Santa María de Uncastillo |
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Que decir de este precioso pueblo zaragozano.
Quizás, que yo no lo conocía hasta este año del 2004 y que mis amigos Chechu y Merce nos llevaron, menos mal, a él y me ayudaron, con sus fotos, a hacer este estudio.
Por desgracia solo tuvimos unas cuantas horas para visitarlo, pero fueron suficientes para hacernos una pequeña idea de las riquezas artísticas que encierra y pudimos conseguir unas pocas fotos, de esta iglesia de Santa María. De las otras desistí hasta la próxima visita, que espero no sea demasiado lejana en el tiempo.
Uncastillo está atravesado por el río Riguel, a poco camino de su nacimiento. Aparte de esta iglesia de Santa María hay otras cuatro muestras del románico y un castillo del mismo estilo, todas merecen la pena visitarse con detenimiento. Para hacer un buen recorrido por todos ellos y ver un estudio detenido de la preciosa iconografía de esta iglesia, sobre todo la de la increíble portada sur os recomiendo visitar la página que os indico:
http://www.romanicoaragones.com
Fue consagrada por el obispo de Pamplona el 2 de noviembre de 1155, cuando su prior era Sancho Soro y siendo rey de Aragón Ramiro II, del que se recibieron donaciones para construirla sobre una anterior del siglo X.
Consta de una sola nave, tramo presbiterial y ábside semicircular. En la fachada sur hay cuatro contrafuertes, tres en el ábside y no se ve la fachada norte, entre los que se abren las ventanas, todas ellas con arcos de medio punto.
Al interior, la nave se cubre con una bóveda de medio cañón, apoyada en pilastras. Adosada en la fachada meridional se eleva una torre coronada con pináculo, ya gótico. Y adosado al muro norte se construyó posteriormente un claustro, que tapa la mayor parte de esa fachada.
Canecillos:
Fachada norte
Vamos a los canecillos: los que vemos encima son los correspondientes a la fachada sur. Como vemos son todos lisos, no sé si originalmente serían así. Personalmente pienso que no, pues debido a la gran calidad del artista que se hizo cargo de la iglesia, es extraño que los dejara tal cual a propósito; si lo hizo así sería por falta de tiempo o presupuesto, aunque ya digo que pienso que se han perdido. La factura de los demás canecillos son congruentes con el estilo de las representaciones de la portada, excepto los del último tramo absidal y el que tengo de la fachada norte. Creo que estos últimos no pertenecen al maestro de la fachada, aunque luego lo veremos más despacio.
Tramo presbiterial sur
Llamo así al vano existente entre las dos últimas columnas de la fachada sur, antes de entrar en el verdadero ábside.
En este tramo hay dos canecillos y en cada uno de los del ábside cuatro.
÷ El saltimbanqui de la izquierda es un buen estudio de movimiento. En mi foto se ve con precisión que va vestido, se marcan pliegues en la cintura y tobillos.
÷ El de la derecha es un adorno 'con espiral', este concretamente muy detallista, como el resto de las figuras de la iglesia.
Ábside
En el ábside encontramos cuatro canecillos entre cada dos contrafuertes. Entre ellos no parece haber habido nunca ningún modillón, están acompañados por un alero decorado con taqueado jaqués.
Curiosamente en la fachada sur, incluido el ábside hasta su mitad, el taqueado tiene tres filas de 'escaques'.Ver (foto superior izda.). Mientras que desde la mitad del ábside, hacia el norte, el dibujo usa cuatro filas de 'escaques'. (foto superior dcha.).
La foto de abajo es el contrafuerte central del ábside, donde se encuentran los dos tipos de dibujo. Vemos como la piedra central es simétrica respecto al contrafuerte y es de cuatro escaques, esto convierte al alero en asimétrico derivando al norte.
Tampoco hay taqueado en la mayor parte del alero sur, coincidiendo con la falta de canecillos bajo él. Lo mismo sucede en la fachada norte, aunque en esta última se conservan algunos canecillos originales con otros nuevos de relleno. ¿Se perderían juntos todos estos elemento decorativos?. Seguramente sí, pues el conjunto no queda completo sin su existencia.
