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| A JOSÉ MIGUEL ALEMÁN | ||
Realmente trato de comprender como puede mostrarse con tan poca vergüenza frente a los ciudadanos y ciudadanas de mi querido Panamá, más aún luego de las abruptas declaraciones que ha hecho públicas, en su desesperado correr por lograr la candidatura a la presidencia de la República por el partido arnulfista, que bien podría mejor llamarse, mireyista. |
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Sé que no es la primera vez que lo ataco a través de mis artículos -lastima que no haya podido conseguir publicarlos en un diario impreso-, pero es que no queda otra opción al ver como usted tiene la osadía de querer ser presidente de mi país, luego de haberse aprovechado del importante cargo público que ostentó hasta hace mes y medio, para hacer y deshacer a su antojo, bajo el paraguas de la administración de la simplemente cínica presidenta del cambio. |
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No voy a hacer una compilación de su actuar durante el tiempo que fue Canciller, reduciré todo a una simple expresión: “usted fue el ministro que más defendió la mediocre administración de Moscoso, sin importar los horrores que esta ha cometido”. |
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Ah, pero esto no es lo que centra mi atención en esto momentos; lo que más me motiva a dirigirme a usted es la demagógica y escuálida campaña que desarrolla a lo interno de su partido y que es un claro ejemplo de la mediocridad que caracterizaría a una campaña presidencial, si usted logra obtener el beneplácito mireyista. |
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Para muestra, lo siguiente. En un reciente programa de televisivo tuvo la osadía de decir que, de llegar a ser presidente, tomaría la decisión de revisar la resolución que equiparó a la Panama Ports Company y que le arrebató más de mil millones de dólares al erario público por los próximos 45 años -esto lo haría si realmente se determina que no fue una buena decisión-. Señor Alemán, ¿con qué cara puede usted prometerme semejante barbaridad?, ¿realmente cree que los ciudadanos y ciudadanas responsables de este país somos tan tontos como para darle un ápice de consideración a tan demagógica insinuación?. ¡Si usted realmente hubiese considerado a fondo la equiparación y hubiese analizado con honestidad como esto afectaría a la nación, usted no hubiese aprobado tal aberración y habría renunciado a su cargo de inmediato!. |
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¿Pero que estoy diciendo?, eso siempre fue imposible. ¿Como usted, la persona que asegura que una institución como la Cancillería no se puede reestructurar en un día, pero que de seguro nombró a cada cónsul en un día -1 de septiembre de 1999- sin importar si estaban o no capacitados para cumplir con su trabajo y dar una buena imagen del país a nivel mundial, y que hoy son una carga intolerable para el gasto público, ya que la mayoría tienen gastos de representación superiores a sus salarios, cosa que es ilegal; va a considerar actuar de la forma que he supuesto?. |
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Señor Alemán, como candidato presidencial mireyista -si llega a serlo-, no recibirá de mi ni la más mínima consideración. Puede presentarme un plan de hadas como el de Moscoso, pero sé que jamás tendrá la valentía de retractarse de sus errores y reconocer las inconsistencias que han caracterizado la administración que usted defiende a capa y espada. Tampoco crea que con decir que “Moscoso nunca debió proponer allegados para los cargos de Magistrados” va a hacerme cambiar de parecer. Usted, en Consejo de Gabinete, aprobó esos nombramientos, tal y como lo dice la Constitución en su artículo 200; así como refrendó muchas otras irreverencias mireyistas. |
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Si quiere hacerle un favor a la patria, guarde silencio, deje de andar acusando ahora a Endara de nepotismo, usted a respaldado el de esta administración; tampoco hable del Seguro Social, no creo que usted tenga idea de lo que se debe hacer para salvar esta institución. Sí, guarde silencio y retírese, olvídese de sus intenciones de ser presidente. Hágale un favor a mi país. |
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| Miércoles 26 de febrero de 2003 | ||
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