El sentido de las cosas
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En una ciudad, a unos hombres que labraban la piedra en una plaza, les preguntaron un día:
- Tú, ¿qué haces?
Aquí esta el secreto más profundo para saber si la vida la vivimos nosotros gozosamente o si la amargura nos envuelve en lo que realizamos.
Podemos picar piedras todos los días. Podemos acudir a nuestros trabajos moviéndonos como autómatas. Podemos fatigarnos procurando el dinero o el pan de nuestros hijos. Podemos vivir neuróticamente creyendo que nuestras metas son las cuentas bancarias y las inversiones.
Sí. Podemos "sobrevivir" de ese modo. Pero permanentemente nos estaremos estrellando contra una roca que nos despedaza. Y además, una sensación de vacío habitará en nuestro interior.
La sabiduría de la vida está precisamente en tener el gozo de "construir una catedral", de tener proyectos y sueños amplios, de trascender a lo cotidiano. Cada hombre debe soñar un proyecto de vida, y no desmayar hasta que ese proyecto se realice. Convendría que cada uno de nosotros diariamente pudiera responder a esa pregunta: ¿Tú, qué haces? De nuestra respuesta depende el gozo o la tristeza con que vivamos.
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