Primer tramo:
Parece como si este alero sur fuera una gran fiesta, vemos el primer canecillo de este tramo y es un acróbata, varón con buen bigote y barba perfilados, vestido con voluminoso jubón y camiseta: se le ven arrugas en los brazos. Sus pies encima de la cabeza demuestran su elasticidad.
Al segundo canecillo de este tramo parece faltarle un trozo, incluso así parece una estampa festiva. Son dos personajes contorsionándose. El más cercano pudiera ser una mujer, y por las faldas también pudiera ser la de atrás. Una mano reposa sobre la única cabeza que se ve. La otra cabeza debería estar bajo las piernas que se ven al fondo.
El tercer canecillo es buenísimo, un personaje con bigote, dientes, sentado, sin sombrero, y vestido con algo parecido a una sotana y no miro a nadie.., haciendo el conocido símbolo de los mentirosos. Las proporciones agrandan la cabeza para conseguir más espacio y realizar este equilibrado y divertido retrato. A destacar, también, las manos.
El cuarto canecillo de este tramo es un torso; la cabeza, enorme, sujeta unos brazos, cuyas manos parecen, acariciar o mesar las barbas. Lleva casco militar, barba, bigote y también dientes. Se ríe a mandíbula batiente. El estilo es muy igual al del anterior, aunque creo que un poco inferior de calidad.
Segundo tramo:
El primer canecillo de este tramo es un animal, enseña los dientes como los personajes anteriores y es de estilo similar, yo diría que del mismo autor. Pudiera ser un perro (?).
El segundo es una pareja disfrutando de la lujuria. Se ve el mismo estilo de corte de pelo e igual resuelto que en el tercer canecillo del tramo anterior. También es rico en información sobre la ropa de los personajes, todo ello con mucha inspiración y buena técnica. Detrás de ellos está la serpiente que nos repite que eso es la lujuria.
El tercero es una pareja a la que le falta todo el cuerpo del personaje derecho. El que persiste es un varón, pues tiene barba; tiene una mano sobre la barba, no sabría decir si la propia o del otro personaje que falta.
El cuarto es muy curioso: un hombre sentado en un taburete, lleva una bonita túnica con bordados en el cuello y en la que el maestro intenta hacer un estudio de pliegues en la ropa y lo hace con tino. Bueno, este personaje sujeta a una mujer, al parecer bastante joven y le acaricia el pecho derecho bajo la ropa, sin mucha oposición por parte de ella; él hace un gesto de placer con los labios en redondo como si resoplase. Parece que todo ello en el mismo tono festivo de todo el alero. Este canecillo es el último de la primera mitad del ábside y el último sobre el que hay taqueado de tres filas de escaques.
Tercer tramo:
Al primer canecillo le debe faltar un trozo de la parte superior derecha, sería otro rostro el que ocupara ese lugar. Parece representar a una pareja bailando 'agarrado'. Personalmente creía que esto era cosa del presente cercano, pero no, la posición de las piernas indica que es un paso de baile.
El segundo es un tocador de viola, parece que a la vez canta, pues tiene la boca abierta como si entonase. Dentro de su baca se vislumbran los dientes. Lleva una capa sobre los hombros, muy realista y nuevamente hace un buen estudio de los pliegues. Es curiosa la postura del pie derecho, quizás intenta enseñarnos la forma del puntiagudo zapato. El instrumento tiene cuatro cuerdas. La fiesta continua.
El tercero parece una pareja a punto de iniciar el baile. Parecen dos mujeres por el largo pelo y las curiosas mangas del traje que son mucho más largas que los brazos, característica que hemos visto en canecillos anteriores y que parecen exclusivos de los trajes de las mujeres.
El cuarto es un tañedor de arpa. Está sentado. Yo diría que el instrumento que toca tiene dos filas de cuerdas, cada una destinada a una mano, pues en la parte superior tiene como dos filas de 'clavijas'.
Cuarto tramo:
Creo que falta el primero de esta serie, aunque me parece que en la iglesia tampoco estaba.
