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I.E.S."CORTADURA" (CÁDIZ)

EDUCACIÓN FÍSICA DE 1º DE BACHILLERATO

Profesores: Manuel Almisas Albéndiz e Iñaki Lekue Sierra

UNIDAD DIDÁCTICA DE MASAJE

"Las manos. El secreto está en ellas. Qué expresivas sobre la mente ajena, sobre el cuello, los hombros, el brazo, la cintura... Pero hemos rebajado la caricia al masaje. Acaso porque, pagando, nos da menos vergüenza que alguien nos aborde y roce nuestros límites. Olvidamos que nacemos envueltos en la piel, expuestos dentro de ella; que padecemos hambre y sed de piel... En el Tercer Mundo (qué risible ufanía la que distribuye el ordinal) aún se toca la gente sin precisar la excusa del amor: van los hombres del brazo, cogidos de las manos, enlazados los dedos, por la calle. No temen la ternura. Se encuentran con júbilo, se besan, se oprimen uno al otro, se miran y vuelven a oprimirse." (Antonio Gala, "Dedicado a Tobías. La caricia").

En esta Unidad Didáctica se proponen una serie de técnicas que, ante todo, constituyen una forma de comunicación no-verbal y de expresión (corporal). Hoy día nadie puede dudar que un masaje puede ser un excelente medio de comunicación e intercambio. A través del tacto podemos conocernos mejor y también conocer mejor a quien nos dé o reciba el masaje; con ello se establece una relación de intercambio expresivo, sensible y desinteresado.

La madurez del alumno de 1º de Bachillerato, junto con el conocimiento de unas sencillas técnicas, puede hacer que, rechazando el puritanismo de nuestra sociedad (que tan a menudo hace que nos sintamos torpes ante esta comunicación a través del tacto), se vayan construyendo formas de comunicación profunda con el otro.

El masaje puede ser curativo, preventivo, relajante o sensual, pero, ante todo, debe ser COMUNICACIÓN VITAL. Y este tipo de contenidos se echa mucho de menos en la enseñanza oficial que impartimos en los centros educativos, donde casi todo confluye en hacer del alumno un ser aislado, egoista, introvertido, obsesionado con el estudio individualista (yo-libro) y donde el otro no existe (cuando no es considerado un enemigo en la carrera por la calificación más elevada).

Estas páginas no pretenden ser un manual. Su objetivo es ofrecer movimientos muy simples y sencillos que sirvan como punto de partida para completar por aquellos que quieran seguir practicando esta actividad y desarrollarla más en profundidad. También se deja libertad a que todo aquel que se adentre en este campo pueda "inventar" sus propios toques, siempre que enriquezca la comunicación que establezca con el otro.

Por último, dejar sentado que en estas páginas faltan zonas corporales muy importantes (piernas, pecho y abdomen, nalgas), pero que, obviamente, no pueden estar al alcance de unas sesiones escolares, aunque sea a nivel de Bachillerato. Con lo aquí aprendido y practicado, y con ayuda de la bibliografía propuesta, estamos seguros de que no será dificil completar lo aquí expuesto.

- Comunicarnos de forma no-verbal, mostrando el necesario respeto por el compañero.

- Hacer del masaje y la relajación unos elementos vitales para combatir el estrés que genera nuestra sociedad.

En los últimos años, Occidente ha redescubierto una técnica conocida desde hace más de 3000 años en Egipto, en la India, en China, en el Tíbet y en Japón, en donde constituye el fundamento de la medicina tradicional. Ejemplos conocidos de su aplicación son el libro blanco del KONG-FOU (2700 a.c.) o el libro de LAS VEDAS DE LA INDIA (1800 a.c.).

El masaje es tan antiguo como el mundo. Se sabe que los griegos lo practicaban ya 500 años antes de nuestra era con la intención de alargar la vida a los ancianos, y que era el tratamiento favorito de Hipócrates (450 a.c.) quien recomendaba, por ejemplo, la fricción sobre las articulaciones en caso de rigidez o el masaje abdominal en forma de fricciones, contra el estreñimiento. Tenemos noticias demostrables de la practica del masaje remontable a varios siglos antes de nuestra era. Lógicamente que se realizaban de una manera instintiva, pero siempre con fines curativos. Ya en los tiempos prehoméricos debía conocerse la práctica del masaje, porque en la Odisea se describe que Telémaco, hijo de Ulises, recibió masaje de Policastro, hija de Nestor. En la Roma imperial, el masaje era terapéutico y lúdico a la vez; Julio Cesar hacía que cada día le dieran un masaje con aceite de oliva para así aliviar la neuralgia que padecía. Sin embargo, con el cristianismo y en la Edad Media, el masaje pasó al olvido en Occidente. Su visión de la vida implicaba una importante renuncia a lo material, con reticencias hacia los cuidados corporales. Con el Renacimiento las prácticas higienistas y preventivas vuelven a emerger notablemente. Se sabe que en 1566, Maria Estuardo de Inglaterra es salvada del tifus gracias al masaje. En el siglo XVIII el francés MESSMER se apoyó en el masaje para sus técnicas curativas a través del magnetismo. Pero no fue hasta finales del siglo XIX cuando se desarrolla en Suecia las grandes escuelas del masaje. Lo que se ha dado en llamar "masaje sueco", no es más que un conjunto de técnicas inspiradas en los masajes tradicionales de China, Grecia o Egipto, con un acento especialmente rehabilitador, terapéutico o higiénico.

