominación?
LECTURA AUXILIAR: El Hogar Adventista, págs. 52-59.
¿Cuáles condiciones en la relación entre padres e hijos predijo el apóstol Pablo que serían especialmente notorias en el tiempo del fin? 2 Tim. 3:1, 2.
La predicción indicaba que en muchos hogares habría un enfrentamiento directo entre padres e hijos. El respeto por la autoridad paterna es un elemento básico para la felicidad humana. El desconocimiento del lugar legítimo que debe tener ese respeto en la sociedad conduce al desprecio general por la autoridad, sea en la iglesia, la escuela, el estado, o incluso en el cielo.
"La familia es la unidad más importante y fundamental de la sociedad
y del gobierno. El respeto por la autoridad paterna y la obediencia a la
ley paterna son el fundamento de todo orden y organización. Tal
como sea el hogar será la sociedad, la nación y el mundo...
"La falta de respeto por la autoridad -paterna, civil y divina- es
el mayor de los males del mundo moderno" (Taylor G. Bunch, The Ten Comandments,
Washington, 1944, págs. 91, 97).
¿Qué se dice de Abrahán como ejemplo de buen
padre? Gén. 18: 19.
"La primera preocupación de los padres debería ser
la de establecer un buen gobierno en la familia. La palabra de los padres
debería ser ley, y excluir toda disculpa o evasiva. Los niños,
desde su misma infancia deberían ser enseñados a obedecer
implícitamente a sus padres" (Conducción del Niño,
pág. 79).
¿Cómo actuaba Jesús a los doce años hacia
sus padres, aunque ellos no comprendían plenamente su misión
divina? Luc. 2: 49-51.
"Durante dieciocho años después de haber aseverado
ser Hijo de Dios, reconoció el vínculo que le unía
a la familia de Nazaret, y cumplió los deberes de hijo, hermano,
amigo y ciudadano" (El Deseado de Todas las Gentes, pág, 61).
¿Qué propósito espera Dios que cumpla en las
familias de su pueblo su mensaje de los últimos días, dado
con el espíritu de Elías? Mal. 4: 5, 6.
"El secreto de la verdadera unidad. . . en la familia no estriba en la diplomacia ni en la administración, ni en un esfuerzo sobrehumano para vencer las dificultades... sino en la unión con Cristo" (El Hogar Adventista, pág. 158).
LECTURA AUXILIAR: Conducción del Niño, págs. 21-25.
Viernes 9 de agosto
Lección 7 Parte 6 La erosión de la conducta moral
¿Cuál es el deseo divino para los cristianos cuando
establecen un hogar? 1 Tes. 4: 3-7.
Ya sea que la frase griega del versículo 4 se refiera al cristiano mismo ("que cada uno de vosotros sepa tener su vaso", Val. ant.) o a su esposa (como dice en la versión Valera, revisión de 1960), no afecta demasiado a la fuerza del pasaje que llama al cristiano santificado a una vida de pureza moral. El matrimonio es sagrado. El verdadero amor es honroso y responsable. Las relaciones sexuales premaritales, los casamientos experimentales y el intercambio de cónyuges no son otra cosa que formas de inmoralidad condenadas en la Biblia. Tales prácticas destruyen la felicidad genuina y la santidad.
¿Cómo estableció Dios la relación matrimonial?
Gén. 1: 27; 2:18-24.
"Dios mismo dio a Adán una compañera... una persona
digna y apropiada para ser su compañera y que podría ser
una sola cosa con él en amor y simpatía. Eva... debla estar
a su lado como su igual, para ser amada y protegida por él. Siendo
parte del hombre, hueso de sus huesos y carne de su carne, era ella su
segundo yo; y quedaba en evidencia la unión íntima y afectuosa
que debla existir en esta relación...
"Cuando se reconocen y obedecen los principios divinos en esta materia,
el matrimonio es una bendición: Salvaguarda la felicidad y la pureza
de la raza, satisface las necesidades sociales del hombre y eleva su naturaleza
física, intelectual y moral" (Patriarcas y Profetas, págs.
26, 27).
¿Cómo muestra el apóstol Pablo que el amor conyugal
es lícito y sagrado para el estado del matrimonio? 1 Cor. 7: 3-5.
"Jesús no impuso el celibato a clase alguna de hombres. No
vino para destruir la relación sagrada del matrimonio, sino para
exaltarla y devolverle su santidad original. Mira con agrado la relación
familiar donde predomina el amor sagrado y abnegado" (El Hogar Adventista,
pág. 106).
Para meditar: ¿De qué maneras puede un cónyuge aparentemente "inocente" ser culpable de contribuir a la caída moral de su pareja?
LECTURA AUXILIAR: El Hogar Adventista, págs. 106-112.