Soluciones para Teresianas

El 13 de enero de 2000 salía en la prensa la noticia de que el gobierno planeaba dedicar el solar de intendencia para un centro comercial y edificar la Biblioteca General de Navarra donde está el colegio San Francisco. Se añadía que para la ubicación de este colegio se pensaba en el antiguo Teresianas como "solución provisional para 15 años". Han pasado ya tres años y en este tiempo los padres y madres agrupados en la APYMA del colegio hemos demostrado que en ese edificio el colegio que el Casco Viejo tiene y necesita no cabe. Sí, lo hemos demostrado porque a todas las denuncias que hemos hecho públicamente y mostrando los datos del proyecto el gobierno sólo ha podido responder con el silencio y con vaguedades como que el colegio va a quedar fantástico sustentadas en videos en los que, hablando de fantasías, el sol ilumina el edificio hasta por el norte. Convencido de que lo que pretende es totalmente indefendible, el gobierno no se ha atrevido a decir públicamente los argumentos con los que algunos de sus técnicos han pretendido convencernos en las pocas reuniones que han tenido con nosotros y que se resumen en dos: En Teresianas no hay que cumplir la normativa educativa porque es un centro urbano incompleto y en Teresianas no hay que cumplir la normativa de seguridad porque es un colegio que sigue siendo colegio y, además, la reforma no es integral.

Es lógico que no haga públicos estos "argumentos" porque son de auténtico sonrojo. El colegio que necesita el Casco Viejo de Pamplona es un colegio completo de tres líneas y Teresianas hace años que dejó de ser colegio y la reforma que se está haciendo afecta a todo el edificio salvo aquellos tabiques que corresponden al Palacio Ezpeleta y, como tal, están expresamente protegidos. Pero, sobre todo, es imposible defender públicamente el traslado un colegio de un edificio que sí cumple con la normativa a uno que no lo hace poniendo en peligro con ello la integridad física de sus ocupantes. Si por el gobierno fuera, alumnos y profesores de San Francisco se verían obligados a acudir a diario a un edificio que, por ejemplo, carece de la escalera protegida ante incendios que la ley exige.

Así las cosas es fácil entender la postura de la APYMA San Francisco oponiéndose rotundamente al traslado y nuestra disposición a acudir a las instancias que sean necesarias para evitarlo. Y cabe suponer que ganaremos porque tenemos razón: si el edificio no cumple con los mínimos legales, el edificio no vale y el traslado es inviable.

Nos encontramos entonces, nosotros y toda la ciudad, ante un problema al que hay que buscarle solución. No es San Francisco, que debe seguir donde está porque no hay otra ubicación posible en todo el Casco Viejo, sino Teresianas: ¿qué se puede hacer con ese edificio que el Gobierno ha comprado (a muy buen precio para las monjas Teresianas) y que se está rehabilitando para un destino que es imposible?

La APYMA San Francisco se dedica a trabajar en lo que es su competencia, es decir, el apoyo a la tarea educativa de sus hijos en el colegio público del barrio. Pero en estos ya tres largos años luchando por lo evidente ha tenido tiempo para enfocar el tema desde muchas perspectivas y nos parece oportuno aportar alguna idea. Desde el principio dijimos que la Escuela de Música Joaquín Maya, que está al otro extremo de la calle Mayor, se ha quedado manifiestamente pequeña para sus necesidades. Teresianas bien podría servir para su ampliación. Por otra parte, en nuestro trabajo hemos entrado en contacto con diversos organismos propios de la organización de nuestra comunidad autónoma que, por lo que hemos visto, carecen de una sede reconocida y digna de su función. Estamos pensando en el Consejo de Navarra y el Consejo Escolar de Navarra, pero seguro que hay otras instituciones similares que se encuentran desperdigadas por distintos edificios de la ciudad. Podría ser una buena idea juntarlas en un edificio tan singular como el Palacio Ezpeleta donde podrían tener espacio propios (su propia administración, sus propios despachos) y compartir espacios comunes como salas de reuniones y salón de actos. Para esto, el Palacio Ezpeleta con el anejo antiguo Teresianas es un edificio probablemente muy capaz.

Hay otro problema que resolver, el de la ubicación de la Biblioteca General. Los 3.500 metros cuadrados del solar de Intendencia se habían calificado de suficientes para ello, pero ya están vendidos en pública subasta al único postor posible y previamente anunciado. Buscarle ahora acomodo en el centro de la ciudad es complicado. Sin embargo, hay en marcha una operación urbanística que abre posibilidades. Se trata de la recalificación del solar de Salesianos, que siendo actualmente dotacional, quieren que se convierta en edificable para su venta a muy buen precio (para los frailes salesianos). Esta operación necesita ser aprobada por el ayuntamiento y es normal que a cambio se les pida algo. Ya suponemos que serán fervorosos devotos de santa Rita-Rita-Rita, pero recordando que el solar fue en su momento un regalo que les hizo la ciiudad para que edificaran en él su colegio igual no es descabellado pedir que a cambio de la recalificación una cuarta parte de sus casi 14.000 metros cuadrados revierta a la ciudad para su uso en la edificación de la nueva biblioteca. Les quedarían todavía más de 10.000 metros cuadrados que seguro que les da para mucho.

Siguiendo por esta línea, hay otra operación posible. El Corte Inglés ya dijo en su momento que el solar de intendencia se le quedaba un poco pequeño. Igual se le podría animar desde el Gobierno y el Ayuntamiento a una permuta de terreno con ese nuevo solar municipal de Salesianos y que ellos podrían ampliar comprando algunos metros más. La zona de intendencia ya tiene bastante dinamismo sin necesidad de gran almacén y así se revitalizaría indudablemente una zona de la ciudad que, hoy por hoy, tiene poca vida comercial. De paso se podría cerrar esa plaza con tantas posibilidades que está surgiendo del Baluarte no con una fachada ciega y las grandes letras verdes habituales de esos almacenes sino con un edificio a tono con el Baluarte, el Parlamento y el edificio de la Caja Navarra que son los que la configuran.

Algún lector podrá pensar que los de San Francisco somos un tanto enrevesados. Está claro que si todo esto es un lío, la culpa no es nuestra, que nosotros ya dijimos desde el primer momento que San Francisco no cabe en Teresianas. El lío se ha montado en otras instancias que han movido fichas urbanísticas sin querer tener en cuenta que una de esas fichas era imposible de encajar en otro lugar. A finales de primavera serán las elecciones autonómicas y municipales. Los distintos partidos estarán ahora elaborando las propuestas con las que se presentarán a los electores. Nos gustaría saber qué opinan de todo esto.

Pamplona-Iruñea, 9 de enero de 2003

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