Por el echo de ser italiana Catalina no era muy bien vista en la corte 
          francesa, pero con inteligencia logró ganarse el favor del rey 
          Francisco I. 
        
        En 1536 el delfín Francisco muere, a causa del efecto que le 
          provocó beber agua luego de un partido de tenis, se pensó 
          que había sido envenenado, y las sospechas recayeron en Catalina, 
          ya que el agua le fue servida por un copero italiano, pero de que fuera 
          o no Catalina eso quedó en el misterio. Luego Enrique paso a 
          ser delfín de Francia y Catalina delfina y heredera al trono.
        En 1547 luego de la muerte del rey Francisco Enrique sube al trono 
          bajo el nombre de Enrique II y por lo tanto Catalina se convierte en 
          reina de Francia. Ella y Enrique tuvieron 10 hijos entre ellos los reyes 
          Francisco II, Carlos IX, su hijo favorito Enrique III, Isabel quien 
          fue reina de España por su matrimonio con Felipe II, y también 
          la bella Margarita de Valois, quien fue famosa en la historia como La 
          reina Margot.
        En el transcurso de su vida Catalina, tuvo que soportar el desprecio 
          de su esposo, a quien ella tanto amaba, Enrique tenía una amante, 
          Diana de Poiters, Catalina se torturaba aún más haciendo 
          poner tubos entre sus aposentos y los de su marido para ver cuando éste 
          estaba junto a Diana. Enrique siempre prefirió a Diana antes 
          que a Catalina, y era Diana la que mandaba a Enrique que cumpliera con 
          sus deberes conyugales. Eso provoco que Catalina respondiera con ira, 
          se le han imputado varios crímenes, entre ellos la muerte de 
          Juana de Navarra madre de Enrique el prometido de Margarita- quien 
          fue envenenada con unos guantes; y fue la verdadera organizadora de 
          la masacre de la noche de San Bartolomé. Obligo a su hija Margarita 
          a casarse con el rey de Navarra- futuro Enrique IV de Francia- en contra 
          de su voluntad, y con eso atraer a los hugonotes religión 
          que profesaba Enrique- y hacerlos caer en la trampa, los católicos 
          atacaron y asesinaron a todos los hugonotes que encontraron aquella 
          noche en París. Luego de aquella masacre quiso envenenar a Enrique- 
          Catalina tenía miedo que éste heredara el trono, porque 
          se lo había dicho un profeta- para lograrlo llenó de veneno 
          las páginas de un libro de cetrería, deporte que gustaba 
          mucho a Enrique, y así mientras lo leyera se iría envenenando 
          de a poco, pero el libro no lo leyó Enrique, sino que Carlos, 
          el propio hijo de Catalina, a quien también le gustaba mucho 
          aquel deporte, a pocos días del hecho Carlos falleció.
        El trono quedó entonces en manos del hijo favorito de Catalina, 
          Enrique, pero las cosas no fueron como Catalina se había imaginado 
          y el hijo a quien ella dedicó tanto, no la consideró en 
          su gobierno en lo más mínimo. Ambos fallecieron el año 
          1589.
        Después de la muerte del último de los Valois, subió 
          al trono de Francia, Enrique de Navarra, bajo el nombre de Enrique IV, 
          para eso tubo que abjurar del protestantismo, de lo contrario lo ejecutarían, 
          de ahí el refrán "París bien vale una misa" 
          aunque se piensa que profesaba su religión en secreto.
        Ese fue el fin de Catalina, pero para ser justos con ella debemos entender 
          que se crió en un ambiente de crímenes y era difícil 
          que reaccionara de otro modo.