El segundo es una de esas bolas-serpientes tan conocidas en los canecillos románicos y a los que todavía no he encontrado una explicación simbólica aceptable. Por los pliegues que lleva bajo ella, por las ondas sobre ella y por el detallismo como está resuelta pudiera ser del mismo estilo que usa el escultor principal de la iglesia.
El tercero es un animal. Parece mucho más esquemático que las figuras vistas hasta ahora y mucho más estático. Aunque está bastante desgastado y comparándolo con el primer canecillo del segundo tramo, que también es una bestia, me atrevería a decir que no fue esculpido por las mismas manos, aunque no tengo información escrita que lo corrobore.
El cuarto también es un animal y pienso lo mismo que del anterior. Vemos en el citado primer canecillo del segundo tramo como el escultor se molestó en mostrarnos dientes y pelo, mientras que aquí solo vemos una figura lisa e hierática. Quizás sea un cerdo, por el hocico (?).
Tramo Presbiterial norte
Siguiendo la nomenclatura usada vemos ahora los canecillos, del tramo presbiterial norte. La foto de esta parte es la de la izquierda. Se ve un canecillo destruido: abajo a la izquierda y uno conservado en el centro de la imagen. En una foto más general se observa que en este tramo hay tres canecillos, mientras que en la fachada norte solo hay dos. El tercero es este que se ve arriba a la derecha, falso.
Mi hipótesis es que al construir el claustro renacentista adosado a la fachada norte se hizo una reordenación de los contrafuertes, con lo que la estructura general del templo cambió respecto a la original.
El canecillo de la derecha es el que se conserva y es un animal. Diría que es un corzo por los cuernos que tiene sobre la cabeza y las pezuñas de las patas, aunque el hocico es demasiado grueso para serlo. Diría que tampoco pertenece al maestro principal, sino al que hizo los canecillos anteriores. No es malo pero el estilo es mucho menos detallista que el resto de la iconografía de la iglesia.
Fachada norte
Arriba vemos una foto de la fachada norte, el resto es imposible de ver debido al nuevo claustro construido en el renacimiento, así como una ventana del ábside y la portada norte. Vemos que está perdido el taqueado en todo el alero visible y que muchos de los canecillos están sustituidos por piedras en forma de canecillos esquemáticos. Parece en esta foto que alguno original se conserva, pero desde la posición exterior que teníamos no pudimos hacer ninguna mejor. Quizás desde dentro del claustro se pudieran ver mejor pero no estuvimos dentro.
Resto de iconografía
No es competencia de esta página hablar de la portada de la iglesia, (en una foto mía a la izquierda), ni del resto de la iconografía de la iglesia, para ello podéis dirigiros a la dirección que os indiqué al principio. Pero pongo unas fotos robadas de ella, (abajo), para ilustrar la manera de trabajar del artista.
La puerta sur esta formada por tres archivoltas sustentadas en seis columnas con capiteles, también ilustrados. De las columnas la exterior y la interior están torsionadas, las exteriores con vueltas más apretadas que las interiores, mientras que las centrales tienen una trama entrelazada de palmetas, aunque están bastante desgastadas por el tiempo.
Con una gran formación estilística románica parece que no quiere 'romper' la estructura de las archivoltas internas mediante su tallado, para ello hace que los personajes que inundan de vida la portada se 'escondan' y 'jueguen' detrás de los dos cilindros de piedra interiores, mientras que la externa sí está completamente tallada y a esa sí la hace desaparecer al tallarla completamente y llenarla de personajes y monstruos.
En la foto robada de abajo a la izquierda tenemos un vista más bien general para ver el efecto y la de la derecha nos muestra con detalle dos personajes que se apoyan en las archivoltas y nos observan. El de la izquierda un hombre barbado de través con estudio de pliegues de ropa incluido; y el del centro un animal, yo diría que es un cerdo, aunque con pies palmeados a la manera de ranas y al que también se le ve el pene, vemos que además que los intersticios están ocupados por cenefas florales y de zarcillos: toda una maravilla.
Mi correo es ornitorrinco13terra.com
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