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| SIMPLEMENTE CÍNICA | ||
Había pensado no dedicar mi tiempo y esfuerzo a redactar estas líneas, no obstante, el sentimiento que siempre me impulsa a no quedarme callado antes los desmanes que día a día azotan a nuestra Nación, gracias a la corruptela de aquellos que nos gobiernan y que “desvergonzadamente” se expresan ante los ciudadanos decentes, con palabras faltas de todo respeto y poseedoras de la más intolerable desfachatez; es lo que me obliga a pronunciarme, tomando como base las últimas declaración de nuestra “simplemente cínica” presidenta Mireya Moscoso. |
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El 1 de septiembre de 2002 publiqué en mis sitio web el documento Carta Abierta a Mireya Moscoso, mismo que contenía la carta que el envié a la presidenta con motivo de sus tres años de gobierno. El mencionado artículo, que también fue publicado en el diario electrónico www.Panactual.com y en dos entregas tituladas A Mireya Moscoso I y II, en la sección de opinión de El Panamá América los días 19 y 25 de septiembre de 2002; contenía en uno de sus últimos párrafos lo siguiente: |
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“Sinceramente, desconozco los verdaderos motivos que la han impulsado a ignorar la mayoría de sus compromisos electorales -aunque puedo suponer algunos-; sin embargo, reconozco que me gustaría conocerlos, no para entenderlos y ser condescendiente con ellos y con usted, sino para reprochárselos como lo merece, directa y enfáticamente. Créame que estoy completamente decepcionado de usted y de su gestión, se lo digo públicamente.” |
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Para sorpresa mía -y estoy conciente de que los más probable es que mi carta no haya tenido nada que ver- el pasado 1 de octubre, en entrevista exclusiva con un periodista de TVN Canal 2, la presidenta Mireya Moscoso respondió la importante pregunta: “¿Por qué no ha podido cumplir con todas sus promesas de campaña?”, sin embargo, su respuesta resultó ser la que esperaba todo el mundo. Veamos por qué: La presidenta culpó de sus promesas incumplidas a la Asamblea Legislativa y al hecho de que no se le aprobó el presupuesto general el Estado para la vigencia 2002, que como recordaremos fue rechazado por el parlamento en diciembre de 2001... ¿Y qué más?, más nada, la culpa de todo la tiene ese rechazo presupuestario. |
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Aclaro que nunca me esperancé en que la mandataria hiciera un reconocimiento de sus verdaderos errores, sin embargo, humildemente, mantuve la esperanza de estar equivocado; ¡que craso error!. La “simplemente cínica” presidenta de la república se olvidó de que la principal culpable del fracaso administrativo de su gobierno es, nada más y nada menos, que ella misma; ¿las razones?, está bien, hagamos una pequeña enumeración: |
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1. Nombramiento de personalidades incapaces en las carteras ministeriales y en la mayoría del resto de las instituciones, mismos nombramientos que se basaron en el amiguismo, el proselitismo partidista y demás precedentes similares que nada tuvieron que ver con el profesionalismo, la preparación y la honestidad. |
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2. Incapacidad de sacar a los “incapaces” de su gobierno -valga la redundancia-, todo a costa del sufrimiento de un pueblo víctima de más mentiras. |
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3. Reconocimiento y aceptación pública del “nepotismo” y del “amiguismo” como cosas normales, a pesar de ser dos de las peores formas de corrupción administrativa. |
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4. Inexistencia de una firme lucha contra la corrupción, ya que se ha preferido convivir con ella por los tantos beneficios que trae para los gobernantes, pero no para la Nación. |
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5. Intromisión en los poderes legislativo y judicial, a través de la politiquería barata que caracteriza nuestro sistema administrativo, misma que se prometió “cambiar” y que, descaradamente, es permitida por nuestra Carta Magna. |
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6. Indiferencia antes los problemas que sacuden al país, buscándole excusas a todo y achacándole las culpas internas a hechos internacionales -hoy todos lo problemas económicos son culpa de Osama Bin Laden y los atentados del 11 de septiembre de 2001, pero entre el 1 de septiembre de 1999 y este funesto día pasaron dos años y once días, entonces ¿a quién se puede culpar de la ineficiencia administrativa de este gobierno durante esos dos años y once días?-. |
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7. Incapacidad de presentar verdaderas soluciones a los problemas económicos y sociales que vive nuestro país. |
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8. Intento de compra de conciencias a través de las obras sociales, argumentando que por estas obras debemos reconocer que “están trabajando por un país mejor”. Esto lo intentaron muchos de sus predecesores -incluyendo al ex presidente Pérez Balladares- pero no lo lograron. |
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9. Olvido total de las promesas de la “Agenda Institucional” del documento “Nuestro compromiso para el cambio”, mismas que prometían la reestructuración que tanto clama el país y cuya puesta en función no dependían de la aprobación del presupuesto de Estado del 2002. La “Agenda Institucional” debió haberse puesto en marcha de forma inmediata en septiembre de 1999, pero a la presidenta y a sus amigotes no le convenía, ¿verdad?. |
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¿Seguimos enumerando?... ¡Claro que puedo continuar!, no obstante no hay razón para perder más tiempo con las insolencias de “la presidenta del cambio”, aquella que le entregó más de 20 millones anuales a la Panama Ports Company por los próximos 45 años, y que hoy, junto a su “honesto gabinete”, hace recortes presupuestarios a la Caja de Seguro Social y destina miles de dólares a la compra de calzados para los empleados de más alto rango en la presidencia; aquella presidenta que sigue burlándose de la Nación y aprovechándose de ella... Aquella presidenta que prometió el cambio que nunca llegó y que nunca llegará. |
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¡No!, ya no voy a perder mi valioso tiempo en estas líneas, la pequeña lista ha sido suficiente para que todos ustedes reafirmen lo que ya conocen de Mireya Moscoso, de la “simplemente cínica” presidenta constitucional de nuestra a amada y golpeada República de Panamá. |
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Links recomendados |
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Carta Abierta a Mireya Moscoso |
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A Mireya Moscoso (I) |
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El Panamá América 19/09/2002 |
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A Mireya Moscoso (II) |
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El Panamá América 25/09/2002 |
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La Nueva Contención |
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Lunes 7 de octubre de 2002 |
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