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En un discurso a los graduados en una Universidad, hace varios años, el ex CEO de Coca Cola, Bryan Dyson, habló sobre la relación entre el trabajo y
otros compromisos.
Imaginen la vida como un juego en el que ustedes hacen malabarismos con cinco bolas que arrojan al aire. Son el trabajo, la familia, la salud, los
amigos y el espíritu. Pronto se darán cuenta de que el trabajo es una bola
de goma. Si se cae, rebota. Pero las otras cuatro bolas: familia, salud,
amigos y espíritu, son de vidrio.
Si se deja caer una de esas, va a quedar
irrevocablemente dañada, rayada, rajada o rota. Nunca volverán a ser las
mismas. Compréndanlo y busquen el equilibrio en la vida. Cómo? No
disminuyan su propio valor comparándose con otros. Es porque somos todos
diferentes que cada uno de nosotros es especial.
No fijen sus objetivos en
razón de lo que otros consideran importante. Sólo ustedes están en
condiciones de elegir lo que es mejor para ustedes. No den por supuestas
las cosas más queridas por su corazón. Apéguense a ellas como a la vida
misma., porque sin ellas la vida carece de sentido.
No dejen que la vida se
les escurra entre los dedos por vivir en el pasado o para el futuro. Si
viven un día a la vez, vivirán TODOS los días de su vida. No abandonen
cuando todavía son capaces de un esfuerzo más. Nada termina hasta el
momento en que uno deja de intentar.
No teman admitir que no son perfectos.
Ese es el frágil hilo que nos mantiene unidos. No teman enfrentar riesgos.
Es corriendo riesgos que aprendemos a ser valientes. No excluyan de sus
vidas al amor diciendo que no se lo puede encontrar. La mejor forma de
recibir amor es darlo; la forma más rápida de quedarse sin amor es
aferrarlo demasiado; y la mejor forma de mantener el amor el darle alas.
No
corran tanto por la vida que lleguen a olvidar no sólo donde han estado
sino también a dónde van. No olviden que la mayor necesidad emocional de
una persona es la de sentirse apreciado. No teman aprender. El conocimiento
es liviano, es un tesoro que se lleva fácilmente.
No usen imprudentemente
el tiempo o las palabras. No se pueden recuperar. La vida no es una
carrera, sino un viaje que debe ser disfrutado a cada paso. El Ayer es
historia, el Mañana es Misterio y el Hoy es un regalo: por eso se lo llama
"el Presente".
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