JUAM JORGE MEZGER (Amsterdam,1839-1909) fue el pionero del masaje científico en Europa, ya que lo aplicaba a la medicina, tal como lo promulga en su tesis doctoral "Tratamiento de las luxaciones articulares por medio del masaje". En la fundamentación que hace del masaje científico, distinge unas maniobras muy concretas: FRICCIONES, AMASAMIENTO, SOBO Y GOLPETEO. El doctor KELLOG estudió el masaje chino y japonés y más tarde lo introdujo en EE.UU., empleando el masaje junto a la hidroterapia en el tratamiento de la parálisis infantil. No obstante, debemos concretar que es entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX, cuando se estudian las bases fisiológicas, así como las técnicas y manipulaciones precisas para cada caso. Llevando, lógicamente, todo ello a tener muy en cuenta las posibles consecuencias negativas que pudieran surgir de un tratamiento indebido.

Actualmente se pueden distinguir distintos tipos de masajes: el masaje sensitivo, desarrollado en California en los años 60, también llamado masaje Esalen o masaje relajador; el shiatsu, o especie de digitopuntura de tipo oriental que presiona sobre determinados puntos de energía; el masaje terapéutico, reparador, enfocado a combatir desequilibrios orgánicos (artrosis, celulitis, arteriosclerosis,...) y a tratar la mejor recuperación de determinadas lesiones óseas y musculares: es el fruto de las corrientes de masaje sueca, alemana y francesa; la reflexoterapia, basada en la manipulación de las zonas reflejas a nivel de los pies; el automasaje, etc...

Además de los indudables efectos que produce el masaje en el plano afectivo, como comunicación y como medio de relajación y equilibrio interior, estos otros efectos no deben ignorarse:

SISTEMA NERVIOSO: El masaje actúa sobre los nervios periféricos haciendo más rápida la regeneración celular del tejido que inervan.

CIRCULACIÓN SANGUÍNEA: El masaje provoca una mayor rapidez en la circulación sanguínea e incluso la obligamos a pasar por zonas que, por diferentes causas, su paso es deficiente.

CIRCULACIÓN LINFÁTICA: Sabiendo la función que la linfa representa en nuestro organismo, como "sistema natural de limpieza", fácil es de entender la acción que el masaje ejerce sobre la linfa. Provocamos una mayor fuerza en su recorrido, que es mucho mas lento que el sanguíneo, y estimulamos la función de los ganglios linfáticos.

TEJIDO MUSCULAR: El masaje aumenta su vascularización y eleva su temperatura. Al amasar una porción muscular, obligamos a vaciar de sangre la zona que estamos tratando y en el momento que soltamos la masa muscular, entra sangre nueva, oxigenada, nutriéndolo de tal manera que impide o disminuye su distrofia. También con el masaje disminuye, en gran manera, la sensación de cansancio que pueda tener el paciente, mejorando su capacidad deportiva, su capacidad de trabajo, etc...

TEJIDO ÓSEO: El masaje no tiene una acción directa sobre el hueso pero sí la tiene en todo lo que le rodea, le cubre y le ayuda. Sirva como ejemplo el masaje que se realiza después de una fractura, cuando ha pasado ya el periodo agudo o de enyesado: la recuperación es mucho mas rápida, evitando tejidos cicatriciales de mala calidad y posibles adherencias.

TEJIDO ADIPOSO: Sobre el tejido adiposo, y más especialmente en la celulitis, el masaje actúa relativamente ya que los depósitos de grasa, que como gotas se sitúan en el centro de la célula, no se eliminan totalmente, y han de ser ayudados por una alimentación adecuada y dirigida por el médico.

PIEL: La piel se mulle, aumenta su irrigación sanguínea y se favorece notablemente la caída de las células muertas y la eliminación del sebo producido por las glándulas sebáceas. De esta forma, la piel, además de nutrirse mejor de sangre y acelerar el recambio de sus células, traspira más libremente a través de sus poros desobstruidos.

