Poema
nº 13
Lamento
Angustia
No te esperaba tan pronto
Fin:
ya llegaste
aún no estoy preparado
Para
llevarme al largo viaje de la eternidad
aunque pensándolo bien
ó
del no ser
para que más
la
duda me invade
Tengo mi cuerpo desnudo para ti
Aparecer
y mi alma está tranquila para el viaje
y
No debo nada a nadie
desaparecer
ni nadie me debe
en
un tiempo tan pequeño
El vino y la casa se los dejo a mi
mujer
total
para qué?
Para que pueda seguir gozando del amor
Para
luchar
con mis amigos
para
pelear
A mis hijos les doy mis ropas
para
sufrir
y unas pocas monedas de oro para que
empiecen a vivir
para
trabajar
y no me queda nada más, ya podemos
irnos
Más
hubiese valido no haber nacido
El viaje va a ser largo
Para
evitar este lamento de angustia.
Poema
nº 14
A ti van dedicadas estas palabras
a ti que me ayudaste con una sonrisa
a ti con quien el vivir fue una
necesidad
a ti que una noche me dijiste que me
querías
y me hiciste sentir como el hombre
más feliz de este mundo,
a ti, a quien incluso llegué a querer
como nunca lo podía haber hecho.
A ti que cuando más te necesitaba
me negaste la mano.
A ti van dedicadas estas palabras de
amor y de pena.
Poema
nº 15
Toda la noche había caminado
Los ojos hundidos y la mirada en el
horizonte
Los labios amoratados y las palabras
olvidadas
El pelo y la barba húmedos por el rocío
Las manos temblorosas extendidas al
viento
Los pies continuaban su marcha hasta
que
el cuerpo cayó
cayó
cayó
cayó
La sangre aún caliente bañaba
los ojos, los labios, el pelo y la
barba,
las manos y los pies.
El sol empezó a brillar,
a lo lejos una mujer calienta el
desayuno.
Poema
nº 16
No lo entenderéis
no entenderéis que no necesito una
botella
ni una novia oficial
ni un traje de etiqueta.
No necesito un trabajo seguro
ni un jefe bueno
ni a ti amigo consejero.
No entenderéis nunca
que no me importa la política,
ni el deporte, ni la economía,
ni vuestros defectos ó
vuestras virtudes.
No entenderéis que mi vida sea mía,
que yo me tenga a mi mismo
y que ando porque me mueven mis pies
no los vuestros.
No entenderéis que quiera estar solo,
sois tan orgullosos que me necesitáis
para que os adule
ó para castigarme,
para que me ponga alegre cuando estáis
alegres
ó me ponga triste cuando os vea llorar.
No entenderéis que no os necesito
entonces ¿porqué no me dejáis vivir?
Poema
nº 17
Es bonito recordar cuando se es feliz
pero hay momentos como el mío ahora
que,
recordar es abrirse las entrañas
desgarrarse el corazón y llorar,
llorar tanto que hasta los ojos se
secan
para mirar el horizonte,
con la esperanza de morir ó
con la angustia de sentir.
Recuerdos que queman mi alma
recuerdos que explotan mi garganta
recuerdos cuando estoy solo
cuando la humanidad no es más
importante
que una gota de agua en un océano,
recuerdos cuando las líneas etéreas de
mi espíritu
lo abandonan para no morir con él
cuando es de noche todo el día
ó cuando es una eternidad esta agonía.
Recuerdo
nº 1
Aquella muchacha tenía un pañuelo de flores
rojas y negras, y siempre rodeaba su cuello. Aquella muchacha tenía los ojos
negros y grandes pero su mirada iba dirigida al horizonte, tal vez al horizonte
de otra persona. Muchos días me acercaba al puerto solo por verla pasar,
después se sentaba en el muro que rodea a la terraza y mirando al mar sus ojos
parecían preguntar y debía de existir un diálogo entre ellos y el mar, porque a
veces los dos sonreían y otras veces se enfadaban. Aquella muchacha tenía una
piel lisa y morena y unos cabellos largos y negros que ondulaban al mismo ritmo
que su pañuelo; nunca me saludó y tan solo un día volvió su mirada hacia mí,
fue un día que hacía bastante viento y al pasar junto a mí, el pañuelo se le
desprendió del cuello y cayó junto a mis pies, lo recogí y al entregárselo,
nuestras manos se rozaron tibiamente, ella no dijo nada y yo no tuve fuerzas
para hablarle, solo sonreímos; cuantas veces le di las gracias aquel viento,
ese día empecé a enamorarme de ella.
