En peligro de extinción, más de 60 mil especies vegetales

Muchas de ellas desaparecerán antes de 2050, advierten expertos

RAÚL CORREA

La diversidad de especies vegetales y animales constituye el principal testimonio de la evolución sobre la Tierra. Producto de un desarrollo genético milenario y de una adaptación constante a su entorno, los organismos vivos tienen la capacidad de prosperar por igual en ríos, selvas y desiertos.

México es depositario de una rica variedad de especies de flora; de hecho, es el tercer o cuarto país en el planeta en riqueza de plantas. Los cálculos más conservadores estiman que alberga la décima parte de la diversidad biológica del mundo y es la nación con mayor cantidad de reptiles, el segundo en mamíferos, el cuarto en anfibios y el séptimo en aves.

Más de la mitad de las plantas que hay en territorio nacional son nativas de México; es decir, son endémicas y en algunos grupos llega hasta 60 por ciento.

Día con día muchos ejemplares desaparecen al grado tal que más de 60 mil especies vegetales de los trópicos están en peligro de extinción y muchas de ellas desaparecerán antes de 2050, advirtió Víctor Manuel Chávez Ávila, del Instituto de Biología. La cifra puede incrementarse si se considera que cada especie vegetal perdida arrastra consigo entre 20 y 30 especies asociadas (plantas, animales o microorganismos). Es un recurso que, si bien se considera renovable, con el ritmo de actividad que se impone no se da el tiempo necesario para que las poblaciones silvestres se recuperen.

El especialista en el cultivo de tejidos vegetales lamentó el hecho de que en México hay especies de plantas en riesgo de desaparecer, e hizo notar la necesidad de su protección, sobre todo de las especies endémicas que destacan por estas peculiaridades de variabilidad biológica.

Chávez Ávila explicó que una de las labores del Laboratorio de Cultivo de Tejidos Vegetales del Instituto de Biología es establecer condiciones in vitro para lograr la regeneración de especies vegetales mexicanas en peligro de extinción. Se estudian cactáceas, orquídeas, cícadas, coníferas, agaves, asteráceas y otros grupos que estén en riesgo de desaparecer.

Riqueza biológica

César A. Domínguez, del Instituto de Ecología, reconoció que hay muchas especies en la lista con peligro de extinción y ésta es pequeña contra la magnitud del desafío que habrá que enfrentar. La viabilidad de muchas poblaciones vegetales está en un riesgo alto; por ello, y por la riqueza biótica que se tiene, debe hacerse un esfuerzo para conservarla, indicó el ecologista. Aseguró que la diversidad biológica es, en gran medida, sustento de la vida y del equilibrio global del planeta, ya que determina la cantidad de oxígeno en el aire y ayuda a regular el clima. En muchos sentidos, abundó, la biodiversidad de México es patrimonio de la humanidad; por eso, hoy el conocimiento científico y técnico de la flora de la región cuenta, junto con Brasil, con la mayor infraestructura humana y de información entre los países con gran riqueza biológica. Esta riqueza biológica es producto de la compleja topografía de su territorio y de su variedad de climas.

En el mundo, México es considerado poseedor de una megadiversidad biológica, por lo que ocupa el cuarto lugar mundial en cuanto a riqueza de organismos vivos, afirmó el excoordinador de los posgrados en Ecología y en Ciencias Biomédicas.

Es una pena ver la forma en que está deforestándose el país. La atención se ha fijado en los bosques tropicales; sin embargo, hay otros sitios: los manglares, por ejemplo. No hay mucha atención puesta en los humerales de México y son sitios importantes, no sólo para el país sino también para cualquier lugar del mundo.

En los manglares se reproduce gran cantidad de especies marinas y están usándose para construir desarrollos turísticos, denunció el estudioso de la evolución y reproducción de las plantas, quien agregó que la Universidad hace mucho por desarrollar políticas y leyes que normen el manejo de los recursos naturales en México. Hay gente que trabaja en las reservas, que hace los ordenamientos ambientales y ve cuáles son las zonas que deben mantenerse como zonas núcleo. También hay personas que hacen los mapas de vegetación y las distribuciones de las especies. Existe una razón más importante para cuidar la naturaleza y es que si no se hace se compromete el futuro, no sólo como sociedad, sino también como nación y probablemente como planeta, sostuvo César A. Domínguez. Mario Sousa Sánchez, encargado del Herbario Nacional, refirió que se calcula que al año se pierde casi dos por ciento de las selvas tropicales del mundo como resultado de la deforestación, lo que resulta un ecocidio, pues en ellas habita más de la mitad de las especies de plantas, animales y microorganismos de la Tierra.