- Deben acudir con las uñas de las manos cortadas de forma que se impida el arañazo en los distintos toques que se van a realizar.

- Esos dias deben ir con el cabello lavado y sin gomina (hay chicos que suelen ponerse esa sustancia que entorpecerá el masaje de cara y cabeza).

- Asimismo, los alumnos y alumnas deben llevar a clase camiseta de tirantes, tipo baloncesto o corredor, y las chicas llevar, en vez de ropa interior, bañador o mejor la parte de arriba del bikini en las sesiones en que se realice el masaje de espalda.

- Deben tener en el gimnasio, o llevar a clase todos los dias, una toalla de baño (tipo playa) usada, que no importe que se manche de aceite. Si además pueden traer para guardar en el gimnasio una manta vieja, pues mejor.

- Deben traer toalla de mano y gel para lavarse los pies los dias que haya que dar un masaje en esa zona corporal, y para lavarse las manos después de cada sesión. En cualquier caso, es preferible cada dia lavarse los pies y ponerse unos calcetines limpios para estar así, descalzos, el resto de la sesión.

- Por último, deben traer (cada 2-3 alumnos es suficiente) un envase pequeño con aceite de oliva virgen extra o aceite esencial aromatizado de masaje (si es que ya lo tienen en casa, lo pueden conseguir o quieren comprarlo para practicar estas técnicas por su cuenta).

El shiatsu es una terapia manual japonesa, digitopresión, que trata los trastornos de la energía vital (QI o KI), que fluye por todo el cuerpo a través de canales o meridianos, activando los propios mecanismos autocurativos. Basado en la Medicina Tradicional China y la Acupuntura, la terapia se aplica sobre los "Tsubos", o puntos de los meridianos donde es más fácil manipular la energía, a través de técnicas (presiones, conexiones, balanceo, movilización de las articulaciones, estiramientos, ...) que resuenan directamente sobre la calidad del QI en sus diferentes manifestaciones físicas, psíquicas y emocionales. El contacto directo paciente-terapéuta permite experimentar la consciencia del cuerpo y las tensiones internas, proceso que facilita la compresión y aceptación del momento vital favoreciendo la respuesta y el cambio corporal. Aunque puede entenderse también como método terapéutico, esencialmente trata de mantener un umbral o nivel de salud elevado en el organismo, y un estado de vitalidad impidiendo el bloqueo de energía vital.

* Estrés, por su capacidad de reequilibrar fácilmente el sistema nervioso autónomo y potenciar el estado de relajación e integración (cuerpo-mente), en lugar del desgaste y la tensión.
* Alteraciones estructurales y musculares
* Desequilibrios en órganos internos
* Desequilibrios emocionales
* Alteraciones psicosomáticas
* Aplicaciones en : embarazo, tercera edad,...

El shiatsu, fiel a su origen, es también una eficaz medicina preventiva y constituye, por la calidad del contacto que se establece, un soporte en los procesos de crecimiento de la persona.

También llamado, por su origen en los años 60, masaje californiano, masaje Esalen (por nacer en la clínica de ese nombre) o masaje relajador. Aunque inicialmente no tiene objetivos médicos o fisioterapéuticos, se propone el bienestar general del paciente, promoviendo su relajación a través del tacto y la conciencia sensorial, haciendo más fluida la circulación y relación entre las diversas partes del cuerpo. Se utiliza como método en sí mismo o como complemento de todo tipo de tratamientos que busquen elevar la calidad de vida del paciente, tales como la psicoterapia, tratamientos naturistas, terapias corporales, yoga, el deporte, etc.

Puede decirse que este masaje reune aspectos occidentales de trabajo muscular y circulatorio, con conceptos orientales vinculados con los centros nerviosos y la circulación de energía entre el emisor y el receptor del masaje. El masaje sensitivo consigue:

También conocido como Quiromasaje o masaje con las manos, es distinto del masaje mediante aparatos o mecanoterapias y brinda reparación y recuperación deportiva, estética corporal, prevención y mantenimiento de la salud, etc. Está orientado a tratar de forma más localizada y profunda algún tipo de bloqueo físico o psicosomático. De acuerdo con ello el masaje terapéutico puede ser general o local, actuando de forma directa sobre un músculo, un órgano o una dolencia específica como una isquemia o una lumbalgia. Aconsejado para contracturas causadas por cansancio, agotamiento o stress. Evita que los problemas posturales puedan provocar dolores crónicos.

