Actualizado
el lunes, 12 de mayo de 2003 12:22:20 -0500
Corto
circuito
Manhattan
ya se está beneficiando de ciertas licencias, en
perjuicio de la población peruana, incluso antes de que
saque un solo gramo de tierra de Tambogrande. Pero el
verdadero ganador podría ser Buenaventura.
Redacción
factortierra

Es
mentira que el proyecto minero en Tambogrande traiga
prosperidad a la región Piura. Al contrario,
incrementará las cuentas de electricidad de casi 3,5
millones de usuarios del servicio electrico a escala
nacional.
Una
resolución del gobierno mediante Osinerg (sitio
web), la agencia especializada en supervisar (¿?)
las inversiones eléctricas en Perú, establece que
desde este mes y hasta noviembre, la tarifa en barra de
la energía eléctrica debe incrementarse en 2,2 por
ciento.
Las
causantes de este perjuicio al bolsillo de los peruanos
son nada menos que los proyectos mineros Tambo Grande,
de propiedad de Manhattan Minerals (sitio
web), y La Zanja, de la no menos famosa Buenaventura
(sitio
web).
Una
entrevista de Margarita Rosa Vega de El Tiempo (sitio
web) al congresista Johny Peralta deja entrever que
el incremento responde a una posible aprobación del
Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de la empresa minera.
El punto es que el incremento se ha realizado incluso
antes de la aprobación y de las operaciones.
¿Otro
Quellaveco? |
De
aceptarse la demanda de energía del Proyecto
Minero Tambo Grande, afectaría económicamente
a los 3,5 millones de usuarios por el incremento
de las tarifas eléctricas que se estarían
cobrando con anticipación al inicio del
proyecto, aún incluso antes de haberse aprobado
oficialmente el EIA, salvo que esta carta esté
debajo de la mesa.
Esta
misma situación pasaron los 3,5 millones de
usuarios durante cinco años, al incluirse
siempre el proyecto minero de Quellaveco, el
mismo que se ha retirado recién este año. ¿Cuánto
generaron las empresas generadoras de energía
con este proyecto ficticio? Tendría que hacerse
una seria investigación y solicitar la devolución
de ese incremento.
(Margarita
Rosa Vega) |
Manhattan
anunció que necesitará entre 15 a 16,5 megawatts entre
el primer trimestre de 2004
y finales de 2007, y entre 35 a 40 megawatts
entre el primer trimestre de 2008 y fines de 2015,
aunque esto último aún no se ha confirmado.
“No
es posible que se engañe a las instituciones y
representantes llevándolos a participar en reuniones
para tratar un tema que aparentemente ya está
resuelto”, le dijo Peralta a Margarita Vega.
Y
es que según el congresista, “el proceso del proyecto
minero, desde su inicio, está plagado de
informalidades”. De hecho, no sólo hay eso sino
expresas torceduras legales para favorecer a
Manhattan... o a quien venga detrás de ella.
El
reloj del MEM
Ante
los ojos de un profano, técnicamente todos los plazos
siguen el curso legal (ver gráfico al inicio). Pero
como las apariencias engañan, la Mesa Técnica de Apoyo
a Tambogrande decidió ver qué había entre líneas.
Como
se sabe, Manhattan presenta su EIA el 9 de diciembre de
2002. desde ese momento corren 120 días calendario para
que el Ministerio de Energía y Minas (MEM, sitio
web) lo revise, antes de la realización de los
talleres que manda la ley para que la población conozca
y presente observaciones al proyecto, si las hubiera.
Es
necesario recordar que en Perú, la aprobación de los
EIA, y en consecuencia la luz verde para la ejecución
de los proyectos mineros, es otorgada por la Dirección
Nacional de Minería. Los talleres y audiencias son
meros formalismos de participación ciudadana, pues allí
no se decide nada, sólo se informa.
El
plazo debió vencerse la primera semana de abril, pero a
sólo 28 días de iniciado el proceso, el 7 de enero
pasado, el MEM suspendió el plazo debido a que el EIA
estaba incompleto y tenía partes escritas en inglés,
cuando el íntegro debía estar en español.
Aparentemente,
se actuó como es debido. De hecho la Mesa Técnica
sostiene que hasta allí todo iría sobre ruedas.
El
22 de abril pasado, se reanudó la cuenta regresiva.
Casi al mismo tiempo, fuentes de la Mesa informaron que
Manhattan tenía pensado realizar diez talleres de
información, y casi cerca, el 2 de mayo pasado, se
realizó la frustrada mesa de diálogo en Piura y
Tambogrande.
Ahora,
el Frente de Defensa del Valle de San Lorenzo y
Tambogrande (sitio
web) piensa que el hecho que la reunión no se haya
dado, era lo mejor.
Lo
que se viene
El
24 de julio próximo el MEM debe emitir la resolución
que apruebe o desapruebe el EIA. Recuerde que no existen
registros de EIA de proyectos mineros metálicos
desaprobados. Si la oficina no se pronunciara, se da por
sentada la aprobación debido a un procedimiento llamado
“silencio administrativo positivo”.
