Elementos decorativo-arquitectónicos consistentes en piedras esculpidas
colocadas bajo los aleros de las construcciones. En las iglesias románicas
pueden encontrarse bajo los aleros de las naves, de los ábsides o de ambos.
Generalmente están decorados aunque a veces, simplemente tienen forma, sin
esculpir y a veces no existen.
Hay casos especiales, como por ejemplo las iglesias de estilo Románico Lombardo, donde existen unas arcadas decorativas bajo los aleros, y en la base de estoa arcos es donde se encuentran los canecillos.
Este
alero muestra como bajo el alero hay
unas representaciones, que no voy a considerar como canecillos, sino como parte
del alero. Consideraré, en este caso, como canecillos los basales de los arcos,
característicos del románico Lombardo, lo que indica que el maestro que la
construyo venía de esta región.
En la Edad Media las gentes del pueblo, raramente
sabían leer y escribir, con lo cual los mensajes que la iglesia quería dar
Al principio de la Edad Media no existía una conciencia real de pecado en el sexo, se relacionaba más bien con la reproducción, con lo cual las representaciones de carácter sexual no eran mal ‘vistas’ y aunque hay unas pocas iglesias en que se representan en el interior de la iglesia, en general se colocaban en el exterior, para separar la casa de Dios (interior) de la vida de los hombres. Algunos de estos canecillos y otros elementos arquitectónicos y pictográficos fueron mutilados “censurados”, tanto al final del románico como en la época gótica.
Sexo en canecillos campurrianos.
El significado de estas representaciones, aparte del evidente, estaban imbuidos de la simbología imperante en aquella época. La mayor parte de significados se referían al bien y al mal, al pecado, al castigo, aunque también habían señales esotéricas, retratos de personajes reales, marcas de asociaciones, etc..., cada una de las iglesias es todo un muestrario, pues suele haber, en cada una, varias clases de canecillos.
En principio, el exterior y el interior de las iglesias, tenían distinto significado simbólico. El interior era la casa de Dios y el exterior era más profano; en muchas las escenas mundanas y los monstruos del mal, se quedaban en el exterior mientras que el interior se reservaba para escenas sacras o aleccionadoras. Aunque esto es parte de la teoría, y en muchas iglesias, por ejemplo en las pinturas del Valle de Boi (Lleida) se representan algunos pecadores en el interior.
San Lliseu de Isil (censurado)