Ante todo es preciso dejar claro que es el médico quien debe decidir cuándo está indicado un tratamiento mediante el masaje, siendo necesario que exista una mayor comunicación y diálogo entre masajista y médico. Las principales indicaciones del quiromasaje son:

El que va a recibir el masaje se coloca tumbado boca abajo sobre el suelo. El masajista se sienta a su lado a la altura de la pierna, dirigida hacia el pie. O entre ambas piernas cuando hay que trabajar el pie derecho.

En este ejemplo se observa lo variado que es el shiatsu en las formas de toques (presión, tirones, pellizcamiento, golpeteos,...) que utiliza y los instrumentos que pone en juego (pulgar, pie, palma, puño,...).

- Movimiento 1: Levantar el pie y presionar con el pulgar las dos cavidades (una a cada lado) que se encuentran entre el tendón de Aquiles y los maleolos del tobillo. De 3 a 5 segundos. Repetir 3 a 5 veces.

- Movimiento 2: Con el pulgar, presionar en la cavidad que hay justo debajo y un poco por delante de la parte exterior del maleolo del tobillo, entre tres y cinco segundos. Repetir 3 a 5 veces.

- Movimiento 3: Tras asegurarte de que los pies de tu compañero están tocando el suelo con toda la superficie del empeine, písale la planta de los pies con los talones, levantándolos y bajándolos, durante unas 10-12 veces. No subas demasiado sobre el puente de los pies de tu compañero.

- Movimiento 4: Con el pulgar, presiona el "punto del riñón" situado bajo la eminencia metatarsiana, en el centro de la planta del pie, durante tres y cinco segundos. Repetir de 3 a 5 veces. Con ello se hace presión en el "tsubo" de la planta del pie.

- Movimiento 5: Aplica masajes circulares (en el sentido de las agujas del reloj) sobre los lados del talón, con el pulgar en un lado y los otros dedos en el otro. Repetir 5-7 veces.

- Movimiento 6: A continuación, realizar pellizcamientos por todo el borde exterior del pie; repetir de 3 a 5 veces. Con ello conseguiremos estimular el "meridiano de la vejiga".

- Movimiento 7: Tirar sucesivamente de los dedos del pie, cogiéndolos por los lados, que es donde están los nervios. Empezar por el pulgar y repetir todos los dedos hasta el meñique. Hacer de 3 a 5 veces.

- Movimiento 8: Con la muñeca totalmente relajada, dar palmadas sobre la planta del pie con un rítmo rápido. Recorrer toda la planta del pie entre 3 y 5 veces.

- Movimiento 9 y último: Con el puño relajado, martillea la planta del pie aplicando la segunda falange de los dedos sobre la piel con cierta fuerza. Recorrer toda la planta entre 3 y 5 veces. Acabar con una fricción suave sobre la planta y dorso del pie para relajarlo. Y empezar con el otro pie.

Para muchos es preferible comenzar un masaje por la cabeza. Es dificil equivocarse. La razón es que la sensación que provoca es, a la vez, la más inofensiva y sorprendente. Lo primero, porque en general el contacto con otras personas nos pone nerviosos y es en las extremidades del cuerpo (cabeza, manos y pies) donde menos sentimos la fuerza de nuestros poderosos tabús contra el contacto físico. Y lo segundo, porque, aunque la cabeza es la parte del cuerpo con la que más nos identificamos, es también aquella de la que nos sentimos físicamente más desconectados.

La persona que va a recibir el masaje se encuentra tendido bocarriba (decúbito supino) y el masajista se encuentra sentado por detrás de su cabeza.

Movimiento 1: Lo primero es apoyar ligeramente las palmas de las manos sobre la frente de la persona, con los "talones" de las manos juntos y los dedos sobre las sienes. No aplicar ninguna presión. Mantener medio minuto o un minuto. Deja que la persona se acostumbre a tu tacto.

Movimiento 2: A continuación "abrir la frente", apartando las manos hacia las sienes, con los dedos deslizándose hacia los lados de la cara. Esta es la segunda zona de tensiones importantes del rostro: el centro de la frente, entre las cejas. Repetir de 3 a 5 veces.

Movimiento 3: Comienza a masajear la frente con las yemas de los pulgares. Divídela mentalmente en bandas horizontales de 1,5 cm. aprox., y, luego, comenzando desde el centro de la frente y desde la raiz del pelo, desliza ambos pulgares en direcciones opuestas hasta las sienes. Presiona con moderación. Al terminar cada banda termina allí haciendo un círculo de 1,5 cm. de diámetro. Continua trabajando progresivamente con nuevas bandas hasta llegar a la inmediatamente superior a las cejas.

Movimiento 4: Amasar la piel de las cejas con el pulgar y el índice, comenzando por el borde interno (junto a la raiz de la nariz) y terminar junto a la sien. Las dos cejas al mismo tiempo o una primero y otra después. Repetir de 3 a 5 veces el recorrido.

