LA CONSTRUCCIÓN

DEL ALMA

 

Desde los albores de la historia los monos inteligentes aprendieron a dominar el planeta. Para ellos, lo único importante era construir un mundo que les garantizara el alimento diario. Al morir, cada simio se convertía en carroña a pesar de que en su cerebro había nacido un ideal de inmortalidad.

Con el paso de los siglos la descendencia de esos simios aprendió a dominar a su propia especie; para ellos, solo era importante la construcción de la personalidad. Al morir, la angustia de no haber hecho nada los convenció de que la inmortalidad no se obtiene por derecho propio.

Pero hubo unos pocos que aprendieron a morir antes de la propia muerte. Para ellos, lo más importante era levantar templos en honor de la virtud, para bien de su propia especie. Al morir, se dieron cuenta de que sus obras los habían convertido en inmortales.

 

 

Q.·. H.·. L.A.M.

M.·.M.·.

Resp.·. Log.·. Nieves del Ruiz Nº 14

Septiembre de 2000

 

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