Gustavo Cerati en el Gran estelar de la Ex-Feria del Hogar


Tres años y medio después de presenciar su primera presentación en solitario en tierras peruanas, el destino me brinda una nueva oportunidad de verlo en vivo. Son las 7:30 PM del Jueves 14 de Setiembre de 2006 y al ingresar al Gran Estelar de la Ex-Feria del Hogar me encuentro con los primeros grupos de entusiastas que, como yo, han buscado desde temprano la mejor ubicación posible para apreciar a Gustavo Cerati y toda su banda.

A diferencia del 2003, el paso de los minutos no parece traer a más gente. Todo parece indicar que en esta ocasión el lugar no se llenará en su totalidad. Al menos no se aprecia un grupo compacto de público, aunque tal vez se deba a que el Gran Estelar es casi el doble de extenso de lo armado en el Jockey Plaza para la Gira Siempre es Hoy. O tal vez por la existencia de esas dos tribunas laterales con las cuales se completan hasta seis alternativas para los asistentes, y no tres como en el 2003. Mayor espacio y público más disgregado. Mala idea para los que aspirábamos a ver un grupo solido apreciando al ex-Soda.

9:00 PM. La gente espera en vano el inicio del show. En un principio pensé que empezaría a las 9:15 PM (como en el Jockey), pero en medio de la penumbra que envuelve el escenario logro apreciar que la gente de apoyo de Cerati recién ultima los detalles. Así que fácil se demorarán más de lo esperado.

9:28 PM. Algo más de 7000 personas llenan al 85% El Gran Estelar. De pronto, en el escenario aún envuelto en penumbras, por fin alcanzo a distinguir a los de la banda a punto de tomar sus posiciones. En segundos se apagan las luces principales del recinto y los primeros flashes de la noche saludan el inminente inicio del show.

9:30 PM. Un impecable y potente sonido de guitarra empieza a sonar, mientras un reflector ilumina el telón que cubre casi totalmente el escenario, y que es similar al fondo del Ahí Vamos. La silueta de Cerati empuñando la guitarra indica que el momento finalmente ha llegado. Tras varios segundos de agradecida intro, cae el telón en simultáneo con el decidido arranque de Al fin sucede. Nunca un mejor tema para iniciar un show de Gustavo. Sensacional. Ahí nomás le sigue La Excepción, uno de mis favoritos del nuevo material solista, y lo canto como muchos a todo pulmón. Cerati se luce con la guitarra, impecablemente secundado por la banda. Simplemente espectacular. Acto seguido se escucha Uno entre mil, tema potente que tiene la particularidad de permitir a Coleman (partícipe de los discos iniciales de Soda Stereo) lucirse cantando algunas líneas. El primer freno del show llega con Adiós, tema aprovechado por Cerati para saludar al público en medio de ovaciones. Bomba de tiempo es otro de mis favoritos y lo vivo al máximo, a pesa del breve problema presentado con la consola de la guitarra de Gustavo, y que Barakus (apoyo suyo desde la época de Soda) soluciona presto. Acto seguido Gustavo disfruta interpretando Caravana, sorprendiéndonos con una ejecución que suena mil veces más espectacular en vivo que en el disco.

De pronto Cerati hace una pausa y presenta a Richard Coleman (ovacionado por quienes lo apreciamos por su ya comentado trabajo con Soda, lo cual responde entre agradecido y sorprendido) y Fernando Samalea, con quienes se conoce desde la época de Fricción. Y los presenta adelantadamente porque están por darle paso a Ecos, un tema grabado por Soda Stereo pero original de Fricción. Lo disfruto agradecido porque es uno de mis temas favoritos desde siempre. Hija de puta... ¡Toma la ruta! grita Gustavo, anunciando al público el próximo tema. Cerati me da gusto con otro de mis favoritos de su ex-banda. Excelente.

A continuación la banda suelta Medium, un muy buen tema que en vivo supera por millones a la versión del disco. Luego llega Me quedo aquí, momento pausado que cuenta con la entusiasta participación del público con las palmas. Después se inicia una intro que reta a todos a reconocer lo que se viene. La nueva versión de Engaña engancha a más de uno con su ritmo calipsoide. Una de las joyas de la noche. Té para tres se convierte en el tercer tema de Soda interpretado por la banda. Impecable. Luego viene Av. Alcorta, con una versión menos intensa que la original, pero aceptable. Richard, ha llegado el momento que muestres la pija dice Cerati, y Coleman suelta la poderosa intro de Dios nos libre, otra de mis favoritas del nuevo material. Durante su interpretación se presenta el segundo problema de la noche con la consola de la guitarra de Gustavo, quien guardando las formas le pide desesperadamente con señas a un distraido Barakus que nuevamente le de una mano. La capacidad y profesionalismo de Cerati para sacar el tema adelante a pesar de los problemas técnicos queda demostrada en su máxima expresión, siendo el resultado memorable.

Cosas imposibles revive los recuerdos del 2003, con una versión añejada por el tiempo. Y qué decir de Vivo, de lo mejor de la noche, con una interpretación sensacional. Luego, con una grandiosa interpretación de Lago en el cielo, Gustavo agradece a los asistentes y se retira del escenario en medio de pedidos para que el show continue.

Cinco minutos después retorna la banda en pleno al escenario. En medio de un ambiente azulado se deja escuchar Crimen, con la total participación del respetable. Acto seguido Cerati, quien toda la noche ha estado más entregado y coloquial con el público que en el 2003, suelta con alegría Paseo inmoral, en una versión realmente magistral. Luego Gustavo anuncia Prófugos, y los viejos fans deliran con una nueva versión del clásico tema de Soda, aunque en lo personal me quedo con la versión original. Casi empalmando llega Planta, el último tema de Soda de la noche, disfrutado al máximo por aquellos nostálgicos que estuvimos en la Universidad de Lima en 1995, con ocasión de la Gira Sueño Stereo, y que recordámos que ese fue el tema con el que Soda abrió aquella noche.

Con la interpretación de Puente Cerati da inicio a la parte final del show. En medio del tema presenta al multifacético Leandro Fresco y a Fernando Nale, bajista suyo desde Bocanada, Porque desde entonces no encontramos a otro como él, bromea Gustavo ante la celebración del público. El Gracias por venir cantado al unísono por los asistentes cierra grandiosamente el tema. Aquí Cerati anuncia la partida del escenario con Jugo de luna, para luego continuarla en otro lado, ya que la noche recién empieza sentencia Gustavo. El tema, otro de mis favoritos del Ahí vamos es interpretado impecablemente por Cerati, quien acertadamente incorpora en el cierre fragmentos sonoros de Estoy azulado. Tras dos horas y veinte minutos de show intenso y rockero, los asistentes despedimos a Gustavo y su banda con interminables aplausos, agradeciendo el espectacular e impecable despliegue de luces y sonido, el desempeño de la banda, pero por sobretodo la oportunidad de haber apreciado nuevamente en vivo a este gran músico mundial llamado Gustavo Cerati. ¡Gracias maestro!.


Crónica redactada el 24 de Setiembre del 2006, para el Site Primavera Stereo, de Lima-Perú. Escrita por Erwin F. Zarria León.