Vacante la Sede Apostólica por el martirio del papa San Higinio, fue
elegido San Pío, primero de este nombre, natural de Aquilea. Expidió
un decreto mandando que todas las iglesias del mundo se conformasen con la tradición
apostólica, celebrando la Pascua de Resurrección en el primer
domingo inmediato al plenilunio de Marzo. Prohibió que los bienes de
la Iglesia fuesen enajenados ni aplicados a usos profanos. Mandó se admitiese
todos los que se presentasen para abrazar el cristianismo.
Durante su pontificado fue combatido por muchos herejes, a los que persiguió y anatematizó, siendo los principales heresiarca Valentín y Marción. Hizo muchos milagros, siendo uno arrojar los demonios del cuerpo de una doncella a quien afligían. A tan ejemplar vida correspondía el martirio para coronar sus trabajos. Logrólo, siendo delatado por cristiano y enemigo de los dioses, perdiendo la vida por la fe de Jesucristo el día 11 de Julio año 165, y nueve y medio de pontificado.