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Llega una señora a conversar con el padre Juan.
-"Padre, tengo un problema!"
-"Dime, ¿Cuál es tu problema, hija?"
-"Fíjese padre que tengo dos loritas, muy bonitas,pero que lo único que
saben decir es: 'Hola somos prostitutas, ¿quieres divertirte un rato?'
Le contesta el padre:
-"Eso está muy mal hija, pero le propongo algo. Yo tengo un par de
pericos a los que he enseñado a leer la Biblia y a
rezar; tráigame sus loritas, las ponemos en la misma jaula con mis pericos
y ellos les enseñarán a rezar y leer la Biblia, y así se les quitará lo
mal hablado."
La señora, encantada con la idea, lleva las loritas al día siguiente.
Al llegar con las loritas ve que los pericos del padre están en su jaula
concentrados rezando el rosario.
Meten a las loritas a la jaula y fieles a su costumbre, éstas dicen:
-"Hola somos prostitutas, ¿quieres divertirte un rato?"
Y contesta uno de los pericos del padre Juan:
-"Hermano, guarda los rosarios y cierra la Biblia... Nuestras oraciones
han sido escuchadas, ¡¡LLEGARON LAS PUTAS!!"
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