Educación y propaganda

Febrero 2001

En Venezuela, el término "propaganda" es usado generalmente como sinónimo de "publicidad". En las siguientes líneas, nos referiremos más bien a su acepción política, a la propaganda como sistema de difusión ideológica.

Es obvio que todo movimiento político, para la satisfacción de sus objetivos necesita hacerse de un plan de propaganda; las doctrinas y proyectos políticos nacen para propagarse. Sin embargo, se tiende a pensar que los gobiernos no deberían hacer uso de ella. Karl Popper, por ejemplo, considera a la propaganda como una forma de violencia. Aún favoreciendo esta opinión, reconocemos como un hecho que los gobiernos hacen propaganda, tanto para sí mismos como para los partidos políticos a cargo. Hay, por supuesto, distintos medios y distintos objetivos.

En el caso de Hugo Chávez, su plan de propaganda incluye a la educación, y en eso se distingue tanto de las anteriores administraciones venezolanas como de la práctica democrática universalmente aceptada. Y es que una educación impregnada de propaganda gubernamental sería, en una sociedad democrática, un extravío. Un gobierno democrático lo es porque respeta los derechos de los ciudadanos, y el derecho a la educación no es ejercido debidamente por la juventud si el gobernante de turno usa los medios educativos para su particular fin de conservar el poder.

Los regímenes totalitarios, en cambio, hacen que la educación y la propaganda vayan de la mano. Sirvan de ejemplo las palabras del siniestro Joseph Goebbels, Ministro de Ilustración Popular y Propaganda de Adolf Hitler:

"El estado Nacional Socialista, surgiendo de una revolución, tenía la tarea de concentrar tanto la propaganda como la educación, uniendo dos conceptos que están relacionados pero no son idénticos, moldeándolos en una unidad que a largo plazo puede servir al gobierno y al pueblo. (...) La gran riqueza de ideas y la infalible creatividad de nuestra propaganda, probada durante nuestra lucha por el poder, fue perfeccionada hasta el último detalle. Ahora le dimos un giro para que sirva al mismo estado, encontrado maneras significativas y formas flexibles de inmunizar el pensamiento del pueblo." (Goebbels at Nuremberg - 1934. [en línea] Traducido al inglés por Randall Bytwerk. Traducido del inglés al español por APVenezolano. http://www.calvin.edu/academic/cas/gpa/goeb59.htm)

Los hechos en los cuales se observa la intrusión de la propaganda en la educación venezolana actual consisten, básicamente, en la incorporación de una pretendida instrucción premilitar en las escuelas y la intervención del sistema educativo privado. No es mera suspicacia nuestra la que nos lleva a relacionar estas medidas con la propaganda; un exguerrillero izquierdista, ahora asesor del Ministro de Educación, Cultura y Deportes y confeso autor del nuevo proyecto educativo, asegura que dicho proyecto tiene por objeto hacer "irreversible" el actual proceso de cambios políticos. Eso es propaganda: hacer "irreversible" la "revolución" de Hugo Chávez mediante un plan educativo equivale a "inmunizar el pensamiento del pueblo" mediante la educación, como quería Goebbels.

1.- Instrucción premilitar

El curriculum de educación media ha sido modificado para incluir la asignatura "Instrucción premilitar". Podría pensarse que dicha asignatura se destina a proveer a los jóvenes de algunos conocimientos en sistemas de defensa, logística o táctica militar, o del uso de armas, lo cual sería ya ir muy lejos. Nada de eso. Allí se les adoctrina con algunos ingredientes de la mezcla ideológica de Hugo Chávez, principalmente el ultranacionalismo y el militarismo; se les "enseña" que los inmigrantes suramericanos y europeos sólo trajeron drogas y vicios, que los fallidos golpes de estado del 4 de febrero y 27 de noviembre de 1992 eran legítimos, que la "revolución" es mejor que la democracia representativa, que el Pacto de Punto Fijo fue nocivo para el país.

¿Qué significa "enseñar" a los jóvenes que la inmigración es perniciosa? Significa propagar la xenofobia, la misma que los nazis sembraron en el ánimo de sus jóvenes y a la postre costó millones de vidas humanas:

"El estado nacional socialista exige que los profesores instruyan a los niños alemanes acerca de la cuestión racial. Para el pueblo alemán, la cuestión racial es la cuestión judía." (Streicher, Julius. Prólogo a La cuestión judía en educación de Fritz Fink. [en línea] Traducido al inglés por Randall Bytwerk. Traducido del inglés al español por APVenezolano. http://www.calvin.edu/academic/cas/gpa/frau01.htm)

Esa xenofobia que se transmite a los educandos venezolanos colide gravemente con el artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos:

"La educación (...) favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos..." (Naciones Unidas [en línea] http://www.un.org/spanish/aboutun/hrights.htm).

Además, ¿qué significa "enseñar" a los jóvenes las supuestas virtudes de la "revolución" personal de Hugo Chávez, y los supuestos defectos de la democracia representativa? Significa educar para la obediencia al líder, por una parte, y para el desprecio por los valores democráticos, por la otra, de manera similar a la nazi:

"Una juventud siendo entrenada para tan importantes deberes nacionales tiene que aceptar la idea de seguir al Führer absolutamente y sin cuestionamiento, sin insano criticismo respondón, sin egoísmo ni oposición. (...) No necesitamos un pueblo regido por votos mayoritarios, sino un pueblo con voluntad de liderazgo. ¡La juventud alemana debe aprender eso y actuar en consecuencia!" (Los principios educativos de la nueva Alemania. [en línea] Traducido al inglés por Randall Bytwerk. Traducido del inglés al español por APVenezolano. http://www.calvin.edu/academic/cas/gpa/frau01.htm)

Así, quienes ahora detentan el poder en Venezuela, están sembrando una ideología aberrante y conflictiva en la mente de los adolescentes, en el marco de una asignatura obligatoria dentro del pensum de estudios. Justo como los nazis hacían.

2. Intervención del sistema educativo privado

El gobierno de Hugo Chávez ha dispuesto la creación del cargo de "supervisor itinerante" que tendría la facultad de remover a las juntas directivas de las escuelas privadas que, conforme a su criterio y sin que existan normas escritas, deban ser intervenidas; estos supervisores serán libremente designados por el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes. Adicionalmente, se ha decidido que las escuelas privadas tengan la obligación de aceptar, dentro de las asambleas de profesores y representantes, a "voceros de la sociedad", esto es, a personas o grupos que, sin necesidad de tener relación alguna con la escuela, deseen participar.

En un contexto democrático, nada de esto tiene sentido. El ministerio a cargo ha contado siempre con supervisores capaces de promover incluso el cierre de una escuela privada que no satisfaga ciertas normas formales y conocidas; lo novedoso es que no existen ahora tales normas, pero sí el poder de nombrar discrecionalmente la directiva de una escuela privada.

Los "voceros", por su lado, deberían ser sólo personas que tengan una relación comprobada con la comunidad educativa específica, y no cualquier persona o grupo, como lo contempla el actual proyecto.

¿A qué responde todo, entonces? A la presión ideológica sobre las escuelas privadas: los supervisores y los "voceros" serán los encargados de velar porque la propaganda sea allí implantada con tanto celo como en las escuelas públicas. Sabiendo esto, es natural que en los últimos días la clase media se haya manifestado ruidosamente en contra de estas medidas, proclamando su resistencia con el sugestivo lema "Con mis hijos no se metan". Conforme al ya mencionado artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, les asiste la razón a los padres que así se han manifestado:

"Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos." (Naciones Unidas [en línea] http://www.un.org/spanish/aboutun/hrights.htm).



Atrás