Movimiento 5: Presionar con las yemas de los dedos índices el borde óseo de las cuencas de los ojos, comenzando desde la raiz nasal. Comprime con cierta fuerza durante un segundo, levanta ambos índices y desplázalos 1 cm. a lo largo de cada borde y comprime de nuevo. Cuando llegues al borde externo del ojo, vuelve junto a la nariz y presiona ahora el borde inferior de la órbita ocular. La presión aplicada es buena para los senos paranasales.

Movimiento 6: Colocar ahora los dedos índices y corazón de cada mano a ambos lados de la nariz, un poco más bajo del borde de la cuenca del ojo. Presionar firmemente, deslizando las puntas de los dedos por el borde inferior de los pómulos, cruzando las mejillas en dirección a las orejas. Una vez allí volvemos hacia las sienes y realizamos un círculo final como en el Movimiento 3. Repetir 2 o 3 veces. La última vez hay que detenerse un poco más en los bordes de los pómulos, trabajando los músculos maseteros con movimientos circulares de medio centímetro o menos, presionando con fuerza y sin levantar los dedos. Esta pequeña área también es un centro de gran tensión facial.

Movimiento 7: Termina la parte inferior de la cara con una serie de toques horizontales como los que se hicieron en el Movimiento 3. Utilizar los dedos índices y corazón de ambas manos y sitúa las puntas en el centro de la cara, entre la nariz y la boca. Deslice los dedos de forma horizontal pasando por la mejilla y al llegar a la sien termina con el círculo acostumbrado. A continuación, entre el labio inferior y el mentón realice 3 bandas horizontales de la misma forma terminando en la sien y con el círculo. Por último, coge el el mentón entre los pulgares y los índices de ambas manos y sigue el contorno de la mandíbula. Al llegar a las orejas, con el índice continua hasta la sien y termina con el círculo. Repite esto último 3 veces más.

Movimiento 8: Por último, el cuero cabelludo. Levanta nuevamente la cabeza y vuélvala hacia la izquierda. Curva los dedos en forma de garra y trabaja sobre el lado derecho de la cabeza con las puntas. Presiona con fuerza moviendo las manos en pequeños círculos (con la fuerza suficiente como para deslizar la piel sobre el hueso). Hacer bandas anchas a lo largo de la cabeza derecha de la persona hasta terminar en la raiz del pelo en la frente y sien. Repetir en el otro lado de la cabeza.

Movimiento 9: Después, coge un mechón de pelo cada vez con cada mano y tira de él suavemente. Estira de esta manera todo el pelo, estimulando las raices y terminaciones nerviosas del cuero cabelludo.

Movimiento 10: A continuación, masajea en las orejas utilizando para ello los pulgares y los demás dedos, subiendo desde los lóbulos y recorriendo todo el borde del cartílago de 3 a 5 veces. El masajeo debe recordar a una especie de pellizcamiento.

Movimiento 11: Sujeta la cabeza de tu compañero por las sienes y con los pulgares presiona a lo largo de la línea central de la cabeza, a intervalos de 1 cm. hasta donde puedas llegar sin cambiar de posición la manos. La presión se aplica en dirección a la nuca desde la frente. Repetir de 3 a 5 veces por toda la sutura parietal.

Tendido boca arriba, con camiseta de tirantes (tipo baloncesto o corredor), y los brazos separados unos 30 cm. del costado con las palmas hacia arriba. Primero se trabaja un brazo y después el otro.

Movimiento 1: Es el toque básico. Con ambas manos a cada lado del eje del brazo, y partiendo de las muñecas, comienza a subir a lo largo del brazo hasta el hombro, en un lento rozamiento que servirá para extender el aceite si es necesario. Al llegar arriba, la mano externa rodeará el hombro y la interna se deslizará en la axila. Al bajar, continuaremos hasta la mano, rozando ambas palmas y el dorso de la mano del compañero. Repetir de 3 a 5 veces.

Movimiento 2: Igual que el Movimiento 1 pero ponemos las manos en brazalete y al subir ejercemos más presión para favorecer el retorno venoso hacia el corazón. 3 veces con la mano derecha mientras sujetamos la muñeca con la izquierda y otras 3 veces con la izquierda. Se "exprimen" zonas musculares distintas.

Movimiento 3: Masajear ligeramente, con un pequeño movimiento circular de las yemas de los dedos la flexura del codo (5 veces) y con un movimiento más insistente la palma de la mano (5 veces). A continuación, masajea con el pulgar con movimientos circulares la masa muscular que se encuentra entre el pulgar y el índice (punto energético fundamental de la acupuntura que calma los dolores de cabeza y dentales, combate el resfriado y dolor de garganta,etc.); de 5 a 8 veces por cada lado de la mano.

