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ACTUALIZADO: 09.29.2001 19:08:56 -0500

Análisis

Godofredo ViveY con ustedes, Buenaventura

Tres semanas antes de ser asesinado, Godofredo García Baca tuvo el disgusto de recibir a la minera Buenaventura, a la que expulsó violentamente de su propiedad. Medio año después, esa empresa busca penetrar en la zona rural más alejada de San Lorenzo, mientras la resistencia se concentra en las ciudades.

por Nelson Peñaherrera Castillo nelsonpenaherrera@journalist.com

NPC News Supply

Documentos en línea (formato JPG):

Carta que Godofredo García recibió de Buenaventura (proporcionado por AETS) (71 KB)

Carta que ha recibido el presidente de la comunidad de Malingas Alto por Buenaventura (68 KB)

Veintiún días antes de su asesinato, Godofredo García Baca se encontraba en compañía de uno de sus peones en su propiedad en Somate Bajo, Sullana. Entonces, una persona adulta, rozando los 40 años, se acercó tímidamente a entregarle un documento.

Cuando García Baca lo leyó, expulsó al mensajero en términos poco amistosos. Días después haría lo mismo con un grupo de personas que se identificaron como ‘ingenieros’, y que venían a explorar la zona para averiguar su potencial minero.

Habían tomado el nombre de su hermano, quien vive en la ciudad de Las Lomas (unos 100 km al norte de la ciudad de Piura), como referente de autorización para estar prácticamente dentro de la propiedad del fallecido líder pro agrícola.

Ni siquiera su hijo Ulises pudo penetrar más allá de su violenta reacción contra estos técnicos. De primera mano, se trataba de Compañía de Minas Buenaventura, una de las empresas del ramo más poderosas, al extremo que ha tenido el lujo de obtener una ADR en la Bolsa de Valores de Nueva York.

Con su asesinato, nunca se podrá saber nada más. "Era un nombre que se guardaba sus cosas", recordaría el hijo menor del líder, en una de las tantas entrevistas que sostuvo con NPC para averiguar la evolución del tema.

Seis meses después, hay un proceso en marcha, sin resultados.

"Ya sabemos quién es el asesino", dice Ulises, quien llegó a ser prohibido por el juez del caso, Juan Cajusol Acosta, de proveer información al respecto.

Para la semana que comienza, se espera que se haga una nueva reconstrucción de los hechos, esta vez con la presencia de la pastora de 13 años de edad, quien debió ver al presunto victimario de García Baca, cuando se sacaba un pasamontañas que traía puesto. La niña identificó al sujeto como Meléndez Zapata Atoche.

Aula del Club Shalom en Pueblo Libre de Malingas, dedicada a la memoria de Godofredo García Baca.

Expediente criminal

Con el correr de los meses, el interés de víctimas y medios de comunicación se volcó tras este sujeto de 22 años, contextura atlética, alto y de rasgos caucásicos. "Es común que en la zona de Lancones hasta toda esa parte [Somate] hayan ese tipo de personas", observó un antiguo vecino de los García Pérez.

Hay muchos registros de robo de ganado en la zona, que constituye el límite noroeste de la colonización San Lorenzo, la obra de ingeniería hidráulica y agrícola más notable de esta parte del continente, y que en cuatro décadas, borró un enorme desierto para constituir un magnífico valle frutícola y delicados ecosistemas basados en especies locales.

Los Zapata Atoche no registran en conjunto alguna denuncia por abigeato, sino por los desenlaces sangrientos en asaltos cometidos presuntamente por ellos, en un área de unos cuatro o cinco kilómetros a la redonda de su propiedad, ubicada inmediatamente al sur de la que perteneció a Godofredo García Baca.

El modus operandi siempre fue el mismo –al extremo que los afectados no dudaban en acusarlos de primera mano—, es decir, la interceptación del objetivo, el asalto a mano armada propiamente dicho (con un revólver calibre 35 en todos los casos), y a la mínima resistencia, no dudaban en disparar.

Podían actuar solos o en dúo. No se tiene registro si es que alguna vez, los tres actuaron juntos.

La familia de los Zapata Atoche, a pesar de todo, mostraba una coraza de pobreza. Según Ulises García, en más de una ocasión, su padre les socorrió económicamente; por lo tanto, sigue siendo inexplicable la razón por la cual, el menor hubiese querido atacarlo, si fue él.

Meléndez Zapata se ha declarado inocente del crimen. La ineficacia de la Policía, que en todo momento quiso inculpar a Ulises García, no ha aportado elementos suficientes para comprobar la veracidad de lo dicho.

Para quienes aún creen en la culpabilidad del presunto homicida, hay una prueba que, por fin, podría descartar o reforzar su tesis: una prueba de audio, a la que la defensa se ha opuesto rotundamente, es la clave actual. Debe conocerse esta semana.

"Acoso"

Cuatro meses y dieciocho días después de aquella primera comunicación, el Ing. Nelson Mejía Romero, geólogo de Buenaventura, notificó a Presentación Cárdenas Arévalo (foto de la izquierda), presidente de la Cooperativa Agraria Malingas Alto, que la empresa estaba realizando labores de "cateo y prospección minera" en la zona de Cerro Colorado, ubicado dentro de su comprensión.

"Nuestras actividades las desarrollamos en terrenos eriazos y donde hay afloramientos rocosos por lo cual podemos asegurarle a usted y a los miembros de su Cooperativa que no desarrollaremos trabajo alguno en tierras de cultivo", dice en una carta, fechada el 28 de agosto pasado.

La carta confirma que Buenaventura desde hace algún tiempo está operando en los caseríos de Miraflores Bajo y Totoral Alto. En el primero, una serie de pancartas con temas alusivos a la defensa medioambiental les recuerdan que no son bienvenidos, como en 1992, cuando intentaron realizar exploraciones similares.

