Canecillos.              

            Elementos decorativo-arquitectónicos consistentes en piedras esculpidas colocadas bajo los aleros de las construcciones. En las iglesias románicas pueden encontrarse bajo los aleros de las naves, de los ábsides o de ambos. Generalmente están decorados aunque a veces, simplemente tienen forma, sin esculpir y a veces no existen.  

 

                                                                                 Santa María de la Sero. (S. XI) Jaca.                                        

            Hay casos especiales, como por ejemplo las iglesias de estilo Románico Lombardo, donde existen unas arcadas decorativas bajo los aleros, y en la base de estoa arcos es donde se encuentran los canecillos.

                                                                          San Joan de Isil (Lleida)

             Este alero muestra como bajo el alero  hay unas representaciones, que no voy a considerar como canecillos, sino como parte del alero. Consideraré, en este caso, como canecillos los basales de los arcos, característicos del románico Lombardo, lo que indica que el maestro que la construyo venía de esta  región. 

    En la Edad Media las gentes del pueblo, raramente sabían leer y escribir, con lo cual los mensajes que la iglesia quería dar a sus fieles, quedaban reducidos a los orales, que impartía el cura del pueblo, entonces usaban los canecillos y otros elementos arquitectónicos para “escribir”: consejos, advertencias, conocimientos... etc. En los temas que se representaban en ellos también intervenían otros personajes como podía ser el Magíster muri, los nobles de la localidad, los canteros, algún personaje más culto,  la persona que financiara la obra... etc.  

 

        Al principio de la Edad Media no existía una conciencia real de pecado en el sexo, se relacionaba más bien con la reproducción, con lo cual las representaciones de carácter sexual no eran mal ‘vistas’ y aunque hay unas pocas iglesias en que se representan en el interior de la iglesia, en general se colocaban en el exterior, para separar la casa de Dios (interior) de la  vida de los hombres.  Algunos de estos canecillos y otros elementos arquitectónicos y pictográficos fueron  mutilados “censurados”, tanto al final del románico como en la época gótica.

 

Sexo en canecillos campurrianos.

    

        El significado de estas representaciones, aparte del evidente, estaban imbuidos de la simbología   imperante en aquella época. La mayor parte de  significados se referían al bien y al mal, al pecado,  al castigo, aunque también habían señales esotéricas, retratos de personajes reales, marcas de asociaciones, etc..., cada una de las iglesias es todo un muestrario, pues suele haber, en cada una, varias clases de canecillos. 

       En principio, el exterior y el interior de las iglesias, tenían distinto significado simbólico. El interior  era la casa de Dios y el exterior era más profano; en muchas las escenas mundanas y los monstruos  del mal, se quedaban en el exterior mientras que el interior se reservaba para escenas sacras o aleccionadoras. Aunque esto es parte de la teoría, y en muchas iglesias, por ejemplo en las pinturas del Valle de Boi (Lleida)   se representan algunos pecadores en el interior.  

                                                                                                                                                               San Lliseu de Isil                                                                                                                                                                                                                                (censurado)

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