Movimiento 4: Da la vuelta al antebrazo cogiendo la mano entre las tuyas y masajea profundamente entre los huesos del dorso de la mano. Primero masajea con los pulgares y después moviliza los huesos del metacarpo cogiendo la mano como en la fotografía y haciendo movimientos de doblamiento. Repite de 4 a 6 veces.

Movimiento 5: Estira cada uno de los dedos hacia su extremo, cogiéndolos con toda la mano.Recorre cada dedo empezando por el pulgar y repite de 2 a 4 veces.

Movimiento 6: Levanta el antebrazo, con el codo flexionado y sosténlo vertical con una mano a la altura de la muñeca. Con la otra mano masajeas en torsión desde la muñeca hasta el codo y al revés, y terminas agarrando la muñeca con una mano y sacudiendo el antebrazo que debe estar relajado, así como la mano que debe quedar floja. Repite de 4 a 6 veces.

Movimiento 7: Eleva el brazo por encima de la cabeza cogiéndolo por la muñeca de tal forma que el brazo quede vertical. Masajea el brazo en torsión desde el codo hasta el hombro, y vuelve a subir hasta el codo y continua por el antebrazo (que lo hemos puesto también vertical). Al llegar a la muñeca, rodeando con el índice y el pulgar toda la extremidad, realizamos un estiramiento hasta llegar al hombro. Repite de 2 a 4 veces.

Movimiento 8: Vuelva a colocar el brazo a lo largo del cuerpo y realiza alternativamente un rozamiento con ambas manos, desde el hombro hasta la punta de los dedos. El movimiento debe ser muy suelto y producir un ligero estiramiento del brazo. Repetir de 4 a 6 veces, y así acaba este masaje. Ahora le toca el turno al otro brazo.

La espalda se presta a realizar la inmensa mayoría de las técnicas que utiliza actualmente el masaje terapéutico. No vamos a presentar ninguna sesión para un tratamiento determinado, ni siquiera un ejemplo de masaje vertebral. Solo pretendemos utilizar la espalda como banco de pruebas donde probar las técnicas más interesantes.

- PASES MAGNÉTICOS SEDANTES: Consisten en deslizar con suavidad los pulpejos de los dedos, rozando sutilmente la piel de la espalda en una misma dirección (cuello-sacro). Las manos van efectuando pases largos, pasando varias veces por la misma zona y de forma alternativa. La velocidad debe ser de 1-2 pases por segundo. Se hacen por pisos en sentido hombros-cadera, y también desde la columna hacia el lateral. Efecto sedante y antiálgico. Se tanto utiliza al principio de masaje como al final.

- FRICCIÓN: En la fricción superficial las manos se apoyan con cierta presión sobre la piel y se deslizan sobre ella frotándola a una velocidad moderada, produciendo una alta temperatura en la zona con la consiguiente afluencia de sangre a la superficie cutánea. Ambas manos se mueven en dirección contraria, adheridas a la superficie. En la parte de los omóplatos las fricciones pueden ser circulares. Velocidad de 2-3 movimientos por segundo y se repite unas 3 veces. Dirección cuello-cadera.

En la fricción profunda se usan movimiento circulares y tiene la particularidad de que la mano no se desliza por la superficie de la piel, sino por debajo de ésta. No son las manos del masajista las que friccionan sino los tejidos subcutáneos que se aprietan y frotan entre ellos.

- VACIAJE DE VENAS: Se colocan los cantos de las manos con las palmas juntas sobre el borde vertebral de la zona alta de la espalda. Mantenemos la presión de los cantos mientras los deslizamos hacia los costados, y ese movimiento amplio lo terminamos hasta colocar la palma y dedos de la mano, que van acariciando la piel con suavidad y un poco de firmeza, en sentido centrípeto (hacia el corazón), produciendo un drenaje de la superficie de la espalda. Cada paso debe durar varios segundos (peligro de rotura de capilares). Se repite 3 veces, un poco más firme cada vez. Dirección cuello-cadera.

- AMASAMIENTOS: Es el tipo de maniobras que más se emplea para influir en la musculatura corporal. Se trata de estimular, tonificar y nutrir los músculos, mediante movimientos de separación, compresión y estiramiento con torsión, que drena sus desechos y les aporta sangre nutritia. Debe practicarse con cuidado, lejos de la brutalidad o la violencia (la amplia superficie de esta zona puede dar pie a ello en personas irresponsables), que, además del dolor, anularía los efectos del masaje. Se suele hacer con una profundidad media si queremos incidir en la musculatura, y la velocidad media será de 2 amasamientos por segundo.