"Somos respetuosos del medio ambiente y de las poblaciones que nos acogen", le dicen a Presentación Cárdenas, quien de tenderles manos y colaboración, sería incluido dentro de las "relaciones cordiales que generen beneficio para todos dentro de un ambiente de mutuo respeto".

A Godofredo García, le ofrecieron algo más: "Necesitaremos contar con la participación de miembros de la Comunidad [de Somate Bajo] que tengan interés en laborar con nosotros y ellos a su vez podrán mantenerlo informado de nuestras actividades", decía el Ing. Alberto Ríos Carranza.

A renglón seguido ofrecían no "causar molestias y muy por el contrario velar por el orden, tranquilidad, seguridad y protección del Medio Ambiente".

La diferencia entre ambas comunicaciones está en que mientras a Cárdenas sólo lo ponían al corriente de las actividades, a García solicitaban "humildemente... la respectiva autorización para poder realizar trabajos de mapeo y muestreo en las inmediaciones de la comunidad", a lo que el extinto productor agrícola se negó, y a lo que el humilde agricultor ha respondido en términos similares.

Hay un común denominador entre ambas comunicaciones: Francisco Bravo, el mensajero, quien vive en Las Lomas, y hasta hace unos días, era un cercano colaborador de Buenaventura.

La compañía minera ya tiene un campamento en esa ciudad, y ahora se ha dedicado a penetrar en todos los campos de la vida local, incluyendo los deportes, y aprovechando que la gente está distraída con Manhattan Minerals.

Hasta en dos ocasiones, Bravo buscó a Cárdenas. "La verdad, yo ya me les escondía, porque iban a cada rato, y le decía a mi mujer ‘diles que no estoy’".

El dirigente comunal basa su negativa en los mismos principios que García Baca, la contaminación del valle y el medio ambiente circundante por la presencia de principios activos y productos tóxicos que la tierra guarda en sus entrañas o que podrían producirse durante la primera obtención del mineral ya extraído.

Las visitas no quedaron ahí. En lo que Cárdenas describe como "una especie de acoso", fue requerido varias veces por personal de la empresa, pidiéndole reúna a la comunidad para explicar su presencia y solicitar su apoyo.

Incluso en dos oportunidades, llegaron a su casa dos jóvenes en bicicleta pidiéndole insistentemente algunos padrones de firmas. Fuentes de NPC factortierra identificaron a ambos como Raymundo y Teddy Juárez, dos hermanos que viven en la comunidad de Tejedores Bajo, y trabajaron para la empresa, que los "enganchó" cuando hace tres años establecieron una suerte de campamento en la zona.

Los hermanos Juárez fueron a trabajar a Las Lomas y mejoraron temporalmente su situación económica, hasta que la empresa ya no requirió sus servicios. Sobre Francisco Bravo, fuentes de NPC en Las Lomas, sostienen que decidió romper palitos con Buenaventura por motivos económicos.

Pasó medio año

Seis meses después que Godofredo García Baca fuera asesinado de un certero balazo en el corazón, Presentación Cárdenas está aceptando reunirse con la minera y la comunidad, en el caserío de Monteverde Alto (aseguró que le dirá "no").

Por su parte, Manhattan se ha mudado de Piura a la vecina Castilla. En la urbanización Miraflores han alquilado un inmueble de dos pisos para labores administrativas y residencia de algún personal.

Mientras las labores de resistencia muestran su solidaridad con Tambogrande y Las Lomas, y motivan que todos los viernes al anochecer, piuranos y piuranas detengan el tránsito peatonal para explicar el caso Tambogrande, desbarajuste del que culpan al actual gobierno que sigue con las mismas políticas aplicadas por Fujimori.

La gente se detiene para escuchar, convencerse, contradecir o notificar descaradamente a Seguridad del Estado en las narices de los manifestantes, quienes no temen la reciente ley gubernamental que prohibe manifestaciones públicas que incluyan toma de locales, rehenes o bloqueos de carreteras. Tampoco temen a los espías.

La mayor parte de la audiencia son personas de clase media. La inexistente clase alta piurana frunce la nariz, "ah, lo de la Manhattan". Por ahí aparece una profesora de Asuntos Mundiales de Toronto, Canadá, quien nos solicita información, en inglés. Intercambio de teléfonos y correos electrónicos.

Hay solidaridad con el Arzobispo Óscar Cantuarias, tachado por el empresario Arturo Woodman –"que es de Piura, pero no vive en Piura"—como "pseudo-líder" en el caso Tambogrande. "Deberían excomulgarlo", dice una anciana visiblemente no familiarizada con el tema.

A las nueve de la noche se acaba todo, y las pancartas, planillones y pegatinas con "No a la Mina" regresan a la misma camioneta blanca donde un 31 de marzo fuera asesinado García Baca, y que fuera utilizada por él para fustigar a Manhattan, para advertir la aparición de Buenaventura, para exigir que las autoridades cerraran filas a favor de la agricultura como actividad sustentable, para pedirle al pueblo que no desmaye.

Si la camioneta hablara, nos ayudaría a resolver en algo el crimen, pues para un excelente equipo de investigadores criminales (se buscan) el vehículo podría seguir guardando claves. Y es que cuando las personas no quieren hablar –bendita tecnología—son los aparatos los que terminan delantándonos... especialmente cuando un asesino extravía algo de mucha utilidad y cae en manos inesperadas.

NPC Tambogrande y AETS contribuyeron en la realización de este informe. Para contribuir en las labores de resistencia y obtener información de primera mano, puede escribir a los organizadores de la campaña Godofredo Vive, una iniciativa auspiciada por NPC Internet y ecologiaaldia.com, en godofredovive@yahoo.com  ©2001 NPC

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