ðHwww.oocities.org/espanol/pmalife/pma3www.oocities.org/espanol/pmalife/pma3.htmllayedx®UÕJÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÈÅlÓpOKtext/html(¾ÍWÓpÿÿÿÿb‰.HMon, 19 May 2003 18:19:30 GMTMozilla/4.5 (compatible; HTTrack 3.0x; Windows 98)en, *®UÕJÓp pma3
SOBRE LA TEMIBLE VIOLENCIA
 
La escalada de violencia en nuestro país, ha llegado a niveles inconcebibles.  En la última semana hemos sido testigos de hechos sangrientos, que antes solo eran parte de las más espantosas escenas de un filme de terror o de crimen.  Cuerpos descuartizados y quemados, homicidios a sangre fría, crímenes por causas pasionales, por tumbes de drogas o por una que otras tantas incoherentes procedencias; son los compañeros de diario vivir de nuestra sociedad enferma y agonizante.
 
No nos vamos a referir a ningún caso en particular, aquí todos tenemos claro la actualidad que vivimos.  Todos somos concientes que cada día se reportan una cantidad increíble de crímenes, que van desde robos hasta homicidios; sin embargo, en medio de esta encrucijada de sangre y muerte, nos preguntamos ¿qué solución se le puede dar a un problema tan terrible y que acapara a casi toda la sociedad?
 
La violencia está en todas partes:  en la televisión, en la radio, en nuestros medios escritos, dentro de los senos familiares, en medio de los grupos de jóvenes y sus pandillas, en nuestras escuelas y universidades; es una especie de plaga que lo contamina todo, y lo peor es que permitimos que se abra camino, en medio de la más patética y cruel de las indiferencias.
 
Como padres, como hijo o como ciudadanos; poco a poco hemos permitido y seguimos permitiendo que este flagelo se abra paso en nuestras vidas; tal vez no lo hemos hecho como ejecutor del mismo, pero si como silenciosos testigos de una terrible realidad, que nos destruye día a día y que nos convierte en cómplices de sus consecuencias y en pecadores por omisión.
 
En medio de esta verdad, como persona joven, decente y honesta que soy, hago un llamado a que juntos planteemos soluciones a esta situación que amenaza con tragarse nuestra libertad y nuestra tranquilidad.  Y no hablo de hacer un listado de nuevas y peores penas, para proponérselos a la Asamblea Legislativa;  hablo de la consecución de un sistema que garantice, realmente, cambios en nuestra realidad social y pueda ser precursor de un futuro mejor para nuestra Nación.
 
Es necesario que veamos y reconozcamos los aspectos que, en la actualidad, contribuyen a la generalización de la violencia.  Toquemos algunos:  programación violenta e indecente, a cualquier hora del día, ya sea a través de películas, novelas, cómicas violentas, comerciales o cualquier otra forma de emisión televisiva o radial (comentarios inapropiados e indecentes, programas inmorales, música vulgar y violenta; independientemente de su género).  Si seguimos por ahí; podemos señalar la proliferación de video juegos violentos, jugados por niños de cualquier edad; sin contar las publicaciones ofensivas a la moral que se encuentran en vallas de carreteras, puertas de tiendas, revistas, periódicos y demás.
 
¿Seguimos señalando?...  Creo que es suficiente.  Mejor pasemos a lo que en verdad nos corresponde hacer.  Ya todos conocemos estos problemas, día a día los vivimos; así que mejor veamos las propuestas que pueden brindar soluciones, las cuales no serán inmediatas, pero que le darán garantía de un mejor mañana a nuestros hijos.
 
· Declarar censurados toda la música nacional o foránea que haga eco, contribuya, fomente o aplauda la violencia, la indecencia o la inmoralidad, en cualquiera de sus formas.  Es decir, esta música no podrá ser transmitida, ni por radio ni por televisión (videos) en horarios en que la mayoría de nuestros niños tengan acceso a ella.
 
· Establecer horarios específicos para la transmisión de programación televisiva con contenido para adultos, entre ellos:  telenovelas, películas con contenidos un tanto violentos o comprometedores.
 
· Declarar censurados los dibujos animados que fomentan la violencia y la muestran como algo normal.  De estos dibujos hay muchos en las pantallas y los mismos son más bien para adultos que para niños.  Se recomienda, que si se quieren transmitir, sean solo en horarios adecuados.
 
· Exigir a los famosos diskjokcey, preparación en comunicación para poder laborar en una emisora, como lo hacen en la actualidad.  Recordemos que ellos son empleados de la emisora, lo que los hace diferentes a quienes presentan programas personales (debates, opiniones, deportes, música, etc.); estos últimos también tendrán que ser censurados si algunos contribuye a la violencia o a la indecencia.
 
· Establecer controles en el nivel de accesibilidad a video juegos, por parte de niños muy pequeños.  En Alemania se está haciendo.
 
· No permitir la emisión de comerciales que atenten contra la moral y la buenas costumbres. En España se está haciendo.
 
· Controlar y exigir a los medios de comunicación, de todos los tipos, el cumplimiento del artículo 85 de la Constitución de la República.
 
· Prohibir la venta y consumo de bebidas alcohólicas y cigarrillos en abarroterías, kioscos, tiendas, supermercados, minisuper y demás lugares a donde los niños pueden acceder sin problemas.  Estos deben ser vendidos en locales exclusivos para estos vicios, como distribuidoras o tiendas al pormenor, donde los menores no podrán entrar.
 
· Establecer centros o internados, en donde el Estado velará por la educación y formación de los niños delincuentes, los cuales deberán ser sacados de sus hogares, si se comprueba que no están siendo formados como se debe.  En otros países, los Estados les quitan sus hijos a los padres irresponsables.
 
· Establecer centros de rehabilitación para adultos delincuentes, de los cuales el condenado no saldrá hasta que el Estado considere que está listo para reintegrarse a la sociedad.  En estos centros trabajaran para ellos y para la Nación y, si es posible, se les educará.
 
· Establecer centros de reclusión para drogadictos, enfermos mentales y demás personas que comenten delitos debido a causas diversas, donde serán tratados y recluidos, si es necesario, de por vida.
 
Lo señalado aquí es una muestra de las medidas que se deben tomar si queremos una mejor sociedad.  No se trata de buscar paliativos a la violencia, se trata de buscar las raíces del problema y enfrentarlo con decisión.  ¿Hasta donde llega el problema?; creo que los puntos que señalé son claros en este sentido.
 
Nuestra sociedad necesita cambia, pero esto se conseguirá cuando aprendamos que libertad y libertinaje son dos cosas muy distintas.  Nuestro modelo ultra-occidentalizado nos está tratando de mostrar que la libertad es hacer lo que nos da la gana; cuando sabemos que no es así.  En Panamá estamos a tiempo de evitar una hecatombe social, trabajemos por conseguirlo.
 
Lunes 20 demayo de 2002