La APYMA del Colegio Público San Francisco a la
Comisión de Educación del Parlamento de Navarra
(4 de mayo de 2001)

Sra/Sr Presidente de la comisión de educación, Sras. y Srs. parlamentarios:

Buenos días, egun on.

Somos los representantes de la APYMA San Francisco

Queremos ante todo agradecerles su convocatoria que nos permite exponerles directamente la situación en la que nos encontramos ante la intención del Gobierno de trasladar el colegio de nuestras hijas e hijos de su actual emplazamiento en San Francisco al edificio Ezpeleta, sede que fue del colegio Teresianas.

En febrero pasado les presentamos un escrito en el que solicitábamos se recibidos por ustedes. Acompañábamos al mismo un informe que consistía en la carta que el Director General de Educación había enviado al Ayuntamiento con su compromiso de que en Teresianas cabía este colegio, la resolución del Gobierno por la que se rechazaba un recurso que presentamos contra el concurso de adecuación de teresianas y un análisis de ambos escritos. En resumen, señalábamos que aunque el gobierno rechazaba nuestro recurso lo hacía dándonos la razón en los puntos que en su momento eran objeto de recurso: la pista polideportiva exigida por el decreto de mínimos no cabe en Teresianas y respecto a las alturas proyectadas se limitaba a decir que eso no venía en la normativa cuando es evidente, para quien lea el BOE, que sí que está. Comentábamos también nuestra sorpresa y preocupación por la constante referencia a una disposición adicional, la cuarta del Real Decreto 1004, que permite no cumplir con los mínimos en los casos de centros incompletos bien de infantil y primaria en zonas rurales, bien sólo de infantil en zonas urbanas. Siendo la necesidad del Casco Viejo de un centro con tres líneas completas de educación infantil y primaria en zona evidentemente urbana, esta adicional cuarta no es aplicable. Por ello, la constante referencia a la misma no hacía más que añadir preocupación respecto a lo que estaba todavía por ver.

El 15 de marzo vimos por fin los planos del proyecto de adecuación del Palacio Ezpeleta como sede del Colegio San Francisco Vimos que efectivamente había más motivos para la preocupación. Esta comisión es sin duda el sitio adecuado para comentarlos. Para facilitar el seguimiento de nuestra exposición hemos elaborado un informe que ya les hemos entregado.

Lo primero que queremos decir es que la preocupación que los padres y madres estamos manifestando es una preocupación compartida por toda la comunidad escolar del colegio. El primer documento es un escrito aprobado en el consejo escolar el pasado 27 de marzo. Fue aprobado por unanimidad. En él se señalan algunos de los aspectos negativos que se observan en el proyecto. Se habla de las aulas, pero también de los despachos de dirección y secretaría, de la sala de profesores, de la oficina de los conserjes... Desde todas las perspectivas presentes en la comunidad escolar el proyecto presenta deficiencias notables. El consejo escolar acaba exigiendo al Departamento de Educación que se anule el proyecto de imponer ese traslado. La palabra exigir es una palabra fuerte, poco habitual en las relaciones de un colegio con el departamento, pero también es poco habitual que un colegio que está vivo, que dispone de unas dependencias adecuadas a su necesaria tarea, se vea abocado a un traslado que no garantiza ni los mínimos reconocidos por la normativa vigente.

Teresianas no puede acoger adecuadamente lo que San Francisco acoge por la sencilla razón de que Teresianas es mucho más pequeño. En el segundo documento podemos comparar las plantas de ambos edificios. Son reducciones a escala del plano catastral del Pamplona. La parte con trama gris corresponde al espacio edificado. Se nota la diferencia.

Hemos aprovechado estos planos a escala para estudiar la posibilidad de incluir en el patio la pista polideportiva de 44 por 22 metros. En el acuerdo de rechazo a nuestro recurso el gobierno afirmaba que en Teresianas cabía mejor que en San Francisco. Esta afirmación, aunque provenga del gobierno, no se sostiene a la vista del croquis. Incluso podemos afirmar que lo que le falta a la pista en San Francisco es resoluble, adquiriendo una parte de la bajera colindante, mientras que en Teresianas habría que derribar parte de uno o varios edificios de viviendas, es decir, que sería difícilmente ejecutable.

Estos planos son los únicos de los que disponíamos hasta que el Gobierno hizo público su proyecto. Los planos del proyecto los incorporamos en el tercer documento mientras que el cuarto son los planos de San Francisco. El quinto documento son los comentarios que hacemos al proyecto planta por planta. Antes de entrar en detalle fijémosnos en las aulas que hay en la planta baja de San Francisco (hoja 4-1): ocho aulas de 55 metros cuadrados o más (hasta 81m2 la mayor) y sólo en la mitad de la planta. Con un aula más (que se puede conseguir) ahí cabe toda la educación infantil prevista en el colegio. Sólo en la planta baja. En Teresianas sólo un aula superaría las dimensiones de la menor de las aulas de San Francisco y es la de los muros en medio. Cualquier comparación que se haga resultaría favorable para San Francisco.

