Decid: “Benditos sean el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo, porque por medio de la Santísima Trinidad encontrarás paz y Vida Eterna”.

Amados hijos, decid:

Sagrado Corazón de Jesús, purifícame.

Espíritu Santo, vive en mí.

Santísima Trinidad, llega a mí.

Orad de este modo y todo lo malo, huirá de vosotros.

“Hija, todos deberían rezar muchos Glorias, ya que es alabar al Señor. Es maravilloso alabar a Dios.

¡Cómo no hacerlo, si del Señor se obtienen todas las Gracias!”.

Orad todos: Alaben al Señor

que hizo el Cielo y la tierra,

Alábenlo todos los hombres.

Bendito el Señor,

Bendito su Amor.

¡Gloria, Gloria a Dios!

Amén.

Queridos míos: Es de vital importancia creer en Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, ya que la Santísima Trinidad es poderosa.

Os bendigo, en el Nombre del Señor, a los que por la fe creéis.

Gloria a Dios.

Hijos míos: Es necesario rezar el Santo Rosario, ya que las oraciones que lo componen ayudan a meditar.

En el Padrenuestro, os ponéis en las manos del Señor pidiendo ayuda.

En el Ave María, aprendéis a conocer a Vuestra Madre, humilde intercesora de sus hijos ante el Señor.

Y en el Gloria, glorificáis a la Santísima Trinidad, divina fuente de Gracias.

Os pido, meditad este mensaje, así podéis orar como agrada al Señor.

Alabado sea.

Gloria a Dios, eternamente,

porque con sus ojos somos contemplados.

Gloria a Dios, eternamente,

porque con sus consejos somos aconsejados

Gloria a Dios, porque en la Santa Comunión con su Cuerpo somos alimentados.

Gloria a Dios, porque en su Espíritu nuestros espíritus son consolados.

Gloria a Dios, porque a la Eternidad por El somos llamados.

Gloria a Dios, porque su pureza cubre toda

impureza.

Gloria a Dios, gloria a Dios.

Hija, empieza hoy la Novena al Espíritu Santo, con un Rosario de glorias.

“Es una magnífica expresión de amor, orar a la Santísima Trinidad. Se glorifica, se alaba, y se adora en la Santísima Trinidad al único Dios. Amén”.

Gloria a Dios Padre de todo lo creado.

Gloria al Hijo misericordioso y salvador de los hombres.

Gloria al Espíritu poderoso y Luz eterna y santa, por los siglos de los siglos. Amén.

Repítelo con frecuencia hija mía.

Gloria al Señor Todopoderoso, porque es benigno con sus hijos.

Gloria al Señor, porque vuelve su mirada continuamente y da Su Amor misericordioso.

Gloria a Cristo, por su gran bondad.

Alabado sea.

Leed: Salmo 85, V.9

Digo a mis hijos: Amad y glorificad a la Santísima Trinidad. No busquéis respuesta a lo que está vedado para los hombres. La Santísima Trinidad, es secreto de Dios; sólo El lo conoce y a El pertenece.

Gloria al Padre y al Hijo y al Santo Espíritu.

¡Mi querida hija: Dios derrama tanto Amor en sus hijos!

Yo espero que los hijos amen al Padre, que sigan las huellas del Hijo y glorifiquen al Espíritu Santo.

Que tengan puros sus corazones, que dejen que esta Madre los purifique.

Bendito sea el Señor.

¡Hija, es tan poco adorada, alabada y glorificada la Trinidad Santísima!

No preguntéis hijos míos; solo obedeced, sólo amad y quedaréis siempre en Mi Corazón.

Por vosotros, sea perpetua la alabanza a Dios Uno y Trino. Amén, amén.

Leed: Salmo 113, V. 1, 2, 3, 4, 5 y 6.

Digo a mis hijos: Creed en la Santísima Trinidad, amad a la Santísima Trinidad.

Amad al Padre, Creador del cielo y de la tierra.

Amad al Hijo, Redentor de los hombres.

Amad al Espíritu Santo, Luz de

esperanza.

No se fortalece el hijo, si no es fortalecido por el Padre.

No es salvada el alma, si no la salva el Hijo.

No se renueva el espíritu, si no es renovado por el mismo Espíritu.

Glorificad entonces a Dios Trino.

Bendito y alabado por siempre sea.

Mi Corazón de Madre, clama por el amor de sus hijos, hacia la Santísima Trinidad.

Dios Padre: Poder y Amor.

Dios Hijo: Amor con sed de amor.

Espíritu Santo: Luz y Amor.

En la Santísima Trinidad, se muestra perfectamente el Amor de Dios, por las almas.

¡La Santísima Trinidad, cuántas veces rechazada y negada!

Caminad bajo Su Esplendor, que refleja tanto Amor. Gloria al Señor. Predícalo.

Digo a todos tus hermanos: La Santísima Trinidad, por medio de Mi Corazón, quiere llegar a todas las

almas.

El Amor Perfecto del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, os quiere purificar, responded a esta invisible pero real muestra de Amor, con una visible y sincera respuesta, vuestra conversión.

Alabado sea Dios.