Por:

Javier Flórez Miranda.



Contenido

Introducción

¿Qué es el crimen represivo?

La nueva criminología

Colombia Proceso 8.000

La Guerra

Solución o círculo vicioso

A manera de conclusión

Bibliografía


Resumen


El autor analiza el fenómeno de las instituciones de autoayuda como estructuras sociales, en donde el crimen represivo cumple una función de enlace de retorno, que permite el acrecentamiento del poder económico y político a través de los partitos. El marco conceptual lo aporta, uno de los clásicos de la sociología política: el académico alemán Henner Hess. Quien insiste en la relación causal entre estructura social y crimen, de tal manera que el criminal no es un monstruo; sino un individuo adaptado a la sociedad en que vive.

A partir de este modelo de análisis interpreta el fenómeno de la mafia del narcotráfico, en su estrecha dependencia con la estructura socio-política colombiana. Omite algunos nombres propios, por razones de tipo legal y seguridad.





Palabras clave:

Mafia, Crimen, Subculturas, Omertá, Carteles, Violencia, Partitos





Introducción.

Para definir a una institución de autoayuda, responderé a las siguientes preguntas:

¿Qué?

Según sociólogos como Hess(1.970), las instituciones de autoayuda son organizaciones sociales, con estructura y función compleja de sus elementos.

¿ Para qué?

La función de estas instituciones es la conquista de posiciones de dominio social, político y económico.

¿ Por qué ?

La tesis en la que coinciden Hess(1.970),(Hosbawn, 1.969) y Betancourt(1.994 ), es que estos grupos, surgen en condiciones sociopolíticas caracterizadas por la incapacidad del Estado para ejercer el monopolio de la fuerza y llegar a sus gobernados con educación, salud y empleo.

¿Cuándo ?

Los mismos autores sostienen que éstas son un producto histórico. Porque nacen de la descomposición del régimen feudal, que despúes no se consolida como estado capitalista. Estado que en consecuencia es deficiente en sus funciones y anacrónico en su ideología.

¿ Dónde ?

Hess(1.970) estudió el fenómeno en Sicilia, comparándolo con sus descendiente en norteamérica. En Colombia(Betancourt, 1.994) analiza la mafia del narcotráfico, con base en las condiciones socio-económicas de cinco regiones: Costa Atlántica, Valle, Centro, Oriente y Antioquia.

¿Cuál ?

La mafia es la institución de autoayuda por antonomasia.Se considera una subcultura porque sus miembros rechazan las leyes y valores del estado, asumiendo códigos de honor y sistemas axiológicos propios.

¿ Cómo ?

La mafia se estructura a partir de las relaciones de parentesco y clientela. Estas redes penetran simbióticamente al aparato estatal, mediante los llamados "partitos", intersección entre la alta mafia(capos) y los detentadores del poder formal. Gracias a estas relaciones de partito y al ejercicio selectivo y sistemático de la violencia de las coscas , la mafia alcanza un poder enorme.

Acostumbrados a las películas de gangsters y al amarillismo de la prensa, siempre vemos al criminal como un monstruo. Un individuo que merece el repudio del la sociedad y un castigo ejemplar.Sin embargo, para la sociología sólo es un fenómeno digno de estudio y explicación. Lo importante para el sociólogo o antropólogo social, es entender la conducta del criminal como una función adaptada a una estructura social específica. Desde este punto de vista, el criminal es un equalizador social(la sociedad lo necesita), y la mafia no es una sociedad secreta, tampoco una institución ajena a las demás; es un método de ascenso social(Hess, 1.970).

Por otra parte, en los replanteamientos de la criminología moderna, la rebelión no es crimen; el crimen es rebelión. Y en este contexto, Hess advierte que en el interior de todo criminal hay un revolucionario.

¿ Qué es el crimen represivo ?

Crimen es la transgresión de las leyes expresadas en un sistema normativo, que expresa la voluntad del Estado como institución que ejerce el poder político a través de funciones administrativas, represivas, políticas y sociales. Además, subrayemos que aquella voluntad, es la de un clase específica: la clase social dominante, organizada en el Estado.

"El crimen represivo es probablemente tan viejo como el Derecho mismo. Desde que éste existe, es decir, desde que existe una colección de normas sociales codificadas como compromiso entre las partes que se disputan el producto excedente, se ha violado desde abajo, de forma rebelde, y desde arriba, de manera represiva.

Así, el crimen represivo va desde la represión política ilegal hasta el crimen económico, desde la lucha guerrillera y el robo hasta hechos que, como el crimen sexual, sólo suponen una rebelión muy mediatizada contra coacciones estructurales que estabilizan la distribución existente de los privilegios"(Hess, 1.970).