La deforestación, aseveró, es un proceso que modifica los sistemas de biodiversidad y tiene repercusiones en flora, suelo, hidrografía y clima. La Universidad es depositaria de los esfuerzos realizados hasta fines del siglo pasado en el conocimiento de la flora mexicana. Los incorporó a su estructura y después, en forma más o menos intensa, los ha apoyado en forma permanente.

Ello ha originado, informó Sousa Sánchez, que el grupo más grande de taxónomos, así como de las colecciones más importantes de plantas, estén depositados en la Universidad. No hay ninguna otra institución en el país que tenga más plantas que el Herbario Nacional. En la actualidad, este herbario custodia un millón 135 mil ejemplares. Es el más grande de Latinoamérica y el más activo que hay en el mundo; crece a una velocidad de 35 a 80 ejemplares anuales, comentó Mario Sousa.

Agaváceas y cactáceas

Abisaí García Mendoza, del Instituto de Biología del Jardín Botánico, comentó que de las 300 especies de agaváceas que hay en el mundo, 75 por ciento están en México. Se tienen las tres cuartas partes y eso hace que el país sea importante en la diversidad de dichas plantas no sólo en términos biológicos, sino también económicos, ya que son especies que han sido utilizadas por lo menos desde hace 10 mil años; destacó, asimismo, el uso y la importancia de estas plantas en las tradiciones culturales de los grupos nativos del país. Explicó que de estas 300 especies, 220 se ubican en México y de ese total el Jardín Botánico tiene aproximadamente 130, algunas de las cuales se encuentran en peligro de desaparecer. Hay dos especies que ya se extinguieron de la naturaleza y que actualmente sólo se conocen en jardines botánicos o como plantas cultivadas en algunos pueblos de zonas rurales donde los pobladores todavía las protegen, precisó el taxónomo. El Jardín Botánico de la UNAM cuenta con la mayor cantidad de agaváceas en peligro de extinción en conservación. Alrededor de 30 de éstas se encuentran en la institución universitaria entre las que se encuentran la Furcraea macdougalhi y Furcraea niquivilensis, que ya desaparecieron, comentó Abisaí García.

Jerónimo Reyes Santiago, al hablar de la familia de las cactáceas, señaló que es nativa del continente americano y se distribuye desde Alberta, en Canadá, hasta la Patagonia, en Argentina. Se calcula que hay cerca de dos mil especies en todo el continente. El encargado de la colección de cactáceas del Jardín Botánico aseguró que de esas dos mil, México tiene registradas 900 especies aproximadamente; es decir, que cerca de 45 por ciento son exclusivas del territorio nacional. México es el país con mayor diversidad en esta familia; si se compara, con los que le siguen serían Brasil o Bolivia, naciones que tienen menos de 300 especies cada una, lo que da una idea de la riqueza del país con respecto a los demás países, planteó. Reyes Santiago informó que la UNAM cuenta con un registro de 670 especies de cactáceas. Es la colección más grande conocida en México y de estas 670 se busca reproducir cerca de 300. Acerca de la exportación ilegal de dicho género de plantas, el investigador universitario señaló que siempre se ha dado esta actividad ilícita. Hubo épocas en las que se efectuaban exportaciones sin ningún permiso; en el tiempo del expresidente Lázaro Cárdenas se elaboró un decreto que prohibía la exportación de cactáceas, debido a la gran cantidad que se sacaba del país.

Cuando entró en vigor la Ley General de Equilibrio Ecológico, en 1989, el comercio se hace menor –al instituirse penas legales que dificultaron más las actividades ilícitas–, pero se inicia el saqueo. Vino gente de Alemania, Japón, Francia, Suiza, Austria, Bélgica y Estados Unidos, la cual sacó del país una buena cantidad de estas plantas y de sus semillas en forma clandestina.

En cuanto a tráfico internacional, los estados que padecen más la extracción ilegal son Nuevo León y Tamaulipas. En tráfico nacional lo padecen los estados que rodean al Distrito Federal, como Hidalgo, Puebla, Morelos y Querétaro, puntualizó Reyes Santiago.

El encargado de la colección de cactáceas del Jardín Botánico destacó la importancia de conocer la diversidad de este tipo de plantas que hay en México. La mayor parte de las cactáceas sirvieron de base a las civilizaciones antiguas del México prehispánico y fueron fundamentales para la subsistencia de las civilizaciones que habitaron en las zonas áridas o semiáridas del país.

Destacó la importancia de estudiar y promover el uso sustentable de estas familias, tanto cactáceas como agaváceas, porque 60 por ciento del territorio mexicano es árido (seco) o semiárido y dichas plantas se dan en este tipo de regiones, concluyó.

Gaceta UNAM 31 de Marzo del 2003, paginas 10 y 11.