Cartas al Libertador

Boletín de un Librepensador

Quito, 21 de Agosto del 2003

 

Y la marcha.... Partió

 

         Con un homenaje a Rumiñahui, desde la Plaza Indo América y desde el ya legendario Parque del Arbolito, partieron las marchas convocadas por el Congreso Nacional de lo Pueblos. Cuantitativamente se cumplieron las expectativas, cualitativamente se rebasaron con creces.

 

                Las primeras noticias nos indican que las acciones se realizaron tanto en Guayaquil como en Cuenca, aun no llegan reportes de ciudades pequeñas, pero las expectativas se centraron en Quito, donde pese a los riguroso controles policiales desarrollados en las carreteras, las delegaciones lograron burlar el cerco y llegaron. No solamente del sector indígena, llegaron trabajadores del sector eléctrico de Los Ríos, El Carchi, Cotopaxi, delegaciones que pude constatar. Cuántos manifestantes desfilaron, difícil calcular aunque siempre será tema para las especulaciones, en todo caso dejo a los “especialistas” el determinar cuantos fueron. Lo que si puedo asegurar es que respiró en Quito un ambiente de inquietud y que no pasó desapercibido.

 

                En la mañana las movilizaciones se centraron en los alrededores del Congreso Nacional, literalmente se rodeó al Congreso por sus cuatro costados y se concluyó con el recibimiento de una delegación por el Presidente del Congreso. En la tarde, se desfiló hacia el centro de la ciudad, el objetivo era la entrega de un comunicado al Alcalde de Quito, donde se expresaban las resoluciones del Congreso de los Pueblos sobre la entrega de las empresas de distribución eléctrica a administradoras extranjeras. El cometido no se pudo lograr, pues un cerco policial impidió el paso de la delegación al Palacio Municipal y la marcha continuó el rumbo fijado... Se llegó a la Plaza Santo Domingo.

 

                Trataré de enumerar las organizaciones que testifico su presencia. Los trabajadores Eléctricos, los petroleros, el Frente Unitario de Trabajadores, La Coordinadora de Movimientos Sociales, la FENOCIN, el Frente Popular, estudiantes de la FEUE y FESE, organizaciones poblacionales, activistas de los Derechos Humanos (APDH), el Partido Socialista – FADI, el MPD y se me informó también la participación del Movimiento de Renovación de la Izquierda Democrática, la FEI, los jubilados...etc. Testifico la presencia del líder indígena Marco Murillo de la FEINE, subrayo esta participación, pues se especuló mucho sobre negociaciones que se habrían efectuado con el gobierno a partir de su marcha realizada a inicios de la semana, Marco Murillo participó.

 

                Importante es señalar que en la composición de la marcha gravitó el componente urbano, el movimiento indígena presente y sentido aportó con la carga simbólica. Luego de los levantamientos del 90 – 96 – 2000 y 2001 la presencia de los “indios” en la ciudad continúa siendo sinónimo de derrocamiento de gobiernos, sino, hay que preguntarles a los comunicadores que en cada una de las entrevistas que realizan en la cobertura de las movilizaciones, todos coinciden en indagar, ¿cae el gobierno?. Todavía la presencia indígena en las calles de Quito es percibido como levantamiento, pero hoy los movimientos urbanos ya gravitaron y sobre ellos recayó el peso de la marcha. El eje rural Indígena – Seguro Campesino ya puede contar con un aliado urbano que pondrá lo suyo.

 

                Como siempre, las declaraciones vertidas desde el gobierno intentan disminuir la importancia de la Marcha del Congreso de los Pueblos, como siempre dicen que pasó desapercibida, que los movimientos estaban divididos y que la convocatoria fue escasa... Los viejos cuentos de la caperucita y el lobo. Si esto fuera cierto, el gobierno deberá explicar la masiva presencia de unidades de policía que no solo rodeaban el Palacio Presidencial y del Congreso Nacional, sino que además se notó a simple vista en toda la ciudad.. Quito parecía ciudad sitiada. Si la marcha era pobre.... Que exagerado el Ministro de Gobierno y Policía cuando movilizaron hasta a los perros amaestrados y observé policía montada.

 

                Cualitativamente, el Congreso de los Pueblos, logró insertarse en el escenario político como un actor que deberá ser tomado en cuenta en el futuro. Se rompió con esa oposición subordinada que el gobierno fraguaba como su estrategia de control social. La oposición que se planteaba desde los lagrimones de Doña Ximena Bohórquez (esposa del coronel), de las contradicciones presidenciales... Esta oposición salió y tomó forma desde la sociedad civil y sus organizaciones. Se rompió con la parafernalia impuesta por los medios de comunicación de que la oposición se centraba en la CONAIE y Pachacutik, desde hoy el Congreso de los Pueblos se constituye en componente social importante. Se evidenció la existencia de dos dimensiones, ajenas y distantes, de dos universos que ni siquiera marchan paralelamente... La Sociedad Civil organizada y los Partidos Políticos. Mientras la una se articulaba en la marcha, la otra gestaba una nueva mayoría en el Congreso Nacional entre concia bulos ocultos de Bucaran – Álvaro Novoa - Gutiérrez. Se logró saldar cuentas con el coronel, Gutiérrez  quien ya no puede enarbolar la bandera del 21 de Enero, se borró la foto. Y, se estableció claramente desde donde nacieron los principios del 21 de Enero, propuesta que cuenta con el apoyo de la mayoría de los ecuatorianos. Gutiérrez quedó colgado de un alfiler, se le acabó el guión.

 

                Tres son los retos que se derivan de las acciones de hoy. El primero consiste en dar forma orgánica al Congreso de los Pueblos, organicidad que  permita una presencia consistente y permanente, que le permita profundizar sus futuras acciones. Dos, crear los canales de acercamiento hacia la CONAIE, Pachacutik, el Seguro Campesino y la inserción de nuevos actores. Y tres, construir las estrategias que proyecten los avances en las próximas elecciones seccionales. Tres retos que deberán abordarse en la Asamblea a reunirse el próximo 20 de Septiembre, esta ves en la ciudad de Olmedo, en la boca del lobo social cristiano, donde Bolívar y San Martín se estrecharon la mano... Guayaquil.