Éste
consiste en solicitar a una dependencia gubernamental
alguna acción en particular. La dependencia está
obligada a responder en un plazo de 30 días calendario.
Si en ese lapso no se hubiera emitido ninguna resolución
se asume que ésta se aprobó.
Los
abogados de la Mesa Técnica, en la ciudad de Lima,
dicen que ya están realizando gestiones para anular esa
aprobación, pues sospechan que el MEM se aprovechará
de esta ‘solución’ legal. Esa actitud podría
perjudicar a Manhattan por varios vacíos y vicios
legales en el proceso.
La
Mesa ya había presentado un Recurso de Apelación
cuando se observó los errores del
EIA de Manhattan en enero (y aún lo siguen
revisando), y el MEM les respondió negativamente. Ahora
están intentando cortarle paso al documento mediante
Procesos Administrativos.
A
pesar de todo, en sólo dos semanas ya deben aparecer
los primeros anuncios de convocatoria a las audiencias públicas,
y el 4 de julio debe realizarse la primera. La ley no
establece cuántas pueden ser. Otro detalle es que para
entonces, técnicamente, el EIA todavía no estará
aprobado o desaprobado.
De
allí, hasta el 19 de julio habrá plazo para presentar
las observaciones al EIA, que es lo único que hará la
población aparte de sentarse a escuchar y opinar. No
hay poder de decisión. La empresa minera tiene treinta
días para responder a las observaciones, siendo el
plazo final el 20 de octubre.
El
19 de noviembre, el MEM tendrá la última palabra.
“Manhattan
se juega la vida”
Piensa
mal y acertarás, parece decir Juan Aste, del Grupo de
Estudios Económicos ECO, también parte de la Mesa.
Él
sospecha que el aparente interés de la Defensoría del
Pueblo (sitio
web) por el caso de las firmas presuntamente
falsificadas por la Coordinadora para el Desarrollo de
Tambogrande, se debe a la necesidad de crear un
escenario de estabilidad política, pues el objetivo es
realizar las audiencias y los talleres en el mismo
Tambogrande.
“Manhattan
se juega la vida en Tambogrande”, dice Aste. Por eso,
el tema de las firmas lo estarían manejando con pinzas,
pues si esto llegara a oídos de sus accionistas en
Toronto, la corrida financiera en contra de la empresa
sería un hecho.
Por
ahora, la empresa goza de relativa buena salud, pero un
desplome en el valor de sus acciones la destruiría
desde las bases. Fuentes de factortierra cercanas
a la empresa sugieren que la orden es que la
Coordinadora ya no diga nada sobre las firmas, por temor
a que esto salga a la luz y termine perjudicando a la
empresa.
Mas
bien, la estrategia parece ser seguir inundando de
panfletos llenos de chismes en Tambogrande, y hacer
pelear a todo el mundo a través de ciertos dirigentes
políticos, con tal de que el tema de las firmas quede
en segundo plano.
Adicionalmente,
según Juan Aste, la Sociedad Nacional de Minería está
realizando lobbies con el Gobierno para
incrementar el Canon Minero a los gobiernos regionales y
locales, con la finalidad de ganar amigos a la hora de
obtener respaldos.
Aste
y la Mesa Técnica piensan que aquí el problema no es
Manhattan (“Buenaventura es la actúa detrás de
Manhattan”, dice) sino el Gobierno que necesita
pegarse a las empresas mineras para crecer y tener caja.
El perjuicio ya no sólo es para Tambogrande: se
extiende a todo el departamento de Piura.
“Buenaventura
se consolida en los páramos de Ayabaca, y el Gobierno
quiere aprobar el proyecto sí o sí; a la larga, el
Gobierno le daría el proyecto a Buenaventura”,
sostiene, lo que de ser correcto, implicaría que al
menos la tercera parte de la superficie departamental
(estimada en unos 27 mil metros cuadrados) estaría bajo
dominio de esa empresa minera.
“El
Gobierno irá con todo a la aprobación”, asevera.
Tan
pobres como siempre
“De
lo que sí estoy seguro es que se están forzando los
procedimientos, cambiando las leyes y las normas”,
sostuvo Johny Peralta en la entrevista hecha por
Margarita Rosa Vega de El Tiempo. Él piensa que
se está pensando en atraer a la inversión extranjera
sin tomar en cuenta la estabilidad jurídica social.
El
2 de junio de 2002, hace casi un año, la población de
Tambogrande acudió voluntaria y mayoritariamente a las
urnas para decir que no deseaban el modelo de desarrollo
minero. Pero el Gobierno no ha querido reconocer ni
mucho menos vincular el resultado al proceso. Nueve por
cada diez dijeron NO a la Minería.
De
la misma manera, el Gobierno pretende hacer y deshacer
sin tener en cuenta la voluntad de la gente.
“Lo
que ahora me queda claro es que después de tantas
toneladas de minerales que han salido del país seguimos
tan pobres y endeudados como antes”, dice el
congresista Peralta.
Con
informaciones del diario El
Tiempo de Piura y El
Heraldo Verde en Tambogrande.
©2003
factortierra, una división NPC, excepto la cita de
Margarita Rosa Vega que es ©2003 Diario El Tiempo
S.A.C. |