ADEMÁS 3

Poema nº 27

 

Este es el principio de un largo poema, escrito en el tiempo de un hombre y cuyo final será el atardecer. Un poema pensado para ti, porque sabes amar, un poema inútil ante la fuerza de una mirada y que dice así:

 

Golpea el viento mi silencio

y enrojece el río con la sangre

derramada por muchos cuerpos,

en el último atardecer.

Reconozco mis pasos perdidos

en mundo de lujurias

y rompo a llorar.

No es de noche ni de día,

tampoco llega la hora tan esperada

para no sé que cosa.

Sobre la eternidad de Dios

dudas

sobre tu mano, un pajarillo

se debate ansioso por escapar.

Siempre hay una vuelta a la realidad,

en el camino de la esperanza,

y deshago tu sonrisa con una mirada,

pero comprendes mis razones y perdonas,

y a veces abres una puerta en el tiempo.

No sé expresar mi decepción o la tuya,

buscamos al culpable entre la niebla

del pasado y del futuro.

Pero todo lo que tiene un principio

tiene un final,

y la última gota cae derramada

sin poder aprovechar su sabor.

No tengo miedo, ni odio,

solamente estoy triste por el esfuerzo

sin recompensa.

Albatros

Abraxas

y un pequeño príncipe

rompen en pedazos los acuerdos,

en una cumbre en el mar,

y el viento se vuelve huracán,

y lo que era azul y brillante,

se vuelve oscuro y tenebroso.

En señal de protesta, un árbol quiebra sus ramas,

un río se desborda y una rosa llora

porque se ha clavado una espina.

Un niño canta una canción

mientras pasea en bicicleta,

pasa despacio y hace calor,

un viejo mira hacia donde solo miran ellos

y recuerda su niñez

y aquel rifle de madera.

¡ que pronto acaba el día de la vida!

Para algunos fue soleado

para otros hubiese sido mejor

que no fuera.

Hace calor y un niño pasa despacio

sobre una bicicleta.

Debemos recobrar el espíritu del ser

y ser

y amar al hombre sobre todas las cosas,

y a Dios....?

voy a dormir ahora

y sí algún día despierto

te diré que te quiero,

pero no puedo fundirme contigo

siempre seremos dos

y a veces... somos demasiados.


 

 

Poema nº 28

 

No temas a las lagrimas

no tengas miedo a la tristeza

ni al dolor, ni a la lluvia,

no rompas tu corazón,

por una amarga decepción.

La campana vuelve a sonar

y sobre el horizonte

el sol tímido sonríe.

Otro niño esta naciendo

y una mano de mujer

te regala una rosa,

en tus oídos suena una música

y una amigo te sonríe.

Levántate

vuelve a amanecer.


 

 

Recuerdo nº 2

 

Era todo poesía, su cara, sus flores en el pelo, sus pies descalzos, su túnica blanca. Su mirada ingenua coincidió con la mía y su sonrisa me hizo enrojecer. Me gustaría mirarla, mirarla siempre sin que se diera cuenta, observar sus alegrías y sus tristezas, cuando duerme o cuando mira las estrellas. Ver su cara cuando hace el amor o cuando llora.

Me gustaría mirarla, solo mirarla sin que se diera cuenta, ahora que siente en sus entrañas el dolor de la separación, ahora que busca otras miradas ingenuas, ahora que sufre en silencio la soledad, ahora que se parece tanto a mí...

Y su mirada coincidió con la mía y su sonrisa pide cariño. Ahora es todo poesía


 

 

Poema nº 29

 

Hace calor. Mi amigo y yo

estamos sudando

y a veces

fumando un cigarro, nos reímos.

Hace calor. En la ciudad

caminamos solos

por unas calles que duermen,

en la playa miramos una vela

que recorre el horizonte,

y soñamos con marcharnos.

Mi amigo y yo estamos sentados

no hace falta hablar,

y de vez en cuando se desata la locura

y cantamos y reímos y lloramos

y buscamos la osa menor en la noche,

Hace calor. Mi amigo ya no está

sentado conmigo,

la vida lo separó de mí,

y siento que no es justa.

Entre mi amigo y yo

ha nacido una gran amistad

¡ Ojalá! Y que dure.


 

 

Poema nº 30

 

Sobre una montaña que mira al sol

sentado entre dos lagartos que me miran

y con una rama de eucalipto en la mano,

observo como poco a poco te alejas

o me alejo

o nos alejamos.

Odio la palabra lejos

y escucho el sonido del viento,

como me gustaría oírte a través de él

y sentir tus ganas de mí.

En el sol

no hay espejos y el mar

me recuerda unas lágrimas.

