Rehabilitar o deshabitar
Somos dos vecinos del Casco Viejo de Pamplona, de la Navarrería, ese barrio lleno de historia pero tan olvidado por nuestros gobernantes. Desde estas calles adoquinadas hemos visto cómo han ido cambiando y limpiando la cara nuestros edificios gracias al esfuerzo de sus moradores, en algunos casos siendo un gran sacrificio para éstos. También se ha reurbanizado parte del Casco Viejo haciendo peatonales esas calles para el disfrute de todos los pamploneses, en fin, lo que nuestros gobernantes llaman rehabilitarlo. Todo correcto si no fuera porque los vecinos que en él residimos somos los más olvidados; política nefasta de aparcamientos, cobro de impuestos extras (tarjetas de residente), escasez de parques infantiles para nuestros hijos/as, falta de dotaciones deportivas y una escuela pública en condiciones.
La actual Escuela Pública es San Francisco, un edificio que en 2005 cumplirá 100 años desde que abriera sus puertas a los alumnos/as de Pamplona. Una escuela pública cargada de historia, que nuestros gobernantes quieren derribar para hacer la Biblioteca general de Navarra. Todos sabemos que detrás de esta operación está el solar de Intendencia y el Corte Inglés. Nosotros nos preguntamos por qué no se hace la biblioteca en el solar de Intendencia y el dinero que se va a destinar a adecuar las antiguas Teresianas, se utiliza para reformar San Francisco, un edificio amplio, adecuado para la educación, con mucha iluminación y en el cual cabemos todos/as sin mínimos. Nuestros hijos/as, el futuro del Casco Viejo, esos que todas las tardes alegran la plaza con sus juegos y su inocencia, necesitan San Francisco para seguir dando vida a nuestro barrio.
No necesitan un colegio en el cual se merma la matriculación al ser las clases más pequeñas, que no tiene iluminación natural suficiente, que en el comedor -cosa muy importante- no caben ni siquiera en dos turnos todos los niños que actualmente comen en el de San Francisco y, por si fuera poco todo esto, se cuestiona la seguridad de nuestros hijos/as en ese edificio. Señores gobernantes: seamos todos sensatos y no echemos por tierra la ilusión de muchos padres y madres que quieren que sus retoños cursen estudios cerca de sus casas. Sigamos rehabilitando el Casco viejo, dándole vida, haciendo de él un lugar agradable para sus vecinos/as y los que nos visitan. No intenten anteponer intereses de mayorías para deshabitar el Casco Viejo. ¿Acaso no hay otro lugar para el Corte Inglés y la Biblioteca?
Nosotros creemos que sí lo hay. Por un Casco Viejo habitado.
Kiko Madrugo y Amaya Cabañas, Diario de Noticias, 16 de diciembre de 2002