¿Qué puede hacer “Lula”?
 
Por  Carlos Aquino Rodríguez
Dr. en Economía
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La victoria de Luis Ignacio “Lula” da Silva en Brasil, un antiguo líder sindical con tendencias de izquierda, indica un aparente cambio en las preferencias políticas de los brasileños, desde un enfoque liberal de la política económica que imprimió el actual Mandatario Fernando Henrique Cardoso. Lo interesante será ver si Lula podrá realmente cumplir lo que ha prometido, dada la situación económica actual de Brasil y las restricciones que le imponen el gobernar en un mundo globalizado y con acuerdos ya establecidos con organismos internacionales como con el FMI.
 

Brasil en el contexto latinoamericano y mundial

Brasil es uno de los países más grandes del mundo en cuanto a extensión territorial y población. Con 180 millones de habitantes y 8.5 millones de km2. es la décima economía más grande del mundo. En Latinoamérica tiene la economía más grande con la base industrial más sólida, que produce autos y hasta aviones medianos (con creciente competitividad internacional esta ultima, la empresa productora de aviones Embraer fue la que más exporto el año pasado). Es además un país rico en recursos naturales con una economía diversificada, que produce tanto bienes industriales como agrícolas. Sin embargo Brasil tiene muchos problemas, entre ellos que con una PBI percapita de 3,570 dólares tiene una de las distribuciones del ingreso más desigual en el mundo, donde el 10% de la población más rica se lleva el 46.7% del ingreso nacional y el 10% más pobre solo se lleva el 1% del ingreso nacional. Es justamente la población más pobre, que es casi la mitad del país, la que llevo a la victoria a Lula y la que confíe en que podrá llevar adelante políticas para mejorar su nivel de vida.

Una de las principales causas de la pobreza y desigual distribución del ingreso es la concentración de la tierra en pocas manos en la agricultura y la existencia de millones de campesinos sin tierra. Otro problema es la existencia de un gran sector estatal con mucha burocracia e intereses creados en que esto se mantenga así. Asimismo, el país no ha realizado aun ciertas reformas económicas para hacer más competitiva su economía.
 

Las políticas económicas de Lula

El futuro Presidente Lula a lo largo de los años de campaña que tuvo para llegar a la Presidencia ha ido moderando su lenguaje radical. Quizás por eso es que gano la Presidencia pues supo conseguir el voto de una parte importante de la clase media. Por eso su gobierno no hará medidas que hubiera hecho antes como es romper con las políticas acordadas con el Fondo Monetario Internacional o poner medidas muy restrictivas a la competencia e inversión extranjera. En esto seguramente ha aprendido de Cardoso, el actual Mandatario, quien años ante de llegar a la Presidencia era un conocido teórico de políticas económicas con orientación izquierdista pero después ha aplicado políticas económicas aceptadas por los organismos internacionales y por el capital nacional e internacional.

Lo que pasa es que los tiempos cambian. Ahora Brasil tiene una clase capitalista nacional bastante grande, que no permitiría un giro tan radical en la política económica actual, y que Lula además sabe que para que la economía de Brasil crezca necesita el concurso de ellos. Asimismo el país recibe creciente inversión extranjera que necesita para modernizarse y tiene acuerdos de financiamientos con organismo como el Fondo Monetario Internacional (FMI) que le han permitido capear la inestabilidad de los mercados financieros internacionales de los últimos años.  Por ejemplo Brasil tuvo serios problemas después de la secuela de la crisis asiática de 1997, especialmente después de la crisis rusa de mediados de 1998. Justamente en Noviembre de 1998 recibió un préstamo del FMI de 41.5 mil millones de dólares, aunque aun así no pudo evitar que su moneda, el real, sufriera el ataque especulativo y se devaluara.

Además Lula no tiene mayoría en el Congreso y tendrá que negociar con los otros partidos si quiere ver sus medidas económicas aprobadas. Asimismo ha pregonado un Pacto Social con el sector laboral y el del capital.

