El calor de nuestra piel
se parece, a ese fuego ,que te envuelve,
que no te deja respirar.
Quema, arde ,y no se puede olvidar.
El calor de nuestra piel,
se llama amor, se llama delirio y pasión.
El calor de tu piel,
se transforma en caricias,
con la alegría de mis manos,
y la música de tu voz.
El calor de nuestra piel es,
como una ciudad , ebria de idilios.
Grabé ese calor, en las notas de la brisa
y en el fondo de tu corazón.
El calor de nuestra piel,
tiene el sabor,
ese sabor, que solo
conocemos los dos.
24/01/02
Autor de ésta página .
María Cristina Galera