Alcoba perfumada,

donde guardas los sueños,

donde nuestra mente divaga

miles de cosas vanas.

Donde uno vive momentos,

que solo pertenecen a nuestra historia.

Alcoba, templada,

donde calientas los sueños,

donde los conviertes ,

en realidades,

donde los cuerpos bailan,

la danza jamás contada.

Acolchado de plumas bancas,

no te necesitamos,

nuestros cuerpos irradian, ese calor,

que brota de nuestras entrañas.

Y así nos amamos,

mientras las horas pasan.

En esa alcoba, tibia,

calentada,

con el fuego de nuestras caricias.

Alcoba, mantente en silencio.

Se prudente.

Guarda en silencio

éste amor ardiente.

29/03/02

     María Cristina Galera

Argentina - Buenos Aires

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