Existen varios tipos de amasamientos según con qué parte de la mano se realicen:

* AMASAMIENTO DIGITAL: Se situan los pulpejos de los dedos sobre la piel (con la mano cóncava) y cada dedo va haciendo círculos independientes de los otros pero al unísono, con una presión superficial, media o profunda. Los dedos están algo separados y los círculos son pequeños de dentro hacia afuera. El dedo pulgar y el índice efectuan un amasamiento cuando se encuentran al dibujar el círculo. Velocidad de 1-4 movimientos por segundo. Desde el cuello hasta el sacro, una mano a cada lado de la columna. Se baja y se sube, repitiendo dos veces.

* AMASAMIENTO PULPONUDILLAR: Se actúa sobre pequeñas porciones musculares que son estrujadas y pellizcadas entre el pulpejo del pulgar y el lateral del mismo dedo, por una parte, y el nudillo del índice por al otra. Se avanza haciendo círculos y a la velocidad del amasamiento digital. Mismo recorrido.

* AMASAMIENTO PULPOPULGAR: Se realiza con las yemas de ambos pulgares que, mientras el resto de dos y mano le sirven de apoyo, avanzan haciendo círculos alternativamente en un mismo lugar. Entre 2-4 movimientos por segundo, a ambos lados de la columa vertebral en el mismo sentido de siempre.

* AMASAMIENTO PUÑONUDILLAR: Se inicia poniendo las manos en forma de puño, y con los pulgares sobre los índices, uno a cada lado de la columna. Los dos puños aprietan y giran al unísono hacia afuera, subiendo por la columna y bajando. La presión se efectua con los nudillos y las primeras falanges, y debe hacerse con cuidado de no hacer daño. Es una de las maniobras más tonificantes que existen en el masaje terapéutico y casi exclusivamente se utiliza en la musculatura paravertebral de la espalda.

- PELLIZQUEO DIGITAL: Estimulan el intercambio celular, por lo que están indicados especialmente en tratamiento anticelulíticos y adelgazantes. Se pellizquea cogiendo la masa muscular entre el pulgar y el índice. Se puede efectuar al mismo tiempo ambas manos o alternándolas. Velocidad de 4 pellizcos por segundo. Aunque es más propio hacer en la cara y en los brazos, se puede aplicar en la espalda como forma de aprendizaje para calcular la fuerza con que ha de aplicarse y su velocidad.

-CACHETEO O HACHAZO DIGITAL: El movimiento de las manos se realiza en forma de hacha, con el borde interno de la mano, estando el meñique algo flexionado y relajado.Entre los dedos debe existir cierta holgura, especialmente entre el 4º y 5º. Las manos se colocan paralelas y con las palmas mirándose una a otra, separadas unos 4-5 cms. Velocidad de 2-3 por segundo. No se debe percutir en la zona de los riñones por su sensibilidad.

- PALMOTEO CÓNCAVO: Con la palma de la mano cóncava y el pulgar sobre el lateral del índice, vamos efectuando golpes alternativamente, comprimiendo el aire sobre la piel. Velocidad de 2 golpes por segundo. Se hace en bandas horizontales desde la columna hacia los costados, y desde el cuello hasta el sacro. Produce efectos circulatorios internos.

-ROCES O PEINADOS: Suelen ser de las últimas maniobras en cualquier tratamiento. En el caso de la espalda se hacen después del cacheteo. Se haría igual que el pase sedante, pero ahora los dedos se encorvan, la mano se pone un poco más concava, y la piel se roza de forma decidida, como si de un rastrillo se tratase. Las manos actuan alternativamente a un ritmo de 2 pases por segundo. Dirección cuello-sacro, de 2 a 3 veces. Una variante puede ser un peinado circunflejo, cuando una mano va antes que la otra y realizan un movimiento sinuoso de las mismas características del descrito antes.

- GOLPETEOS Y TECLETEOS DIGITALES: Están relacionados con los palmoteos, pero ahora los golpes se hacen con las yemas de los dedos (como un tamborileo, desde los meñiques hasta los índices) o los nudillos más práximos a las uñas. Los toques deben ser rápidos, varios movimientos por segundo.Excita y estimula el funcionamiento de los nervios, de la piel y de los músculos más superficiales.

Movimiento 1: Es el toque básico. Sentarse o arrodillarse junto a la cabeza del compañero, (o sentarse sobre sus muslos, pero en este último caso el toque que se describe a continuación se hará de modo inverso). Sentado frente a la cabeza, coloca las palmas de las manos sobre la parte superior de la espalda con los dedos apuntando hacia la columna, y sin llegar a las apófisis espinosas. Desliza las manos hacia abajo a lo largo de la espalda, con una presión firme, utilizando en cierta medida el peso de nuestro cuerpo. Al llegar al borde del sacro (final de la columna), separa las manos hasta coger con las manos la cintura y llévalas lentamente, pero con fuerza, por los costados hacia los hombros. Antes de llegar a las axilas, desliza las manos hacia adentro y arriba para situarlas en la posición inicial y repetir el toque. Repetir de de 6 a 8 veces este movimiento, concentrándose en su sentido circular y continuo..

