EJEMPLO DE INCAPACIDAD  II   Bueno, en fin, este tipo de transacciones son muy comunes en aparatos administrativos ineficientes; con esto quiero decir que no es solo característica de la administración Moscoso.  Esto se ha visto y se seguirá viendo mientras las instituciones del Estado sigan siendo tan  incapaces de ejecutar sus presupuestos de manera responsable.  Como claro ejemplo de esto tenemos el caso de dos ministerios más que nunca cesan de quejarse que no tienen dinero para ejecutar sus proyectos, me refiero al Ministerio de Vivienda (MIVI) y al Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA).   El primero, cada vez que se le pregunta sobre el problema de las familias en albergues y las posibilidades de darles soluciones habitacionales, aduce que no tienen suficientes recursos.  Increíblemente, este ministerio ha podido ceder 1.9 millones de dólares para la construcción del segundo puente, ya que, simplemente, no los ha ejecutado.  ¿Cuánto más habrá aún sin ejecutar?  1.9 millones es mucho dinero, sino preguntémosle a los damnificados del último incendio.   Por otro lado, tenemos al MIDA.  ¿Recuerdan cuando a inicios del año 2002, se consiguió la aprobación de la famosa ley 3 en 1, que permitía, entre otras cosas, la utilización de 200 millones del FFD para la ampliación y rehabilitación de dos tramos de la carretera interamericana, la ejecución de proyectos de inversión para la modernización del IDAAN y la “ejecución de proyectos de riego en el arco seco”?, bueno, el MIDA ha cedido 500 mil dólares de sus proyectos de riego y, está muy claro para los habitantes de la región, que el arco seco está tan abandonado como antes de la aprobación de la “prometedora ley”   En fin, las instituciones ya señaladas en este escrito han dejado clara su incapacidad de ejecución -y así Moscoso quería entregar en bandeja de plata 150 millones al IDAAN con su incoherente propuesta rechazada en las sesiones extraordinarias de agosto de 2001-; no obstante, antes de cerrar esta reflexión sobre un aspecto más de nuestra realidad nacional, quiero hacer alusión a un par de cosas que, luego de la noticia del traslado de fondos, han comenzado a dar vueltas en mi cabeza.   Al principio, cuando se definió la cuantía del proyecto de construcción del segundo puente sobre el canal -sin incluir las autopistas de acceso-, se dijo que conllevaría la inversión de 91 millones de dólares (El Panamá América, 29/06/03); luego, hechos fortuitos aumentaron la suma a 103 millones de dólares (El Panamá América, 14/07/03) -103.9 millones, para ser exactos, según últimas declaraciones del ministro de Obras Públicas, Eduardo Quiroz (El Panamá América, 26/09/03)-.  Los avances de la empresa Bilfinger&Berger AG, constructora del puente, han obligado al traslado de los fondos ya explicado, que en su totalidad alcanza 14.4 millones de dólares.  No obstante, si ya hay un presupuesto global aprobado para la construcción del puente, estos 14.4 millones de dólares son como un adelanto que debe ser reembolsado al presupuesto de las instituciones que cedieron los mismos; es decir, estas entidades tienen un crédito que debe ser incluido en el presupuesto de 2004, tal y como lo asegurara el legislador Alcibiades Vásques, presidente de la comisión de presupuesto de la Asamblea Legislativa (El Panamá América, 26/09/03).   Sin embargo, todos sabemos que cuando una entidad del Estado no cumple con la ejecución de su presupuesto anterior, para el siguiente periodo fiscal se le aprueba un presupuesto similar o inferior; rara vez -y dependería de la ejecución de un proyecto muy importante- se le aprueba un presupuesto superior, sino preguntémosle a la Universidad de Panamá.  Entonces, ¿a dónde irán a parar estos 14.4 millones realmente?, ¿será acaso capaz el IDAAN -para tomar un ejemplo- de sustentar la ejecución de su nuevo presupuesto 2004, más los 10 millones del 2003 que le “prestó” al proyecto del segundo puente?   En lo personal pienso que, al final de cuentas, los 14.4 millones van parar en otro lugar, en algún otro rubro que nada va a tener que ver con los proyectos o entidades a los que estaban destinados.  Lo más probable es que el MEDUC y el MIDA, ministerios que dejaron claro que proyectos cedieron fondos para este traslado, incluirán las obras afectadas en sus respectivos nuevos proyectos presupuestarios para el 2004, obviando las cantidades sin ejecutar que han pasado a los fondos del segundo puente sobre el canal; todo como resultado de un mal que no se aleja de nosotros.   Le recomiendo entonces, a nuestros próximos gobernantes -porque con los actuales ya es pérdida de tiempo- destinar recursos a la construcción de un nuevo puente, no sobre el canal, sino uno que nos permita salvar el obstáculo de la incapacidad administrativa.     Martes 30 de septiembre de 2003
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