La nueva criminología.

La nueva criminología cuestiona el Derecho positivo, en virtud de su naturaleza clasista e interesada. Quienes legislan, lo hacen en función de los intereses socio-políticos de una clase social. Así, lo que menos defiende el Derecho es la justicia social, ya que mide con el mismo rasero, a individuos que son diferentes: no es lo mismo el delincuente de cuello blanco, que el atracador o raponero callejero.

El Derecho establece una coaccción estructural explícita, que determina la apropiación de la riqueza y el ejercicio de las posiciones de dominio. En una sociedad donde la aspiración de algunos individuos organizados es el ascenso social, la riqueza, y la conquista de un poder político cada vez mayor, la ley se convierte en un obstáculo, para ricos y pobres:

"Tanto el dominante como el dominado, el rico como el pobre, se ve motivado al crimen, puesto que el derecho limita la aspiración de ambos a aumentar estos bienes. Así pues, es el sistema de diferenciación social y de competencia por los bienes en el más amplio sentido, y no sólo, su falta de posesión lo que produce la criminalidad"(Hess, 1.970).

En consecuencia, el crimen es un fenómeno que surge de las contradicciones internas de una estructura social clasista. Y al menos en lo que tiene que ver con la relación mafia-Estado, ésta puede ir desde la coquetería hasta la guerra total. Pues hay hechos, que demuestran que mafia y estado cooptan para eliminar a otros sectores políticamente organizados, como los partidos de izquierda(Puzo, 2.002),(Hess,1.970),(Betancourt,1.994 ).

La novela "El Siciliano"de Mario Puzo describe esta situación, cuando en el climax de la trama, el estado, representado en el ministro Trezza, la mafia liderada por el capo Don Croce y los bandidos al mando de Salvatore Guliano, se alían para evitar que los socialistas lleguen al poder en aquellas elecciones de posguerra. En ese momento ocurre la masacre de Portelle de la Ginestre, donde una marcha del partido socialista es emboscada por los hombres de Guliano, con un saldo de varios muertos y heridos; entre los cuales había mujeres embarazadas, niños y ancianos. H. Hess cita este acontecimiento en su libro "Mafia y crimen represivo"(Hess, 1.970).

No es la primera vez que algo así ocurre; el exprimer ministro italiano Giulio Andreotti encomendó a las coscas de la mafia italiana, el asesinato del periodista Carmine Pecorelli, cuyo testimonio establecía la responsabilidad por negligencia de Andreotti en la ejecución de Aldo Moro, quien planteaba la inclusión de la izquierda en el gobierno.

Valga como ejercio de generalización, comparar estos hechos, con el ocurrido en Colombia, cuando sectores ultraderechistas del estado se alían con una facción de la mafia, la dirigida por "El Mexicano" en todo el Magdalena Medio, para eliminar a la Unión Patriótica.


Colombia, Proceso 8.000.

La simbiosis entre mafia y estado condujo a posiciones de poder tan grandes, que decidió el resultado de las elecciones presidenciales de 1.994, en las que sale victorioso Ernesto Samper Pizano, gracias a sus relaciones de partito con el cartel de Cali liderado por los hermanos Gilberto y Miguel Rodriguez Orejuela. Proceso en el cual descollan Santiago Medina y otros personajes, por su papel como chivos expiatorios. Sin embargo, como el mismo Samper lo dijera, este fenómeno es típico de estos procesos. Está documentado(Betancourt, 1.994 ), que él mismo recibió dinero del Cartel de Cali cuando era jefe de la campaña de Alfonso López M. Asimismo es importante recordar, que durante los gobiernos de Turbay y López, el lavado de activos fue una política de Estado, al crearse la ventanilla siniestra del Banco de la República.

En el mismo orden de ideas, todavía el coletazo del proceso 8.000 salpica a muchos sectores de la sociedad. La madre de Pablo Escobar, dice que si su hijo hubiese pagado en cheques, muchos miembros de las instituciones del Estado estarían tras las rejas(Salazar, 2.001 ).Tampoco se librarían algunos miembros del actual gobierno, cuyo nexo con el Cartel de Medellin está prolijamente documentado; verbigracia, el caso de un político que en ese entonces colaboró con "El Doctor" en el lanzamiento de su campaña "Medellín sin tugurios"(Castillo, 1.996 ).

La Guerra.

