Era
más blanda que el agua, que el agua blanda.
Era más fresca que el río, naranjo en flor.
Y en esa calle de estío, calle perdida,
dejó un pedazo de vida y se marchó.
Primero
hay que saber sufrir, después amar, después
partir y, al fin, andar sin pensamientos,
Perfume de naranjo en flor, promesas vanas de un amor que se escaparon con
el viento.
Después, ¿qué importa del después?
Toda mi vida es el ayer que me detiene en el
pasado.
¡Eterna y vieja juventud, que me ha dejado
acobardado como un pájaro sin luz!
¿Qué
le habrán hecho mis manos?
¿Qué le habrán hecho para dejarme en el pecho
tanto dolor?
Dolor de vieja arboleda, canción de esquina con un pedazo de vida,
naranjo en flor.
letra:
Homero Exposito
música:
Virgilio Exposito
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