Viendo los planos de Teresianas se encuentran muchos aspectos rechazables. A los ya conocidos incumplimientos de pista deportiva y alturas de edificación se añade otro muy claro en lo relativo al comedor: El programa de necesidades para la construcción de centros educativos cifra las dimensiones del comedor para un centro de estas características entre 240 m2 para centros de 18 unidades (450 puestos escolares) y 350m2 para centros de 27 unidades (675 puestos escolares). Nuestro centro, con 27 aulas de un máximo (dadas las dimensiones previstas) de 20 niños por aula, es decir, hasta 540 puestos escolares dispondría de un comedor de 63m2, cuatro veces menos.

Es un incumplimiento de normativa vigente, pero también es un incumplimiento de necesidad real. Teniendo en cuenta que es necesario un metro y medio por niño, caben en ese comedor 42 niños. Por el horario se pueden llegar a hacer dos turnos así que sólo se podría atender a 84 niños. Nuestras estadísticas de uso dicen que la mitad de los alumnos se quedan en el comedor. El curso que viene ya superamos los 200 alumnos, así que ya el año que viene, cuando todavía faltan varios años para completar las tres líneas, el comedor sería insuficiente. Y el comedor escolar no es un capricho. Hoy en día, un colegio sin comedor es para muchas familias un imposible.

Si seguimos mirando los planos de la planta baja vemos un gimnasio con columnas (y de poca altura), esas dos aulas de infantil con dos muros cada una más anchos que el espacio que queda libre entre ellos, el puesto de los conserjes desde el que no se ve ni una de las entradas del colegio, un aula de música de 20 metros cuadrados y sin ventanas,... No se trata desde luego de un proyecto para un colegio del siglo XXI.

Podríamos analizar los planos planta a planta, pero sin entrar en tanto detalle igual basta con señalar algunas de nuestras críticas fundamentales: Las aulas se ajustan todas a los mínimos con lo que los grupos pasan a ser de 20 niños como máximo. No se trata de que vaya a haber grupos más desahogados como ha dicho el gobierno en una ocasión: los grupos de 25 alumnos en San Francisco están en aulas que superan los mínimos con holgura, mientras que aquí, aun siendo menos niños, estarán bastante más prietos. Lo que sí se trata es de una reducción de la oferta de plazas del 20%.

Las aulas son oscuras, con sólo una o dos ventanas "normales", es decir, estrechas. Los servicios son escasos: en la tercera planta, con una ocupación prevista de 7 aulas de primaria, es decir, 140 alumnos, hay dos retretes. En las demás plantas es parecido.

Al no haber zona de patio cubierto, en los días de lluvia los niños jugarán en las galerías de primera y segunda planta. Además de las molestias que eso supondrá a las aulas que sigan estando ocupadas (los recreos de infantil y primaria son separados), se plantea un evidente problema de seguridad.

Podríamos decir que además de incumplimientos de normativa vigente también hay incumplimientos de lógica, que también se debe suponer vigente.

Pero además de deficiencias desde el punto de vista educativo también hay diferencias muy graves en materia de seguridad. Se ha abierto recientemente el plazo de presentación de alegaciones como actividad clasificada (pese al acuerdo del pleno del ayuntamiento de paralizar el expediente) y al estudiar la memoria de cumplimiento de actividad clasificada hemos podido ver que el gobierno aduce que se trata de una obra de reforma en la que se mantiene el uso y que, por tanto, cabe no aplicar la normativa básica de seguridad. Una vez más se nos pretende aplicar una excepcionalidad para evitar cumplir lo que se prevé como mínimo, ahora en materia de seguridad.

Teresianas fue un colegio, pero ya no lo es. Y no lo es porque, entre otras cosas, resultaba imposible adecuarlo a la normativa vigente. Y se cerró y ahora, años después, con un cambio de propiedad, con un cambio de utilidad (de ser hasta 18 años pasa a ser hasta 12 años), con un cambio de capacidad, con un cambio de distribución (se puede decir que no queda ni un tabique en pie) nos dicen que como se mantiene el uso no hay por qué aplicar la normativa básica, la normativa básica de seguridad. Esto es inaceptable. Uno de los mayores incumplimientos en materia de seguridad es que una escalera que baja de la cuarta planta no respeta la normativa y dicen que como no cambia el uso da igual. Pero la escalera es de nueva construcción. ¿Cómo se entiende esto?