Siempre iba sola, incluso una vez que
la encontré en el mercado comprando naranjas, y en el pueblo nadie la conocía
ni sabían de donde era, su misterio me intrigaba y mi amor fue tan grande que
pasaba el día esperando la hora en que pasaba junto a mí para sentarse frente
al mar.
Cuando llovía se resguardaba bajo los
aleros de la pescadería, ya totalmente vacía y dispuesta para la subasta del
día siguiente, allí fumaba lentamente mientras el agua del mar y de la lluvia
se unían en una niebla que la envolvía...
Un día hacia el final del verano
aquella muchacha que tenía un pañuelo de flores rojas y negras y que siempre
rodeaba su cuello desapareció y yo... yo la recuerdo ahora.
Poema
nº 18
Hoy no quiero decirte
nada
solo mirarte. Mirar
tus ojos,
mirar tu boca, mirar
tu pelo,
y tu frente y tus
manos.
Siento la lluvia
golpear mi espalda
y siento mis lagrimas
rodar lentamente.
Aún
recuerdo cuando nos besamos por primera vez, o cuando nos caímos de la
bicicleta, te heriste en las rodillas y yo bajé al río a por un poco de agua,
también me acuerdo de aquellas Navidades, en las que habíamos bebido algo de
más y nos echaron de la misa de gallo, en tu casa te prohibieron volver a salir
conmigo.
Un año más tarde, tuve que marchar a estudiar fuera y aunque nos seguíamos escribiendo y viéndonos en vacaciones, te acostumbraste a estar sin mí. Un día me dijeron que eras novia formal del hijo del director del Banco Central. Todavía siento el nudo que tenía en el corazón cuando te escribí para felicitarte por tu boda. Ahora con tus dos hijos pasas por delante de mí y ni siquiera te diste cuenta de quien era, por eso....
Hoy no quiero decirte
nada
solo mirarte, pero
mis ojos se nublan
y mi corazón te dice
adiós.
Reflexión
Quizás un día pueda encender la luz de
mi vida, y me vea a mí mismo en esas cosas que nos definen, y que por estar a
oscuras no nos damos cuenta.
Poema
nº 19
Aquel día tenía lagrimas en los ojos
sabía que podía ser el último
y mi voz entrecortada no podía expresar
todo lo que me hubiera gustado decirte.
Nos alejamos demasiado deprisa
incluso todavía éramos jóvenes.
Los recuerdos me golpean en la cabeza
estás tan lejos y tan cerca de mí
que puedo hablar contigo en el tiempo.
No sé si fue un error conocernos
y aquellos días, una pesadilla
siempre juntos, siempre unidos,
pero me gustaba, lo necesitaba.
Muchas veces lloré por ti
y otras intenté olvidarte,
te quise y te odié y mi voz
entrecortada
no pudo expresar todo lo que tenía
dentro
ahora mis palabras se pierden en el
viento.
Poema
nº 20
La risa helada del diablo se paseó en
el aire
mientras que las
últimas notas de la quinta sinfonía
levantaban mis brazos al sol.
Moría sintiendo asco
y los lagartos le miraban
esperando el trágico final,
y en un ataque de
lucidez se notó desnudo
con los ojos hundidos en la más
transparente oscuridad,
con las manos
crispadas arrancando sexos
de putrefactos cadáveres,
con el pecho abierto
y ensangrentado
por el dolor inocuo de la lentitud
eterna.
Moría sintiendo asco
de su cobardía,
y él que había sembrado su odio
entre los campos de
amapolas,
se enfrentaba ahora, desnudo,
a la tenue luz de una
vela perdida,
aprisionado por los sólidos muros de la
existencia.
Mientras, la risa
helada del diablo
se paseaba en el aire y los lagartos
miraban como poco a
poco se iba la vida.
Poema
nº 21
A
la única persona que me escucha,
Ante
la mirada inerte del vacío que
Bajo
la triste realidad de la impotencia
Cabe
el rencor de la búsqueda.
Con
todas las dudas de mi razón.
Contra
la necesidad de los cuerpos.
De
naturalezas vivas,
Desde
la región del pasado y del futuro y
En
virtud de una verdad que se niega
Entre
llamas blancas que asfixian y van
Hacia
el llanto de los marginados y
Hasta
el amor a la locura,
Para
así romper la brisa del viento
Por
la frágil soledad de los párpados,
Según
miras hacía el océano,
Sin
otros motivos que toda una vida.
