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Literatura Sección de Libros Manual del Perfecto Idiota Latinoamericano (1996) Fabricantes de Miseria (2001) Carlos Alberto Montaner, Plinio
Apuleyo Mendoza, Mario Vargas Llosa Bien sabemos que los
críticos más certeros de la izquierda suelen ser aquellos que alguna vez
militaron en ella, y más aún si repasan aquel momento con humorismo en vez de
amargura. Es el caso de estos tres escritores pertenecientes a generaciones
distintas: Montaner recibió con júbilo la llegada de los barbudos a La Habana
en 1959 hasta que huyó cuando el castrismo comenzó a mostrar su verdadera
fachada; Plinio Apuleyo Mendoza confiesa que él mismo fue "compañero de
viaje" de las aventuras soviéticas en América Latina --incluso viajó a
esa extinta república en los años cincuenta con Gabriel García Márquez--
mientras que Vargas Llosa hijo escribió varios textos que apoyaban a la
guerrilla salvadoreña durante sus años de estudio en Princeton. El desencanto
le llegó a los tres en diferentes etapas y eso es lo que hace más interesante
al libro. El problema --lo recalcan los autores varias veces-- es que queda
muchísima gente que aún no ha despertado de ese sueño socialista-comunista
que apropiadamente alguien llamó "opio de los intelectuales". Manual del Perfecto Idiota Latinoamericano es el primero de dos tomos que cubren una corriente de pensamiento a
la cual debemos mucho de nuestro atraso. El libro también propone un debate
de ideas entre la realidad y las ideas de nuestra izquierda invariablemente
atoradas en el idealismo, la utopía y una obsesión paralizante con ese Pasado
Glorioso que abarca las revoluciones mexicana y cubana, el peronismo, la
inepta y corruptísima dictadura velasquista en El Perú, así como el capítulo
"El Idiota Tiene Amigos" donde nos habla de esos periodistas y
académicos con cómodos cubículos y oficinas en Estados Unidos y Europa que
vieron primero en Sierra Maestra y luego en la selva lacandona a los
liberadores del yugo imperialista. Lo interesante es cómo Montaner, Apuleyo Mendoza y Vargas Llosa
abarcan estos temas, siempre con humorismo que dista mucho de esos textos
planos, llenos de amargura y quejumbre con los cuales la izquierda
continental suele atosigarnos (en tal sentido Las Venas Abiertas de
América Latina de Eduardo Galeano recibe aquí doble mención). El libro
cierra con el capítulo "10 libros que conmovieron al idota latinoamericano",
redactado por Vargas Llosa y del cual todos los textos la mayoría de los textos
fueron publicados por autores nacidos en este continente. Lo que hace aun más
jocoso a este capítulo es que estos fueron los libros que, con rostro adusto,
alguna vez nos han recomendado un amigo, conocido, maestro... ¿a quién no se
nos ha advertido de la perfidia imperialista que denuncia Para Leer al
pato Donald, de Dorfman y Mattelart? Una objeción que podríamos darle al Manual del Perfecto Idiota fue
su incorrecta interpretación del futuro: fue escrito en 1996 cuando se creía
que América Latina avanzaba, lenta pero decididamente, hacia una economía de
mercado. No se previó el regreso del populismo más acartonado ni la izquierda
más retrógrada de Hugo Chávez, Evo Morales ni Andrés López. Hoy día, con las
privatizaciones detenidas en casi todos nuestros países y en medio de una
corriente anticapitalista exacerbada por el 11-S, muchas predicciones aquí
incluidas resultaron fallidas. Pero eso no quita méritos ni aplausos al Manual
del Perfecto Idiota. La mayoría de sus capítulos no pierden actualidad. Unos años después apareció Fabricantes de Miseria, donde los
tres autores desglosan a esos personajes quienes, escudados en banderas
antiimperialistas y ultranacionalistas han sumido a Latinoamérica en la
pobreza que actualmente sufre la región. Aquí están no sólo los políticos -ellos
abren el libro—sino también los curas, no sólo los teólogos de la liberación,
los sindicatos, los intelectuales y los empresarios mercantilistas. El capítulo sobre nuestra intelligentsia quizá sea el más
sabroso: la mayoría eran (son) indigenistas de origen claramente criollo y con
una abyección al poder que provoca pasmo, como ocurrió con el nicaragüense
Rubén Darío quien sin rubor alguno escribió loas a dictadores de signo
contrario, o Nicolas Guillén, absorbido por un castrismo que terminó
esclavizando a los intelectuales cubanos (claro, esclavizándolos mediante
canonjías). Lo que falta a Fabricantes de Miseria es el humor, mismo que derrama
el Manual, como si a los autores se les hubiera advertido que, en estos
tiempos "políticamente correctos", la palabra “idiota" fuera
censurada por quienes carecen de buen humor, lo que convierte al libro en un
texto académico, y a ratos tedioso, y si bien es más contemporáneo que su
antecesor, no ha envejecido con igual gracia. Es un libro magnífico pero que
palidece ante el ingenio de la primera parte. Los tres autores han continuado escribiendo; el más prolífico es Montaner,
Vargas Llosa vive en Miami y ha bajado un poco su ritmo mientras que Plinio
Apuleyo es embajador de Colombia en Portugal. Se ha rumorado bastante la
salida de un tercer tomo pero nada se ha materializado. Mientras tanto podemos releer el Manual del Perfecto Idiota Latinoamericano
y dejar ir algunas carcajadas. Si bien sus predicciones resultaron frustradas,
su esencia ha mejorado con los años. |