Las
Estudiantinas en Chile La
juvenil y alegre musicalidad de las Estudiantinas o Tunas, son una
realidad resurgente en el Chile de hoy Ellas nacen en España, en el
siglo XIII bajo la denominación de “sopistas"; estudiantes pícaros
que cantaban por sopa. En el siglo XVI esta manifestación es acogida por las nacientes Universidades Hispánicas bajo el nombre de Estudiantinas, A la capa de su traje habitual los estudiantes de la Tuna le cuelgan multicolores cintas; trofeos de amor recibidos después de cantar una serenata al balcón de una dama.
Con
el correr del tiempo, a su repertorio tradicional de larga data,
incorporan música popular y culta arreglada para los vibrantes trinos de
sus mandolinos, bandurrias y bandolas. (foto
instrumentos) Este
género musical llega a América en el siglo XIX, Chile las recibe a fines
del siglo pasado, generándose un proceso de transculturación, con la
consiguiente adopción y adaptación. A
partir de 1884 con la llegada de la Estudiantina Madrileña "Fígaro',
se afinca en la aristocracia chilena.
En 1888 el músico Italiano Carlos Zorzi funda el primer grupo
Chileno. El
mismo año de 1894, el bandurrista bilbaíno Joaquín Zamacois, llegado
con la Fígaro, se encargará de masificarla. Con
el cambio de siglo, las Sociedades de Socorros Mutuos, organizan sus
propias agrupaciones. Con
sencillos ternos y corbatas, a cambio del traje hispánico, mantienen la
característica instrumental originaria, incorporando repertorio nacional
llegando a reemplazar a los orfeones en las veladas de los Salones Filarmónicos. Se
extiende socialmente, formándose numerosas en las regiones, constituidas
por varones, por damas y mixtas. Tiene
significativa presencia hasta la década del 50 del siglo XX con la labor
realizada por los Estudiantes Rítmicos. Poco
a poco declina el sonido de las estudiantinas, acusando dolor de ausencia,
empolvando guitarras, desafinando violines, se guarda en un sueño
profundo, en el recuerdo y descansa por tres décadas entre los años 60 y
70, en que una avalancha cultural la sumerge en el olvido. Todo
Chile vuelve los ojos al mundo y observa los grandes acontecimientos que
marcarian la fuerza de la guerra fría, inserto en la globalidad de los
problemas esenciales del hombre, la cultura musical Chilena abraza el más
grande anhelo del hombre, su libertad. 1970,
provee a Chile de una esperanza, todo el repertorio nacional habla
entonces de la quimera de la igualdad, de la ansiada libertad, del
necesario derecho a la educación, el arte, el pan, la sonrisa, la ciencia
y la fraternidad real de un país que avanza hacia un futuro de plenitud,
entre tanto, al hacer nostalgia unos viejos tunos evocan solitariamente
melodías de antaño, conservando así casi en penumbras el repertorio de
siglos guardado para futuras incursiones. 1976,
un grupo de estudiosos y visionarios amantes de la danza, el folclore y el
canto popular, desempolvan cuerdas y panderos y lanzan al aire los
renovados trinos de sus melodías nuevas y tradicionales, retorna al
camino de la tradición tunezca “ La Estudiantina Raíces”. Ramón
Andreu, Manuel Luna, Gabriel Rok, Lenin Muñoz, Ruben Soto, Carlos Obaid,
Andrés Sandoval, Juan Carlos Guerra y Pancho Caucaman, nunca imaginaron
que esta estudiantina “RAICES” sería piedra angular y pilar de
sustento de loque hoy ya es un patrimonio nacional de canto y melodía
tunantezca, al calor de sus serenatas su actitud contestataria y
constructiva durante la oscuridad cultural de la fuerte dictadura militar
que prevaleció hasta 1990 en
Chile, la “RAICES” cimentó el entusiasmo de muchos jóvenes que
vieron en sus voces, instrumentos, capas y cintas una vía de expresión y
unidad, no sólo musical, si no que de expresiones libertarias coronadas
hoy con el retorno a la plenitud de la confianza y la construcción de días
mejores para el desarrollo de la cultura. Mucho
había de ocurrir para llegar hasta el día de hoy: de RAICES a la CHIMBA,
de la SANTIAGO a la TABARDO de
AGUAS NIVES a RONDALLA EXTREMADURA,..... hoy casi un centenenar de
agrupaciones desde Iquique a Punta Arenas, retoman
las sendas del cantar centenario de las tunas nacidas en la vieja
España del siglo XIII.
Receña
Histórica de La Estudiantina Victoria
Nuetra
Estudiantina nace en agosto de 1992. MAURICIO
PEREZ, RODRIGO CONTRERAS, RAFAEL MORAGA, JUAN CORDOVA Y MARCIAL CONTRERAS
y luego junto con la llegada desde Brasil de MIGUEL PEREZ comienzan los
ensayos y la infatigable búsqueda de apasionados sones que dan vida al
espíritu de la tuna. De inmediato los integrantes adoptan, asumen y
proyectan la centenaria tradición que se origina en la España Medieval y
que se nutre de los contenidos esenciales de cuatro grupos primordiales: Los
Goliardos, quienes aportan la noción de logia, Los
Juglares, cronistas y poetas representativos de su época, Los
Trovadores con su romanticismo y su itinerancia, Los
Sopistas, estudiantes que cantaban por sopa aportan el desenfado, la
picardía, la alegría y la arrolladora vitalidad juvenil. La
suma de estas características dio origen a la Tuna. Amanece
el nuevo siglo y esta singular expresión se proyecta con nuevos bríos a
través de sus cultores actuales, entre los cuales nuestra Estudiantina
Victoria ocupa un lugar de vanguardia. “Herederos
de la española tradición, tiene en su canto sones de alegría, dolor y
esperanza indo latinoamericana. “ Suman
a lo anterior numerosas iniciativas tendientes a articular el emergente
movimiento tunístico nacional: Somos
fundadores del Consejo Metropolitano y del Consejo Nacional de Tunas y
Estudiantinas Chilenas, cuyo presidente actual es el Director Musical, de
la Estudiantina Victoria Don Miguel Pérez Garrido. Dentro
de nuestras principales actividades se
encuentra la organización que cada año y hace 6, Lideramos y
producimos el Encuentro Nacional de Tunas y Estudiantinas que se realiza
en la ciudad natal; San Bernardo y que a partir del año 1997 adquiere
características de internacional y competitivo.
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