Después de cohabitar durante esos años con sectores del Estado, algunos miebros de la alta y baja mafia, son víctimas de la traición y comienza su extradición a los Estados Unidos. Lo que plantea el conflicto como un problema internacional en el que la potencia tiene el papel principal. Al igual que la mafia italoamericana, la colombiana establece sus redes de apoyo en norteamérica gracias a la migración de algunas familias de antioqueños a partir del año 65(Betancourt, 1.994).El contrabando y el tráfico de marihuana fueron experiencias que la mafia colombiana capitalizó, para establecer rutas estratégicas de distribución de cocaína por todo el mundo. En Colombia se produjo la mejor marihuana del mundo (Santa Marta Gold y Red Point) , gracias a la asesoría técnica de algunos agrónomos norteamericanos. Asimismo en el transporte aéreo de ésta, participaron pilotos veteranos de la guerra de Vietnam. Lo que sugiere el interés de los gringos en este próspero negocio.

Recordemos la famosa guerra del opio desatada por el Reino Unido, cuando esta potencia se convierte en el mayor productor y traficante mundial de opio, al abrir un gigantesco mercado en China. Tal vez el objetivo de los estadounidenses era adueñarse del mercado de la cocaína, y crear mercados en estos países. Hoy es una de sus guerras en el mundo; la fumigación a gran escala, la extradición, la ayuda militar y logística al Estado colombiano, conforman su estrategia del Plan Colombia. Nuestro país no es el mayor cultivador de coca del planeta; el primer y segundo lo tienen Bolivia y Perú. La mafia colombiana es especialista en el procesamiento de la pasta y el control de los mercados.La fumigación, el espionaje aéreo y satelital, plantean una estrategia contrainsurgente integral. Es más comprensible, la defensa de sus intereses, en especial la explotación del crudo colombiano. La verdadera amenaza la representan los grupos insurgentes que le disputan el poder al Estado, en muchas zonas ricas en hidrocarburos.

A la economía ilegal también la gobiernan oligopolios como los de la legal. Es intolerable que en un mundo gobernado por los monopolios de las potencias, haya lugar para los carteles cocaíneros de los colombianos.Tengamos en cuenta la participación de los gringos: el testimonio de Mermelstein, el hombre que hizo llover toneladas de cocaína sobre Estados Unidos y la financiación de muchas actividades de la CIA con las utilidades del tráfico.

Así como no se puede estigmatizar a los pobres y marginados como criminales, tampoco a etnias, nacionalidades y naciones como narcotraficantes. Los criminales están en todas las clases sociales, y los Estados criminales en todos los países.






















Solución o círculo vicioso.


El estado norteamericano propone como solución, la represión generalizada; pero según el análisis sociológico anterior y con pocos conocimientos de economía, caemos en la cuenta, de que estamos atrapados en el círculo vicioso perfecto. Con base en la ley de la oferta y la demanda, es un hecho que la fumigación de cultivos, la destrucción de laboratorios y el decomiso a gran escala, generan la escasez del producto, cuyo precio sube de inmediato. Un producto con altos precios en un mercado gigantesco, es un jugoso negocio que nadie está dispuesto a dejar, a menos que le ofrezcan otro más rentable.

Por otra parte, con fuerzas irregulares que financian la lucha contrainsurgente con narcodolares, es notoria la contradicción entre la política antinarcóticos y las actividades narcoeconómicas de la CIA y los grupos paramilitares.

En un negocio tan fabuloso, no hay capitalistas y anticapitalistas; sólo hay capitalistas, y las fronteras entre lo legal y lo ilegal son difusas. De tal manera que los discursos maniqueos de los gobernantes gringos como nacionales, son manifiesto de fariseos.

A manera de conclusión.

La naturaleza del crimen está relacionada con las estructuras de los sistemas sociales. Así que, tanto el crimen como sus agentes, actúan de manera funcional dentro de estas estructuras.

Las instituciones de autoayuda aparecen para satisfacer las necesidades de sectores de la sociedad, para quienes las vías legales de ascenso social están cerradas.

Estado y mafia cooptan cuando es necesario luchar contra un enemigo común, o llegar al poder a través del fraude electoral, ejemplo típico de crimen represivo.

Como negocio de alta rentabilidad, el tráfico de opiáceos y cocaína favorece tanto a las mafias como a los estados.

Referencias

Betancourt, Dario (1.994). Contrabandistas, marimberos y mafiosos. Bogotá: Terecer Mundo Editores.

Castillo, Fabio (1.996). Los nuevos jinetes de la cocaína. Bogotá : Editorial la Oveja Negra.

Hess, Henner (1.970). Mafia y crimen represivo. Madrid : Akal Editores.

Puzo, Mario (2.000).El Siciliano. Barcelona : Ediciones B.

Salazar, Alonso (2.001 ).La parábola de Pablo.Bogotá : Editorial Planeta.




Intercambiemos opiniones: Foro

Chateemos sobre mafia: Chat