En ese sentido, Lula no sería como un Chávez de Venezuela, que enfrente a los sectores más ricos del país (y a su clase media), con una política de confrontación por un lado y por otro implemente políticas económicas con tintes populistas de creciente participación del Estado en la economía pero más que eso con un desorden total que esta llevando a Venezuela al caos político y económico. Menos seria un Allende de Chile, que realizo expropiaciones del capital que despertaron la oposición radical del capital chileno (y de los EE.UU. preocupado por un régimen comunista en América del Sur). Lula debe será realista, los tiempos han cambiado además que no tiene la fuerza para hacer cambios radicales. Lo que podrá hacer es crear mecanismo para que los cambios y reformas necesarios no golpeen tanto a las clases mas necesitadas, además de priorizar los limitados gastos del Estado en la educación y salud de los sectores más pobres. El margen que tiene para aumentar los gastos es poco pues debe generar un creciente superávit fiscal para poder pagar una abultada deuda externa.

Justamente será interesante ver como enfrenta Lula este problema de la deuda externa brasileña, que representa casi un 50% de su PBI y demanda para su pago una parte importante del presupuesto del país. En las etapas iniciales de su campaña Lula prometio que refinanciara el pago de la deuda externa para dedicar mas gastos del gobierno a atender las demandas de los sectores más pobres. No es muy probable que lo haga ahora. Otro problema es la relación que tendrá con los gobiernos regionales o estados. Brasil es una República Federativa. Muchos de los gobiernos de estos Estados están en manos de partidos diferentes al de Lula y quieren una creciente porción de los impuestos que pagan al gobierno central. Será interesante ver como se lleva Lula con ellos y evitar que esos Estados por su cuenta gasten mas de lo debido y aumenten su deuda interna o externa para evitar lo que paso con Argentina en los últimos años de la década de 1990 y que ha llevado a ese país a una grave crisis de la que aun no se ve visos de solución.

Brasil debe modernizar su economía para hacerla más competitiva en el ámbito internacional. Para esto requerirá cambios que no serán del agrado del sector de trabajadores que votaron por Lula. Esto es flexibilizar su mercado laboral, reducir la presencia del Estado en la actividad económica, con las privatizaciones de las empresas más ineficientes, y seguir abriendo la economía a la competencia extranjera.
 
Otro tema es la actitud que tomara Lula frente al proceso de integración económica continental que es el ALCA y al que mostró oposición durante su campaña electoral.

 
Brasil y el ALCA

El ALCA o el Acuerdo de Libre Comercio de América que propugna los EE.UU. debería empezar el 2005. Sin embargo hay algunos temas pendientes que aun están por discutirse y son el acceso al mercado de los EE.UU. de productos en que el gran país del norte aun es proteccionista, como es la exportación de acero y algunos productos agrícolas. Justamente Brasil es uno de los paises que más reclama por esto. Brasil es un importante exportador en el ámbito mundial de soja, jugo de naranja y crecientemente de acero, productos que encuentran muchas trabas para ingresar al mercado de los EE.UU. Sin embargo EE.UU., ha dicho que empezaría el ALCA con los paises que quieran empezar y se espera en todo caso arduas negociaciones entre los EE.UU. y Brasil, que con un gobierno mas nacionalista podrá mas condiciones, como la apertura del mercado de EE.UU. a sus productos, para avenirse a un acuerdo de libre comercio con ese país.
 
En fin, Brasil, como la economía más importante de América Latina, llama la atención de los observadores. De su desempeño dependerá en cierta forma la suerte de la otras economías de la región como el Perú. Es poco probable que Lula haga las cosas radicales que prometio en las etapas iniciales de su campaña. Los tiempos han cambiado, en un mundo globalizado su margen de maniobra es cada vez menor y tendrá que pactar con los demás sectores, entre ellos un capital nacional bastante fuerte y organizado. Deberá aplicar reformas económicas para hacer más competitiva su economía que no serán del agrado de la clase trabajadora que lo apoyo en su elección.
 


Artículo publicado en la Revista Economía & Capital,
Año I, N° 3, Noviembre de 2002.
Lima, Perú.
 
E-mail: carlos_aquino@terra.com.pe
URL:
aquino.mainpage.net
 
 
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