El escrito de alegaciones que presentamos es el 6º documento que les hemos entregado y es, sin duda, el aspecto más técnico. Para entrar en detalles, Alicia Ainciburu que además de madre de una niña del colegio es arquitecta, está mucho más capacitado que yo, pero a modo de resumen citaré los seis puntos a los que nos referimos:

  1. Una de las dos escaleras de evacuación de la cuarta planta no es protegida hasta la planta de salida del edificio.
  2. Las alturas de los peldaños de las escaleras entre 2ª y 3ª planta son de más altura de la permitida
  3. El pasillo de evacuación de la biblioteca es en algunos de sus tramos de menor anchura que la permitida.
  4. Los recorridos de evacuación desde diversos puntos del edificio superan la longitud máxima permitida.
  5. Para evitar aumentar las necesidades de seguridad, el proyecto hace los cálculos considerando la ocupación de las aulas a 2m2 por niño. Esto es así en infantil, pero no en primaria, donde es de 1’5m2, pero cometiendo este digamos "error de calculo" se consigue que la anchura de las escaleras y de los pasillos no quede por debajo de los mínimos. (Con 2m2 por niño, en primaria sólo cabrían 15 alumnos por aula).
  6. La estabilidad al fuego de algún recorrido de evacuación es menor de la exigible.

Demasiada inseguridad para cualquier edificio y más si es para niños de 3 a 12 años. No es aceptable que en el tema de la seguridad el gobierno aplique excepcionalidades más que dudosas.

Se puede resumir todo lo dicho en una sola frase: con el proyecto de traslado a Teresianas, la oferta educativa pública en el casco Viejo de Pamplona se degrada.

En San Francisco caben todas las exigencias legales y más (salvo el aspecto del patio) con holgura. En Teresianas lo que cabe cabe justo-justo rozando el mínimo y en muchos aspectos ni eso.

La Asociaciones de Padres y Madres de alumnos están reconocidas como parte de la comunidad escolar de los centros y tienen su capacidad para incidir en la dinámica escolar, pero cuesta creer que una de sus tareas primordiales sea, como nos está sucediendo a nosotros, el recordar al gobierno que las leyes obligan a todos y a la Administración también. Los mínimos se cumplen todos y cada uno o no se cumplen.

Es esto lo que estamos pidiendo y lo estamos haciendo ante todos los organismos de los que disponemos: El propio gobierno el primero, pero hemos recurrido además al Parlamento, al Consejo Escolar de Navarra, a la Defensora del Pueblo, a la Alta Inspección del Ministerio de Educación y Ciencia en Navarra, a los sindicatos, al Ayuntamiento. También hemos recurrido a los tribunales y la Sala de lo Contencioso Administrativo ha admitido a trámite nuestro recurso. Puede suceder que dentro de un tiempo, años quizás, los tribunales digan que tenemos razón, pero mientras tanto el Gobierno sigue adelante con sus intenciones sin atender nuestras razonables y razonadas reclamaciones. Igual, para cuando los tribunales dicten su sentencia, San Francisco ya ha sido demolido y sólo nos queda Teresianas. Tenemos miedo de que esto suceda así y por eso creemos que esta sesión de hoy con ustedes puede ser un buen punto de arranque para reconsiderar la situación. Es absolutamente lamentable que se esté cumpliendo de forma inexorable la expresión esa de "para el caso que nos van a hacer".

Pedimos a los grupos parlamentarios que aprueben una proposición no de ley por la que se pida al gobierno la paralización de este proyecto que perjudica claramente a una necesidad vital de un barrio de Pamplona.

Quisiéramos hacer una petición expresa al grupo de UPN que es el grupo del Gobierno de Navarra. A todos cuesta reconocer un error, pero es peor sostenerla y no enmendarla. Nadie le niega al Gobierno ni al Ayuntamiento su derecho a tener proyectos de legislatura, pero esos proyectos no se pueden llevar a cabo dejando a un lado los derechos que las leyes reconocen a los ciudadanos. Cuando se presentó el proyecto de ubicación de la biblioteca general de Navarra en el solar de San Francisco no se cayó en la cuenta que la solución "el colegio a Teresianas" era imposible porque no respetaba la normativa vigente a la que también el gobierno está sometido. Cuando el gobierno accede al cargo jura o promete cumplir y hacer cumplir la ley. Esto debería ser más que un formalismo sin sentido.

Con el proyecto de traslado de San Francisco a Teresianas están en peligro los cimientos del actual colegio, pero también están en juego los cimientos de esa estructura social en la que nos desenvolvemos y que nos marca nuestros deberes y nuestros derechos. Es esto una ventaja de cara a resolver el problema ante el que nos encontramos: si el gobierno reconsidera su postura, todas y todos ganamos.

Sra/Sr. presidente, Sras. y Srs. parlamentarios, muchas gracias, eskerrik asko.

Pamplona-Iruñea, 4 de mayo de 2001

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