La Navidad | ||
La época del año que conocemos como Navidad ha tenido una gran importancia a lo largo de la historia de la Humanidad. Para las antiguas grandes culturas este período del año que corresponde al solsticio de invierno en el hemisferio norte tenía un significado muy especial: Simbolizaba el nacimiento de la Luz, marcado en el cielo por el inicio del camino que recorre el sol año tras año. Para nuestros hermanos de la antigüedad esto simbolizaba el inicio de un nuevo ciclo de la Luz Mayor o Luz Divina, y es por eso que numerosos "dioses" de las mitologías antiguas nacieron el 25 de Diciembre. A esta Luz Mayor se le ha llamado de muchas formas: los egipcios la llamaron Ra y también Atón, los zoroastrianos la llamaron Aura Mazda, los hindúes la llamaron Nirvana por sólo citar algunos nombres. Actualmente se le llama Yo Soy, Consciencia Cósmica, etc.; los cristianos le llamamos el Espíritu Santo. Nuestros antepasados escogieron esta época del año para celebrar el nacimiento de la Luz Mayor porque notaron que esta época es especialmente favorable para entregarse a la meditación, la oración y la contemplación. Actualmente, los cristianos celebramos en estas fechas el nacimiento del Maestro de Maestros: Jesús, El Cristo. Aunque hay controversia sobre si el Maestro Jesús nació o no en esta época del año, y se afirma que los padres de la iglesia fijaron deliberadamente su nacimiento en la noche del 24 de Diciembre, es mi humilde opinión que no se pudo elegir mejor fecha para celebrar la llegada del Maestro Jesús a la Tierra, porque si nuestros antepasados, antes de Él, celebraban la llegada de la Luz en esos días, con cuánta más razón debemos celebrar nosotros, los actuales cristianos, su llegada a este mundo, pues ningún otro ser que haya pisado la Tierra ha sido tan digno y perfecto Portador de la Luz Mayor, Espíritu Santo, Yo Soy, Consciencia Cósmica, o como sea que le llamemos a este atributo de Dios. Por lo anterior, los invito a aprovechar el influjo espiritual de estos días para orar o meditar, para mandar nuestros mejores pensamientos de Paz, Armonía, Bondad, Salud, etc. hacia toda la humanidad a fin de reforzar el lazo de Luz, de Vida y de Amor que Dios, a través del Maestro Jesús, ha obsequiado a la humanidad. ¡Feliz Navidad! |