Movimiento 2: Sentado junto a un lado de la parte inferior de la columna (o si estabas sentado sobre los muslos, en esa misma posición). Coloca las manos sobre la parte baja de la espalda con los pulgares hacia adentro. Situa cada pulgar en una misma zona junto a las vértebras y utilizando las yemas realiza frotaciones cortas y alternadas en dirección al cuello. Antes de desplazar los pulgares, realiza varios circulos sobre la musculatura paravertebral. Trabajar desde la línea de la cintura y hasta unos 12 cm. hacia arriba a un lado y otro de la columna. Esa zona lumbar suele tener una gran tensión, para lo cual este toque es de gran importancia. Repetir de 4 a 6 veces a cada lado de la columna.

Movimiento 3: Cuando llegues arriba, a la zona del cuello, continua con un amasamiento suave de los trapecios (musculatura a ambos lado del cuello y que recoge una gran tensión diaria) (cuidado si está muy dolorida). Hazlo con los pulgares por un lado y el resto de dedos por otro. Imagínate que estás amasando pan o plastilina. Repite de 10 a 12 veces.

Movimiento 4: En la misma posición que antes. En clase lo llamamos "mano sube, V baja". Colocamos la mano derecha sobre la parte más baja de la columna con los dedos en la dirección de la cabeza. La mano izquierda se apoya sobre la derecha para ejercer presión. Deslizamos lentamente la mano sobre la columna con una presión moderada y uniforme. Al llegar al cuello volvemos a bajar, pero ahora hundiendo las puntas de los dedos índice y corazón en la musculatura paravertebral. La mano izquierda coge ahora la muñeca derecha para dar presión a ese movimiento de descenso. Al llegar a la parte alta de las nalgas se abren un poco más ambos dedos y volvemos a la posición de partida. Repetir de 4 a 6 veces.

Movimiento 5: Sentado a un lado de la columna, vamos a friccionar la espalda. Colocar ambas manos cruzadas sobre la espalda y empezar por la parte superior, encima de los omóplatos. Resbalar las palmas con rapidez sobre la piel cubriendo franjas horizontales e ir bajando hasta la cintura. Resbalar las palmas alternativamente y a cierta velocidad para generar una fricción, pero no muy alta. Repetir solo 1 vez (de arriba abajo y viceversa).

Movimiento 6: Sencillamente sigue con los dedos índices y corazón la línea de las apófisis espinosas de las vértebras, ejerciendo una presión moderada. Desde la base del cuello hasta el inicio del sacro. Lo hacemos con una mano y antes de acabar por el sacro ya hemos empezado con la otra. No muy rápido. Repetimos 3-4 veces.

Movimiento 7: Volvemos a estar sentado a un lado de la columna. Coloca la cara interna de ambos antebrazos sobre la espalda, en su parte central. Poner los antebrazos lo más juntos posible en el centro de la espalda, y comenzar un movimiento uniforme con cierta fuerza para separar los antebrazos, resbalándolos sobre la piel (un antebrazo va al cuello y el otro al sacro). Repetir 2 veces por el centro de la columna, otras dos por cada lado de la columna o costado y otros dos pases en sentido diagonal.

Movimiento 8: Por último, terminamos repitiendo el primer movimiento o toque básico.

-"El arte del masaje". Equipo de la revista Integral coordinado por Estanis Peinado. Integral Ed. Barcelona, 1989.

- "El Masaje Terapeutico y Deportivo" - 7ª ed. Dr, J. Vázquez Gallego. ISBN: 84-86961-36-X

* Re-equilibrio energético	* Bienestar
* Profunda y sutil distensión física y mental	* Autoconciencia del esquema corporal
* Aumento de la sensibilidad y capacidad de percepción interna y externa	* Seguridad y auto-reconocimiento

* Contracturas y atrofias musculares, esguinces y distensiones de ligamentos.	* Fortalecimiento y tonificación muscular en los tratamiento deportivos.
* Problemas de circulación sanguínea o linfática; hematomas, varices, eccemas o arteriosclerosis.	* Sedante del sistema nervioso y tónico general. Trastornos neurovegetativos.
* Artrosis y escoliosis, dorsalgias y lumbalgias.	* Estimulantes de la salud en general, y en los tratamiento anticelulíticos.