Y es el comienzo y es el final

mi vida se llena de comienzos y finales

y estoy harto,

pero creo que no sirvo para durar

la eternidad me aburre

y el amor ¿qué es el amor?

A veces solo una palabra

otras es todo

pero no sirvo para durar

y olvido que he amado cuando no amo

y olvido que no me queda tiempo

para volver a amar.


 

 

Poema nº 31

 

Un arco-iris interrumpe tímidamente

la agonía de mis sueños.

Una estrella brilla en la lejanía

de mis oscuros pensamientos.

Voy a ir hacia ella

no quiero perderte, estrella,

seguiré tu camino y mientras

sonreiré al sol y a la noche;

por el camino me acompañan

la música de las cigarras

y el rumor del mar.

No tengo miedo,

sé que cuando te alcance seré feliz.

Pero el camino se hace largo

y lucho contra mis dudas

y contra el canto de las sirenas.

Poco a poco me pierdo

y pierdo tu estela blanca;

las nubes tapan el sol

y la noche se oscurece.

Y estas cadenas?

Estrella, que lástima,

que feliz si te hubiese alcanzado.


 

 

Recuerdo nº 3

 

En una playa desierta, cuando la noche brillaba por el resplandor de la luna llena, luna que atrae el mar y lo deja ir, en una playa desierta con el frío del otoño sobre tu cuerpo y el calor del amor sobre el mío, un día de luna llena hicimos el amor sobre la arena, con la música de Moustaki y con el miedo a lo desconocido.

Tu cara sentía el placer y tus ojos entornados miraban las olas que una y otra vez venían y volvían sin descanso, rompiendo en millones de gotas blancas al encontrar tu cuerpo, y yo las imitaba en su ir y venir y besaba tu boca y tu cuello y tus ojos entornados.

Como me hubiese gustado que no subiera la marea y seguir como las olas rompiéndome en millones de gotas blancas dentro de ti, pero el mar subió y acabó con la playa desierta y la luna llena se fue al amanecer, y el sol te recordaba la música de Moustaki y el miedo a lo desconocido se transformó en miedo a lo cotidiano, después se perdió el miedo, y me perdí yo y te quedaste soñando con el placer, con la revolución de millones de gotas blancas, como espuma, como semen, como lunas llenas.


 

.....Y COMO EPILOGO  otro poema y dedicado de mi amigo Peniche

 

Sé que te irás

y otra mañana vestirá mis agonías,

sé que lejos, más allá del olvido

crecerá como loca una nueva estirpe

que fulgurante y bella derramará alegría,

manará por su boca infantil

la fuerza animal de la risa y el llanto.

Sé que esta bruma silenciosa

que oprime la garganta de los locos

no ha de morir jamás

y sé que tu furiosa mirada

de niño dócil y vicioso

ha de temblar sobre tus propios brazos.

En este paréntesis hubiese preferido

haber nacido mudo

y no seguir hablándote

del odio con que te amo.

Recuerda, no te aflijas

estoy para pasar

y ya sin el orgullo necesario para poder decir:

¡Vale la pena!

Recuerda en la mañana triste

que no debes de alejar de tí, nada más que la fuerza

que en cada exhalación de amor vuela en suspiro

y que el gato triunfal de cada noche,

mora sólo en la guarida de nuestro propio miedo.

Sé que muchas cosas han de pasar

para que no pase nada;

que el olvido dormirá sobre tu pelo

en una primavera lejana e inconcreta.

Sé que he olvidado amar,

que bajo mi torpe rudeza

el ansia se despierta y grita

al olor de tu joven locura mediterránea.

Sé que una nueva angustia se suma a este rosario

y que no nos salvará ningún amigo lejano

que abre y cierra nuestras puertas con un canto efímero.

Pero recuerda en la hora del llanto

cuando la mano de ese superior infiel te falte

que mi muerte es digerible.

Sé que soy poca cosa

y siento que mañana seré nada

¡ojalá! que mi carnada

te sirva como alimento.

Sé que te irás

pero recuerda que mi brazo está tendido

sobre el viento.

 

A Prudencio en compendio de una amistad que debió ser más duradera y quizás en otro tiempo, cuando el ruy-señor todavía cantaba.

                                                                                  Peniche


 

 

 

DEDICADO A:

 

Moncho, Miguel, Julio, Luis, el otro Julio, Manolo, Pura, mi padre, mi madre, Jhonn Lennon, Serrat, Ché Guevara, al Principito, a la C.N.T., a mis hijas, a Kavafis y a Neruda, y a todos aquellos que un día u otro influyeron en mi vida.

El Autor