Sobre
lo absurdo de los sentimientos que hay
Tras
la mirada inocente de un niño.
No tengo tiempo para seguir
pensando, luego existo.
Poema
nº 22
L uchando contra el
agobio
I nculcando ánimos a
la mañana
B uscar el amor entre
la gente
E
n los lugares de la desesperanza
R enovar las miradas
de amor
T otalmente
entornadas por el cansancio
A brir la ventana y
mostrarme desnudo
D
ispuesto a recobrar mi libertad.
Poema
nº 23
Bruscamente
se rompe el canto del gorrión
y se rompe el horizonte de mi sueño,
mirando hacía atrás con ira
canto al mar en su ida y venida,
y sufro esperando y espero sufriendo,
y hasta me rompo en pedazos queriendo,
que aparezcas en el simple despertar de
cada día,
buscando el sonido de esa campana.
Silencio,
otra vez tinieblas,
sin razón o con ella,
mudo de llanto y canto,
el reloj de la locura
continúa
continúa
continúa
me merezco esto y más,
las dudas y el mar,
la voluptuosidad del remanso
y la lluvia de la soledad,
y en la lucha, sangro,
y en mis ojos, una luz que ciega,
la irónica mancha de la esperanza,
me siento en el suelo desnudo
y noto su frialdad en mi piel,
así
y solo así
reconozco que es tu presencia
y olvido que mis manos tiemblan
y sueño que me llevas lejos
con alguien que reclama su derecho
a la libertad.
Poema
nº 24
Despacio, dímelo
despacio,
que pueda saborear tu
voz en mis oídos,
y bajo, dímelo muy
bajo,
que sienta el roce de
tus labios,
dime que me quieres,
que soy lo mejor de
tu vida,
que cuando estamos
juntos somos uno,
dime que me
necesitas,
que te gustan mis
besos y caricias,
que soy lo más
importante de tu vida,
dime todas esas
cosas, que yo necesito que me digas,
y dímelo despacio y
bajíto,
que solo tú y yo
podamos saberlo,
nuestras caras se
encargaran de publicarlo,
porque tú y yo somos
amor,
y cada poro de
nuestro cuerpo
se abre para decir te
quiero.
Despacio, dímelo
despacio,
y bajo, dímelo muy
bajo,
que mi corazón no se
entere,
que mi cara no se
llene de lagrimas,
que mi mente no
enloquezca,
dime que te vas.
Poema
nº 25
Amigo:
la vida no es fácil
ni siquiera para las ratas,
caminamos con demasiada velocidad
en un mundo cada vez más cruel,
recorremos los caminos de la dicha
y de la desgracia
tan aprisa que apenas sentimos
su sabor.
Amigo:
a veces sueño recordando
y entonces parece que vivo y me siento,
me gusta llorar cuando pienso
y esas lagrimas que corren lentamente
por mi cara,
me ensanchan el pecho.
Amigo:
pocas veces hablamos de nosotros
y sin embargo notamos en nuestro interior,
las horas vividas entre los dos,
y aquellos momentos quedan para
siempre.
Amigo:
no sé si pierdo el tiempo
pero la copa que tengo delante
la levanto a tu salud,
y brindo por la amistad, por los
recuerdos
y por ti, amigo.
Poema
nº 26
Muchas veces he andado el camino de la
soledad,
ese camino tortuoso y oscuro, que nunca
se acaba,
ese camino a veces tan ancho que me
pierdo
y a veces tan estrecho que sus paredes
me asfixian.
Cargado voy de pensamientos inútiles e
importantes
y de vagas esperanzas en no sé que
futuro,
masoquismo del espíritu abandonado o
presunción,
soledades negras que asustan y que ríen
dentro de mí.
Amargura Dolor
Llanto Angustias
Vía crucis de la soledad en su apogeo.
De mis poros brota el sudor frío.
Mi garganta grita.
Pero nadie puede oírme y mi grito se
pierde en la sombra.
Mis manos ensangrentadas por falta de
cariño,
se agarran a una campana con fuerza.
Quiero que la gente sepa que muero cada
día,
quiero que la humanidad entera conozca
mi adiós,
quiero que al menos tú, sientas mi
partida.
Pero el sonido de la campana se queda
en tus oídos,
y no llega a tu corazón, y ...