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        Concierto
        de Brandemburgo Nº 3 
        De los seis conciertos
        brandemburgueses de Johann Sebastian Bach, 
        juzgado como uno de los frutos más puros del artista,
        este es el que 
        se interpreta con mayor frecuencia, debido sin duda a la
        belleza total del 
        conjunto y a la ausencia de dificultades técnicas. 
        El concierto número tres esta escrito en sol mayor. 
        La obra consta de dos tiempos, ambos allegro y ejecutados
        sin interrupción. 
        En este Concierto, los
        violines, violas y violoncelos tocan a tres partes, de 
        lo que resultan nueve voces, aunque nunca simultáneas, a
        las que se suma 
        el cémbalo en continuo. Cuando un grupo de instrumentos
        se abre al divisi, 
        convirtiéndose en concertino, otro grupo, que trabaja en
        esa forma, se 
        cierra al unísono, convirtiéndose en grosso. Esta
        combinación oscilante 
        permite gran variedad de volúmenes sonoros y
        combinaciones tímbricas. 
        El primer allegro fue
        aprovechado por Bach para su Cantata Nº 174 
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