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FIESTAS PATRIAS.-

Se prepara Guanajuato para las Fiestas Patrias, populares en cada sitio del país, pobre, rico, popular, abandonado, en zona rural, urbana, industrial, pobre, rica o regular, en zonas residenciales, con presupuestos o con cooperaciones voluntarias. Las Fiestas Patrias en Guanajuato, muy al contrario de los que la gente de fuera piensa, nos son tan animadas como en Dolores Hidalgo. Claro, en Dolores además de celebrar el Grito de Independencia, se conmemora que en ese lugar se dio. Pero en Guanajuato, por ser la capital del Estado, se debería de hacer una fiesta especial, pero nada que ver. En Guanajuato se da el grito en la explanada de la Alhóndiga de Granaditas, donde tiempo después de iniciada la revuelta independentista, colgaron las cabezas de los principales caudillos como la del Padre Hidalgo.

En este lugar, en punto de las once de la noche, el Alcalde da el grito tradicional, con una asistencia centenaria de habitantes del lugar, un extremos de la Alhóndiga es dedicada para baños, otra para vender cerveza y vino, otra para invitados especiales, pero lo mejor, es que la fiesta dura exactamente 10 minutos. Antes del grito, unos 8 minutos, empiezan a llegar las autoridades, y después del grito, unos dos minutos después, las autoridades se retiran y se acaba la fiesta en la Alhóndiga. Claro que se acaba la fiesta para el pueblo, para la muchedumbre, para los jodidos, porque los invitados especiales y las autoridades municipales, se retiran pero a la fiesta de verdad. Normalmente esta se da en uno de los famosos salones de refinado hotel de las cercanías, que casi nunca se sabe donde será porque es secreto y oficialmente esta no existe. Pero nada, ahí, en los más recónditos callejones, donde los fantasmas y las momias de Guanajuato se dan cita, ahí, donde todo el pueblo sabe la dirección, donde desde días antes se ha cerrado el salón principal para su correspondiente arreglo y donde se dan cita lo más respetado de la sociedad, ahí donde la Cámara de Hoteles y Restaurantes sirve no menos de 500 platillos para igual número de comensales, ahí, ahí es donde las Fiestas Patrias se dan en Guanajuato.

El presupuesto es grande, porque claro, el pueblo es mucho y asiste casi todo, hay que darles por lo menos un minuto de fuegos artificiales, unos cinco minutos de música por el improvisado sonido que utiliza el Alcalde para el grito, hay que llevar a todos los agentes de policía y tránsito, para cuidar el orden y que las familias la pasen seguras y contentas. Eso si, lo de la cena, el vino, los bocadillos y, como se daba en los tan extrañados tiempos de Rafa Villagómez, las chavas y los Table dances, no figuran en la factura que tan amablemente la Cámara hace global. Pero también la ciudad se ilumina, las calles cambian de color, el ánimo de los habitantes empieza a sentir nostalgia, ya sabe a invierno, huele a navidad, inicia el término de otro año, ya solamente nos queda el paso del Cervantino y las Fiestas Navideñas cerrarán otro ciclo. Guanajuato es el único que seguirá igual, con su Jardín de la Unión repleto los jueves y martes, de estudiantes de la Universidad de Guanajuato, en espera de entrar a los antros más famosos, a aquellos donde los fines de semana van los riquillos de las ciudades vecinas, Celaya, Salamanca, Irapuato, Silao y León. Su Teatro Juárez espera a la gente desde sus escalinatas llenas de mimos, basura de colillas de cigarros, envolturas de dulces, eso si, todo importado por el turismo que cree que Guanajuato es para eso, para tirar la basura, para fumar en todo sitio, para sentarse en donde sea, para tomar cervezas y alcohol en las calles y callejones.




Siguen los callejones y plazuelas, sus cafés, sus centros nocturnos, cada año con diferente nombre, el puesto de la señora del periódico, el de los dulces y cigarros que todo tiene hasta las 5 de la mañana. Pero eso si, algo que no se da en otro lado del mundo, que solamente tiene Guanajuato aún y muy a pesar de sus autoridades, SEGURIDAD. En Guanajuato se puede andar en la calle a toda hora del día y de la noche, no hay riesgo de robos o asaltos y menos de secuestros express. En Guanajuato se conserva ese ambiente de tranquilidad que no se da en ningún lado, ni del país ni del mundo. Guanajuato, con todo y sus Alcaldes, policías, tránsitos y demás, sigue siendo el lugar de la diversión, de la cultura, EL LUGAR DE LA VIDA.

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